Los Sentimientos Del Dragón ✓→ [Steve Rogers]

TREINTA Y UNO

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La respiración de la morena era pausada y tranquila, su semblante estaba relajado al igual que su cuerpo, sin duda había caído en un sueño profundo gracias a los brazos de Steve el cual estaba igualmente dormido abrazando a su chica. 

Ambos se encontraban en la sala principal de la torre Avengers ya que les había ganado el sueño mientras veían películas de todo tipo.

Y hubieran seguido durmiendo de no ser por el grito de Tony que los despertó cruelmente de su siesta.

—¡¿SE PUEDE SABER QUE DEMONIOS HACEN USTEDES DOS?! 

Regina y Steve saltaron por el susto provocado gracias al grito de Tony, fue entonces cuando se dieron cuenta de que estaban en el sofá y los brazos del capitán seguían rodeando el cuerpo de la morena, con un poco de pena ambos se separaron al ver a todos los vengadores riendo y sobre todo al ver la furia de Tony.

—Tú ven para acá. -Jalo a Regina de su mano y la posiciono detrás de él. —¿No que vienes de otra época? Pues comportarte como tal, Rogers.

—Tony yo...

—Tony yo nada, viejo mañoso.

—Cariño, si lo ves por el lado bueno Regina pudo dormir tranquila. -Comentó Pepper quien caminaba hacia ellos. —Por primera vez en mucho tiempo, aparte solo les gano el sueño.

—¡¿Pero por que ella?! -Pregunto molesto mientras sacudía a la morena. —¿No pudo haber escogido a la ex-enfermera?

—¡Anthony! -Chillo Regina ante la mención de Sharon.

—Tony, en verdad lo lamento. -Habló rápidamente Steve. —Pero no hicimos nada malo ¡Lo juro! Solo vimos unas cuantas películas y supongo que nos quedamos dormidos y...

—Viejo mañoso. - Susurro indignado al tiempo en que le veía con reproche, para después tomar a la chica dragón de los hombros y llevarla a la cocina. —Ni creas, ni creas ¡Ni creas que dormirás con él de ahora en adelante, Regina Madeleine Stark!

La nombrada suspiro con cansancio pelear o discutir con Tony era caso perdido.

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—¿A donde vamos Steve? -Preguntó Regina quien abrazaba la espalda del rubio ya que iban en la motocicleta de este.

—Brooklyn.

—¿Qué haremos ahí? -Preguntó con curiosidad.

—Iremos a un parque al que solía ir mucho cuando era niño. -Comento mientras sonreía ante el recuerdo.

La morena sonrió enternecida el hecho de que Steve la este involucrando más a su vida le alegró de sobremanera, fue entonces cuando una sonrisa de boba la invadió ¡Era novia Steve Rogers! Lo cual era lo más jodidamente hermoso del mundo, ahora ya podía presumirlo ante todo el mundo.