Me Enamoré Del Instructor De Zumba

Catorce

Las floripondias llovían, los pájaros morían a balazos, la gasolina faltaba y la felicidad de Dipper estaba al suelo.
Con un vestido de novia del tianguis, lloraba en la estación del metro viéndose patético al ser plantado de forma tan brutal en el altar.
Como una novia de rancho, bañada y alborotada lo habían dejado.

Bill había estafado a más de mil gentes y había huido a México, donde se mudó a uno de los tantos estados, comiendo tacos, disfrutando de su dinero y dando zumba.

Dipper sólo había sido de diversión, de un rato, como una canción de Romeo Santos.

Había dejado de vender Herbalife.
De tomar cafés en Starbucks.
De ver a Phill y a el Brayan.
De robar tangas en Waldos.
Y papel higiénico en el Aurrera.

Su vida prácticamente había perdido color, y dinero claro, sobre todo eso.

Y ahora, en el patio de su novio, escuchaba eslipi guit sairens mientras se cortaba con galletas María, bajo una lluvia falsa causada por Wil... Brayan, con la manguera, parado en el techo.

—¿Qué demonios haces Pains? —Cuestionó el pelirrojo una vez salió de la casa y se encontró al muchacho ahí.

—Es laura sad, soy un cray beibi ¿Recuerdas?

—K ... Qué mierda ¡Párate! ¡Brayan deja esa pendejada! —Le gritó al chaca azulado quien instantáneamente como una marushan, apagó la manguera. —Se prendió esta mierda.

—Phill... ¿Qué debo hacer?

—¿Qué debes hacer? Acabar esta novela, de una vez por todas, dejar de dar lástima, entender que Bill no te quería ah y que en primer lugar lo rechazabas más que el JJxYuuri.

—Anda que lo crack es vergas

—Deja de hablar como naco.

—¡Pero mi novela debía tener un final lindo! ¿Qué pasó?

—Que si tú te propones darle un final lindo lo tendrás, ¿Acaso no lo notas Dipper? ¡Tú tienes el control de poder manipular a CipherNoir!

—¿Quién?

—La tipa que se está cagando de risa mientras te hace sufrir.

Ambos personajes miraron hacia arriba, notando de... Keh, oh vamos no me miren a mí.

—Tú siempre me matas —Dijo el Pines.

—Yo siempre soy el malo —Le siguió Phillip

—¡Y yo siempre lloro! —Gritó William igualmente.

—Como sea, ¿Lo ves? Ahora me está controlando para que diga la lección.

—¿Lección?

—¡Sí! Dipper... Bueno realmente no lo sé pero ¡Mírate! Tú puedes hacer tu historia, te metes en la cabeza de cada una de éstas chicas y chicos, haciendo, manipulando a tu gusto para que ellas sean capaces de plasmar la vida que anhelas en un escrito digital que les leído por miles! Haz hecho llorar, reír, gritar y enfurecer a mucha gente ¿No lo notas? Tienes un don! Uno que es único, el hacer que cada persona se enamore de ti, te recree a su antojo y seas feliz, triste maldito en todas tus vidas, quizá no sea el mejor final pero sí el más marcado en tu vida.

—Fil

—ke?

—Aun no quiero acabar ¡Quiero ser feliz! ¡NOIR, NO SEAS PERRA! NO ACABES LA HISTORIA

—Yo sólo hago las cosas que quiero ¿Si? —Reí

—¡No puedes dejarme así! Soy tu idea, no puedes matarme aun

—No planeaba matarte

—Pero a Bill sí

—... Touché

Pines tomó la iniciativa, alzó el puño y gritó con gloria;

¡ZUMBA!