Vendedores // Larry Stylinson // Ziam Mayne

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Zayn ya conoce ese lugar como si se tratara de su propia casa, así que cuando llega, presiona el timbre y cuando la puerta es abierta ingresa al apartamento sin siquiera preguntar, no hay palabras en ese momento, se quita su mochila y la deja sobre el costoso sofá color crema y se voltea hacia el dueño de tan elegante lugar. El hombre de cabello rizado lo observa con pupilas dilatadas sin pudor alguno, recorriendo su cuerpo cubierto por un pantalón de cuero y una delgada camisa con transparencia de color negro. Se acerca a él como un poderoso felino acechando a su presa y el pelinegro se lo permite, sus bocas se encuentran en un húmedo beso y las manos de ambos comienzan a recorrer aquel cuerpo que ya conocen de memoria.

-H-Harry.

Es amable y suave en comparación a otros clientes que tiene, le gusta mucho besar, desliza su boca por sus labios, por su cuello y su torso, no deja espacio sin que su lengua húmeda se deslice por cada centímetro de piel, lo acaricia y se frota contra él de manera deliciosa.

Harry es de sus clientes favoritos, por no decir que definitivamente es su favorito.

Desde que estuvieron juntos la primera vez, luego de que Harry lo llamara a su celular diciendo que un amigo le había hablado de él y estaba interesado en sus servicios, Zayn le dio su lista de precios dependiendo del tiempo que quisiera estar con él y los servicios que necesitara, y las cosas que estaba dispuesto a hacer y lo que definitivamente no haría. El rizado le dio la dirección de ese apartamento así que el morocho llegó hasta dicho lugar. Desde ese primer segundo Harry fue amable, más amable de lo que cualquier otra persona ha sido con él, incluso le invitó una copa de vino. Y de esa misma manera es el sexo, Harry siempre parece más preocupado por el placer de Zayn que por el suyo propio, lo que le parece malditamente irreal. Pero así es él. No hay palabras obscenas, no hay golpes, parece tomarse todo el tiempo del mundo para disfrutar de cada estocada en el cuerpo del pelinegro.

Zayn disfruta del sexo con Harry, solo tiene que estar allí y recibir lo que el rizado le da, pero muchas veces es frustrante.

Quisiera un poco más de brutalidad, si no es mucho pedir, que estampe su cuerpo contra la cama y lo folle como si no hubiera un mañana, una bofetada o una nalgada de vez en cuando también se apreciaría, que lo insulte mientras folla su boca hasta desgarrar su garganta si puede, Zayn no se quejaría por eso, pero Harry es demasiado dulce como para hacer algo así.

Harry es demasiado dulce para Zayn.

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Louis reconoce aquel auto Mercedes Benz de color azul desde que lo ve a varias cuadras de distancia, está junto a dos de sus compañeros y estos no tardan en acercarse a la carretera para llamar la atención del hombre que conduce aquella preciosa máquina.

-Es mío, perras.

El auto se detiene justo frente a él y Louis se acerca, abre la puerta y sube, encontrando al elegante hombre que ya conoce desde hace muchos, muchos meses. Liam comienza a conducir sin siquiera dirigirle una palabra, que bueno que Louis ya lo conoce. Lo conoce tanto que está esperando que comience a darle órdenes como siempre.

"No fumes dentro del auto"

"Mastúrbate mientras llegamos"

"Baja los pies de ahí"

"Odio ese short, no lo uses cuando vengas conmigo"

"Ábreme el pantalón"

"No uses ese perfume cuando vengas conmigo, odio los olores dulces"

"Ponlo en tu boca"

Todo un hombre mandón, con lo mucho que le gusta a Louis que le den órdenes, nótese la ironía.