Los Sentimientos Del Dragón ✓→ [Steve Rogers]

TREINTA

¡¿QUÉ?!
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Los rayos del sol a penas estaban haciéndose visibles en la torre, en el balcón de esta se encontraba Anthony jugando con su pequeño hijo el cual lo había obligado a despertar gracias a su actividad mañanera.

—¿Sabes? A veces pienso que es hijo de Milena, suele tener mucha energía, sobre todo en las mañanas. -Comentó el millonario al sentir a Regina acercándose.

—Si fuera hijo de esa rubia, sería una bomba de energía. -Respondió mientras sonreía, al escuchar la voz de la morena el bebé rápidamente volteo y comenzó a balbucear mientras extendía sus manitas pidiendo que lo cargara, cosa que no dudo en hacer.

—Es increíble lo mucho que te quiere. -Dijo mientras se acomodaba en el barandal para ver el amanecer.

—Lo conozco desde el vientre de su madre, de hecho yo fui la primera en enterarme de que venía en camino.

—Le ganaste a Pepper.

—Ventajas de ser yo ¿Verdad pequeño? -Howard dio unos cuantos aplausos mientras  baba escurría de su boca. —¿Hay alguna pista sobre Loki? - Pregunto con fingido desinterés.

—Ese bastardo sabe esconderse, es el rey del engaño no lo encontraremos rápido.

Regina dio un suspiro mientras detallaba un olor en especial, menta y brisa marina en uno mismo, su expresión cambió a una de nostalgia por unos breves momentos para luego mirar a Tony.

—¿Cómo lo llevas?

—¿A qué te refieres?

—Tú sabes de lo que hablo.

El filántropo suspiro para luego mandarle una mirada reacia a la morena, pero no le quedaba de otra más que contestar.

—Me agrada que estén aquí, pero eso no implica que ya olvide lo de hace un año, puede que yo haya empezado mal, pero la traición de Nat, el engaño de Rogers, eso es algo que aún no supero ni superare, sobre todo lo del rubio.

—Lo estas haciendo bien, pero ¿Por qué no le das una oportunidad de hablar?

—No lo merece. -Afirmó rápidamente. —Tuvo mucho tiempo para hablar y no lo hizo, lo único por lo que no lo maté fue por ti, porque tú lo pediste.

—No eres una mala persona Anthony, se que no lo hubieras matado.

—Eso no fue lo que viste en tu visión. - Refutó el filántropo quien estaba enterado de todo lo que sucedió con la morena en ese lapso de tiempo.

—Lo sé, pero de la misma forma también sé que al único al que hubieras matado sería a Bucky.

—Lo que sea no pasó y ya. -Dijo de mala gana sin querer admitir aquello.

—Eres admirable, estás dejando tu coraje de lado para que esto de las gemas se solucione pronto, fue un gran gesto que dejaras a todos quedarse. -Dijo mientras le dedicaba una leve sonrisa. —Estoy orgullosa de que seas mi padre.