*Un recuerdo más*

Primer pesadilla.

-¡Rápido, que se desangra!...-Menciona la doctora mientras continúa la operación.

-Doctora Colemman, los acompañantes que venían con ella...-Desvía la mirada a la joven que yacía en la camilla- no lograron sobrevivir.

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Después de unas horas, la doctora sale de la habitación mirando a los parientes de la joven mencionada.

-La operación fué todo un éxito.

-¿Cree que podríamos verla?- Anuncia un  hombre abrazando a su mujer.

-Lo conveniente sería dejarla descansar mientras se recupera.- Y sin más, la mujer con bata blanca se aleja por el pasillo.

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Desperté en la cama de un hospital.
Solá, como últimamente.

No se quién me trajo o que fué lo que pasó, todo en mi mente es borroso.

Me incorporo en la cama, mientras miro hacía la puerta que se abre con lentitud.

-Paulina...

La voz aterciopelada, sus ojos cafés, sus rasgos...

Era él.

-Víctor.-Su nombre sale de mis labios como un toque de ira y tristeza.

Entra a la habitación y se sienta a un lado, manteniendo el espacio entre los dos.

-Me dijeron que estabas en el hospital y decidí tomar el valor para verte y pedir...

-¿Disculpas?- Interrumpí de manera inmediata- No te lo voy a perdonar.

-Pero Pau, lo nuestro fué único.

-Tan único que te metiste en la cama de mi amiga.- Mencioné con ironía.

No dijo nada.
Se mantuvo callado, se dirigió a la puerta y antes de salir habló.

-Se que lo que te hice no tiene perdón alguno, no pensé en las consecuencias de lo que hice. Siento que es mi culpa que estés ahí. De verdad, lo siento.

Con una mirada afligida salió de la habitación dejándome en silencio nuevamente.

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Corría lo más rápido que podía por el denso bosque. Lo oía detrás pero me negaba a voltear y encontrar su rostro.

Seguía corriendo hasta que me detuve frente a una cabaña.

-Vamos pequeña, no te puedes escapar de mi.

Su voz estaba muy cerca, así que decidí entrar para ponerme a salvo.

En el interior de la casa hacía demasiado frío. Observé que a un lado de la puerta había un candil. No lo quise prender  puesto que tenía miedo de ser descubierta.

Caminé en el interior de la casa, logré llegar al principio de unas escaleras de caracol que llegaban a la planta alta donde se deberían ubicar las habitaciones.

Cuándo avance a la mitad de aquellas, una carcajada hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

-Te dije que no podías escapar de mi.

En un abrir y cerrar de ojos sacó un cuchillo de su sudadera y bajó los escalones para llegar a mi.

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¡Hola! 😊

Espero que les guste.
Es la primer historia que hago y me gustaría que fueran sinceros en todo momento. 😯

Les agradezco el tiempo que se tomaron para leer este primer capítulo. 😄

Sin más por el momento me despido mandando un abrazo. 👌

Suya, Ivonne. ❤