Capítulo 28

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Todo fue tan rápido, el cuerpo inerte de Nick seguía sobre mí y yo lloraba sin ningún remedio. Iker se burlaba de mí. En mi cabeza escuchaba una voz repitiendo mi nombre, una y otra vez. Como sí fuera una canción.

Ana, Ana, Ana...

Tan feliz estaba de que Nick hubiera llegado a mi vida que no tuve tiempo de agradecerle. ¡Dijo que me amaba! Ahora por culpa de Iker está sobre mí. Muerto.

De sólo pensarlo mi cabeza da mil vueltas. Y aquí viene de nuevo, esa canción... Ana, Ana, Ana...

— ¡Ana por favor despierta...! —¿Nick? Pero sí Nick está...

Mis ojos se abren de golpe y lo primero que veo es un Nick preocupado frente a mí. Sin pensarlo dos veces, me le lanzo encima y lo abrazo. Nick está sorprendido por mi arrebato y sus brazos siguen abiertos, luego de unos segundos, sus brazos me envuelven y su perfume inunda mis fosas nasales.
Comienzo a sollozar y Nick acaricia mi cabello lentamente.

— Nick... Tú... —un pequeño hipo interrumpe mis palabras y trago saliva antes de continuar, pero Nick nos separa y toma mis hombros. Sus ojos me detallan y yo sorbo por la nariz, sé que es algo poco correcto y no es algo de una dama, pero me sentía tan mal en estos momentos...

— ¿Estás bien, nena? —Nick habla. Yo asiento y trago saliva. Me abrazo a él nuevamente y me convenzo que nada de esto fue real. — Fue sólo un sueño, pequeña... —asiento en su hombro. Sólo un sueño...

(...)

— O sea que ahora prácticamente vives en la casa de Nick... —habla mi mejor amiga con la boca abierta.
— ¡Shhh! Sí... Pero, ¡no hables tan fuerte! —la regaño y ella ríe por lo bajo. Ella hace ojos soñadores y hace un pequeño puchero. — Yo quisiera que Lucas fuera así de protector conmigo, para irme a vivir con él... —golpeo la mesa y la miro fijamente.

— ¡Shhh, Dani! —ella ríe.— Sabes que Lucas te ama, y mucho... —ella asiente sonriente. Entonces recuerdo mi sueño.

— ¿Con qué te vengaste de Katherine? —mi mejor amiga aplaude y sus labios forman una sonrisa gigante.

— Sí no es que siente vergüenza, creo que la veras pronto... —y no se equivocó, segundos después, Katherine estaba abriendo la puerta de la cafetería con mucha fuerza (que no creía que tuviera) y de golpe. Su cabello o parte de su cabello se escondía bajo un gorro de lana blanco. Pero pequeñas hebras rojas sobresalían dejando ver su nuevo tono de cabello. Me giro y veo a mi mejor amiga.

— ¡CÓMO EN MI SUEÑO! —exclamo y ella asiente con una sonrisa de autosuficiencia.

— Cómo en tú sueño. —golpeo su brazo y ella comienza a reír, luego nuestras risas paran, las dos hemos pensado lo mismo.

Iker y Thadeo.

Sus ojos hacen contacto con los míos y tenemos una pequeña conversación.

* ¿Los has visto hoy?

* No. ¿Tú?

* Vi a Iker temprano.

— ¿Qué le pasó a su rostro? —aparto la mirada y juego con una pulsera de cuero que encontré en la mesita de Nick, me gustó y me la coloqué. 

— Ya lo sabes... —susurro y de reojo veo que ella niega con la cabeza.

— No, amiga, ¡últimamente me tienes desactualizada! Te pedí perdón, no me has perdido, Ana... —cierro mis ojos con fuerza y niego con la cabeza mordiendo mi labio inferior.

— No es eso, Dani... Sólo... —tomé aire. — Hablamos de esto luego... —susurré y ella finalmente asintió. El timbre sonó y cada una se levantó con el mismo destino, Literatura.

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