Te necesito [Shizaya|Omegaverse]

Capitulo XIV: Situaciones Vergonzosas.

— ¿Kadota, no has visto a Izaya por ahí? —El nombrado despego su vista de su almuerzo, mirando con curiosidad al de anteojos quien se encontraba un poco cansado por haber corrido las escaleras para llegar a la azotea.

—No... es muy extraño, no lo he visto desde que salimos de clase. — Respondió Kadota, terminando de masticar el ultimo onigiri— Si no está peleando con Shizuo debe haberse estar paseando por ahí.

—Bueno, gracias Kadota-kun—Agradeció Shinra— Si sabes en donde esta mándame un mensaje, por favor.

— ¿Algo malo le ocurrió a Izaya?— El tono en la voz del Alfa se notaba clara preocupación, Izaya era su amigo y tenía muy bien en cuenta que este muy a menudo se metía en problemas, saliendo la mayoría de las veces de estos un poco lastimado.

Shinra le regalo una sonrisa, negando—No te preocupes, Kadota-kun. Nos vemos mas tarde.

Bajo por las escaleras de la azotea, adentrándose a los ya bulliciosos pasillos de la Preparatoria Raijin; algunos estudiantes hablaban de los siguientes exámenes, otros compartiendo chismes y muy pocos preocupados por sus calificaciones, se podría decir que era un día normal.

Se asomaba rápidamente en cada aula, desilusionándose cada vez que no lograba divisar aquella cabellera pelinegra por ahí. Estaba un poco preocupado aunque pensándolo bien no debería estarlo, Izaya salió apresurado apenas el timbre había sonado, lo normal hubiera sido encontrárselo en la azotea comiendo felizmente con Dotachin o al menos destruyendo la preparatoria con Shizuo en algunas de sus "civilizadas" disputas pero este no era el caso. No estaba en la azotea, en el club de biología, ni con Shizuo.

Conclusión, no lo encontraba por ningún lugar.

No sabía porque estaba preocupado, tan solo no podía borrar aquella opresión en su pecho que le decía que algo no andaba bien ese día, que algo ocurriría ¿Pero porque el pelinegro? Era él quien le hacía frente a una de las personas más fuertes del instituto o bueno de Ikebukuro.

— ¿Escuchaste lo que le pasó al pobre de Akihito-kun?— Le dijo una joven Beta a su amiga. Shinra paró en seco, escondiéndose detrás de un muro del pasillo. Estaba consciente que estaba siendo un metiche, y que escuchar conversaciones ajenas a escondidas era de mal gusto en todos los sentidos, pero por alguna desconocida razón le llamaba mucho esa conversación, así que siguió escuchando. — Escuche que tuvo que dejar el colegio. Parece que su celo apareció de repente cuando estaba en la sala de música, y pues un Alfa de último año estaba cerca y bueno... tú sabes lo demás...

—Pobre chico—La chica se escuchaba un tanto triste por aquel chico omega, que por malas jugadas del destino, su celo hizo presencia en pleno instituto casi en su mayoría repleto de Alfas. Un escalofrió recorrió por todo su cuerpo, interactuó un par de veces con aquel chico, en sus adentros esperaba que estuviera bien y no haya salido tan lastimado—Es una pena que un chico con tan buenas calificaciones le haya ocurrido aquello, omega o no, era un chico con demasiado potencial.

Las chicas cambiaron radicalmente de conversación, prefirieron hablar de cualquier cosa que no fuera de aquel pobre chico omega. Shinra giro su cuerpo, comenzando de nuevo su búsqueda. La opresión en su pecho se intensifico, aquella conversación se repetía una y otra vez como un casete; lastima, pena, preocupación, un revoltijo de sentimientos que ahora mismo golpeaban en su pecho y que no encontraba lógica el sentir esos sentimientos.

Giro en uno de los pasillos, parando en seco al escuchar un sonoro quejido en una de las salas; dando dos grandes zancadas se planto frente a la enfermería, en donde los quejidos y jadeos se hacían oír más audibles. Poso una de sus manos sobre la perilla, la cual miraba un tanto indeciso si abrir o no. Tomando una gran bocada de aire decidió abrir la puerta.