—Rachel, le dieron de alta después de informarle de la pésima anemia ferropénica que tenía, se había desmayado por una disminución del flujo sanguíneo en el cerebro, la habian sedado por eso había tardado tanto tiempo. Y pues Peter no la había dejado trabajar, llevaba dos horas en la cama de su recámara, solo por que Peter temía por ella, todo se lo llevaba a la cama, cada cinco minutos entraba a preguntar si no necesitaba algo, había faltado tres días seguidos; Peter por cuidar de ella, la verdad era que Rachel se sentía como una gran carga, y eso debía parar. Estaba faltando al trabajo por culpa suya, y eso no era nada bueno. Rachel no podía evitar sentirse culpable.
Pero de igual modo apreciaba todo lo que Peter hacia por ella.
Unos ligeros golpes, sonaban en la puerta. Rachel dió un leve "adelante" y ahí estaba el, su hermoso héroe, el que la a estado apoyando, el que a estado para ella estos últimos días, sin importarle que afecte un poco, su trabajo, le estaba tomando un gran cariño a Peter. Rachel esbozo una sonrisa hacia peter, quien llevaba una bandeja de panqueques de fresa en ellos. Lucian deliciosos. Venían acompañados de crema batida, a Rachel se le hizo agua la boca, mientras Peter se acercaba podía oler mejor los deliciosos panqueques, oh sin duda amaba a este chico.—
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luces del alma
RomanceStefan había luchado hasta el final, por rachel, su hija de tan solo 20 años, que se ve involucrada en una vida dura por las irresponsabilidades de stefan, ya sin poder ayudar a la inexperta rachel, la deja sola a su suerte, con un desconocido amabl...