Capitulo VI: Leche Caliente.

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—Bueno mi querida Celty, a eso iba...el bebé es... ¡Una sorpresa!

—| ¡Ahh! —todos exclamaron al unisonó.

—Shinra, déjate de bromas y dinos cual será el sexo del bebe. - El castaño no dijo nada, una radiante sonrisa se había plasmado en su rostro.

—Shizuo-kun es la verdad; el sexo del bebe será mi pequeño regalo para ustedes.

Una gran risotada se había escuchado por toda la sala, los presentes se giraron viendo como el informante muerto de risa.

—Shinra que risa~—Susurro a duras penas por la risa, mientras su respiración estaba ligeramente entrecortada y su cuerpo con ligeros temblores.

—Shinra déjate de bromas... me estás diciendo que no nos vas a decir el sexo del bebe hasta el nacimiento.— Al ver que nadie le interrumpía prosiguió—Tú no eres una de las personas más apta para esconder un secreto.

—Claro que puedo hacerlo—contraataco. El Alfa, el Omega y hasta la Dullahan lo miraron con cara de ¿Enserio?

—|Izaya tiene razón... Shinra no eres de esas personas que guardan los secretos. Acaso no recuerdas esa vez que todos me iban a hacer una fiesta sorpresa para mi cumpleaños, y apenas llegue les gritaste a todos que salieran|—escribió la Dullahan

—O aquella vez que en la preparatoria que íbamos a tener un amigo secreto y apenas repartieron los papelitos dijiste: ¡Qué bueno! me toco darle regalo a Shizuo— declaro Shizuo

— ¡Oh! Y no recuerdan esa vez que no le quería decir a Shizu-chan que estaba embarazado y Shinra literalmente se lo dijo en la cara— le recrimino el informante—Acéptalo Shinra, eres muy malo para guardar secretos.

¡Claro que podía guardar secretos!

—C-claro que puedo guardar secretos— dijo nervioso.

—Bueno Shinra, hagamos una apuesta... Si eres capaz de guardar en secreto el sexo del bebe te daré 10.000 yenes.

— ¿Y si pierdo la apuesta?

—Aceptaras, que eres un asco guardando secretos y serás mi sirviente personal por un mes. — estaba seguro que ganaría, era algo extremadamente fácil. Lo único que tendría que hacer será preguntarle la próxima vez y Shinra cantaría como un gallo.

— ¿Trato?

—Trato— Se estrecharon sus manos en señal de que la apuesta ya había comenzado.

[...]

Ya había intentado mil posiciones, pero seguía sin conciliar el sueño. En el reloj que se encontraba encima de la mesa de noche marcaban 1:30 de la madrugada.

Un pequeño gruñido de frustración salió de sus labios.

¿Acaso es tan difícil querer dormir?

Habían llegado a su departamento después de haber sido —literalmente— echados del departamento del castaño, al llegar cada uno se fue por su lado; Izaya a su habitación y Shizuo a la "suya"—habitación de huéspedes—.

Se levanto rápidamente de su cama. ¿Un bocadillo nocturno no haría daño, no?

Mientras arrastraba los pies fuera de su habitación hasta el pasillo, se percato que las luces de la cocina estaban encendidas, cosa que le extraño. La silueta del rubio se hizo presente; estaba —por lo que podía notar desde lejos— preparando algo.

Shizuo se giro, viendo al informante sentarse en la isla de la cocina.

—¿Problemas para dormir?— pregunto con curiosidad. Pero no obtuvo respuesta alguna, Izaya solo se limito a colocar sus dos brazos en la isla y apoyar su cabeza en estos.

El también tenía unos pequeños problemas para conciliar el sueño, se había levantado con la idea de hacer un poco de leche caliente e irse directamente a la cama; algo que realmente le funcionaba. Coloco al frente del informante, una taza con leche caliente—que había sobrado—. Este lo miro un tanto confundido.

— ¿Qué demonios es esto? ¿Veneno?

—Es leche caliente. —Dijo indiferente.

"¿Leche caliente? ¿Cuántos tiene, 5 años?"—Pensó el pelinegro.

Miro la taza que se encontraba en sus manos; observando el pequeño vapor que desprendía esta.

¿Se tomaba la leche caliente o la dejaba? No tenía alguna otra idea para poder dormir, entonces la única obsesión era beberlo.

Llevo la taza hasta sus labios, procurándose de no quemarse la lengua. Al terminarse todo el contenido de esta, relamió sus labios, quitando el bigote de leche que se le había formado.

Shizuo no se había movido de donde estaba, embobado viendo como el Omega se relamía sus labios de forma lenta y muy provocativa.

¿Cómo demonios no podría pensar en cosas pervertidas? Era algo totalmente imposible.

Izaya se levanto de la isla, despidiéndose de Shizuo y agradeciéndole la bebida.

El rubio lavo las tazas, las acomodo en su lugar, y se fue también a dormir.

Se arropo hasta la cara con las sabanas, cerrando los ojos al fin. Pero escucho como la puerta de su habitación había sido abierta.

Sintió como algo o mejor dicho alguien, se acostaba junto a él.

—Shizu-chan... ¿Estas despierto?—Susurro.

Sin respuesta.

—Bestiaaa~ —Susurro de nuevo, pero igual como la primera vez, no recibió respuesta alguna.

Espero hasta que el informante se acostara por completo, cosa que hizo rápidamente. Lo arrastro hasta sus brazos, atrapándolo completamente en estos; Llevo unas de sus manos hasta el vientre del pelinegro, acariciándolo. Izaya no rechisto o se inmuto, tan solo cerro sus ojos, disfrutando en silencio de aquellas pequeñas caricias que le proveía el rubio.

Poco a poco el sueño los arropaba a los dos.

Al Omega que no admitía los sentimientos que crecían cada día en su interior por el rubio, y el Alfa que solo se limitaba a sentir  a aquel pequeño o pequeña que crecía en el interior del informante.

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Y aquí el nuevo capitulo.

Perdón por tardar \ (•◡•) / pero es mejor tarde que nunca xD.

Espero que les haya gustado el nuevo Cap. Quise hacer un Capitulo todo dulce y tierno, lleno de diabetes.

Shinra es un asco de persona (╥﹏╥)

¿Quien creen que aparecerá en el próximo Cap?

Nadie sabe... No enserió. Nadie sabe porque ni yo lo se xD

Hasta el próximo Capitulo. Bye Bye~

Te necesito [Shizaya|Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora