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- Dijo que sí.

- ¿Dijo que sí?

- Eso fue justo lo que acabo de decir.

Louis guarda su celular, le había enviado un mensaje a Liam para preguntarle si tenía algún problema con que Zayn fuera quien le brindara sus servicios de ahora en adelante, ya que él no podría hacerlo. El ojimiel había respondido con un "Sí, no me importa".

- Pensé que no le había gustado que no pudiera correrme diecisiete veces.

Louis suelta una risa por el comentario irónico de Zayn.

- Te dije que Liam era complicado.

- No es complicado, Louis, solo es anormalmente resistente.

- Resistente, te insulta y te golpea. Además, te deja botado en esa habitación de motel sin importarle cómo estás.

- No son golpes, Lou, no seas dramático, son bofetadas, no te mata con eso.

- Odio las putas bofetadas, y los insultos, y que no te dé un respiro entre cada orgasmo.

- ¿En serio te estás quejando de eso? Es jodidamente alucinante.

- Es un ser mutante, ¿Cómo resiste tanto?

- Mutante y lo que quieras, pero es una joya muy valiosa.

- ¿Valiosa? Es un idiota.

- No es un idiota- Defiende Zayn- Tú eres una princesa quisquillosa y por eso te gustó estar con Harry.

- Harry es increíble.

- Harry salió de un cuento de hadas, y eso me aburre.

- Eres un masoquista.

- Y tú eres una delicada princesa.

Luego de eso los encuentros se hicieron incluso más constantes que cuando Louis atendía a Liam y Zayn a Harry.

Harry había encontrado en Louis la paciencia, la ternura y delicadeza que nunca encontró en Zayn, pudo comenzar a disfrutar del sexo realmente porque Louis también lo disfrutaba sin parecer insatisfecho.

Louis había encontrado en Harry la amabilidad, el cuidado y el placer que Liam nunca le había dado y con lo que lo llevaba a disfrutar del sexo sin que fuera doloroso y cero placentero para él.

Zayn encontró en Liam a alguien que lo llevaba hasta sus límites más impensables, la locura y rudeza que tanto había añorado.

Liam encontró en Zayn a alguien que contrario a pedirle que se detenga, que baje el ritmo o que no parece disfrutar el sexo con él, resiste junto a él, le pide más, más, más y Liam lo ve perdiéndose en su propio placer.

Ni hablar de lo que Liam nunca encontró en Harry, ni Harry en Liam.

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- Hola, Harry.

Harry levanta su vista, pasándola de su celular a su esposo que recién ingresaba a la habitación.

- Hola, Li.

Liam se acerca a la cama sentándose junto al rizado y se acerca para dejar un beso en sus labios.

- ¿Qué tal tu día, mi amor?

- Agotador, me daré un baño.

- Te serviré la cena.

- Gracias, amor.

Mientras Liam se da un baño y se pone su cómodo pijama, Harry sirve la cena para el castaño, quien agradece con un corto beso antes de sentarse a comer lo que su esposo había preparado.

Vendedores // Larry Stylinson // Ziam MayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora