Capítulo 4

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Después de haber cenado, me quedé sentada en la cama. No había contestado a mi hermana a nada de lo que me preguntó. No quiero. A ella no le importa. Miré varias veces mi móvil en busca de algún WhatsApp de Zayn. Ambos estábamos en línea, pero ninguno decía nada. Al final, fui yo la que comenzó a hablar poniendo un <<Hola>>. Así de soso.

Zayn, ni caso. Cinco minutos después seguía sin contestarme. Pero él estaba en línea. Otro mensaje mío: <<Zayn, ¿estás ahí?>>. Nada. Pasaba de mí.

Me puse el pijama, y dispuesta a dormirme, me tumbé en la cama. Pero un ‘beep-beep’ me hizo coger el móvil de nuevo y mirarlo: Zayn. <<Perdón por no hacerte ni caso>>. Que directo. Le dije que la que lo sentía era yo por lo que ocurrió antes. Me sentía mal, ya que después de haberme besado, le había dicho que me llevase a casa. Zayn contesto con un <<No importa>>. Dejé el móvil en la mesilla. Ya le llamaría mañana; tenía sueño.

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Hacía quince minutos que estaba despierta. No paraba de darle vueltas a lo que pasó ayer. Tengo que hablar con Zayn; y cuanto antes, mejor.

Me duché, vestí y me hice una coleta alta.

Desayunando, mi hermana seguía igual de pesadita que la noche anterior. Sabe que la voy a ignorar y no voy a hacer caso a ninguna de sus preguntas; no sé por qué sigue esforzándose.

Subí a mi cuarto y decidí llamar a Zayn. Ya no aguantaba más. Contestó a los cuatro pitidos:

*Conversación telefónica*

-¡Zayn!

-Hola, ______. –Le acababa de despertar, seguro. Su voz sonaba a estar medio dormido. ¿A qué hora se levanta?

-¿Puedes pasarte hoy a las seis por mi casa?

-Eh... Claro.

-Vale, genial. ¡Gracias!

-No me las des. Estoy a tu disposición las veinticuatro horas del día. –Reímos.

-Hasta luego, bobo.

-Adiós, pequeña.

*Fin de la conversación*

¡Pero que mono es! Reí. En verdad, este chico es un cielo. ¡Para comérsele!

No tenía nada que hacer. Salí a dar un paseo pero, esta vez, no muy lejos. No quería perderme de nuevo.

Cuando ya me había cansado de caminar, me senté en un banco. Unas voces detrás de mí me hicieron girarme. Un grupo de tres chicas se acercaba al banco en el que yo estaba sentada. La más alta era rubia, con ojos azules. Tenía el pelo recogido en una coleta, pero aún así, estaba despeinada. Me recordaba tanto a Kate. Otra, mucho más bajita, de pelo negro y ojos verdes, me miraba atentamente. Y la última, sonreía, mientras jugaba con su melena con mechas californianas.

-Hola, ¿quién eres? –Dijo la más alta.

-______. ¿Vosotras?

-Yo soy Emily. –Habló ahora la más baja. –Y ellas son Will –señaló a la rubia- y Alex. –La chica de las californianas levantó su cabeza, de modo de saludo.

-Encantada. –Mascullé.

-¿Eres nueva aquí? –Me preguntó Will.

-Sí. Este es mi segundo día en Londres. ¿Queríais algo en especial?

-Te vimos sola, y como no nos sonabas, decidimos acercarnos.

-Ah.

-Íbamos a ir de compras. ¿Te apetece venir?

Don't Let Me Go [Zayn Malik & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora