Capítulo 33

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Maratón (1/3)

En el capítulo anterior...

— Lamento interrumpir su dulce momento... Pero, ¿Ana? —miro a Anmy y ella tiene su típica sonrisa de cuando algo no sale bien. — ¿Podías tardarte un poco más? Sólo pregunto... —me rio y escucho a Dani contener la respiración.
— ¡¿Anmy?! —

~°~

*Llamada*

— ¿Hola, sí diga? —hablé ocultando mi risa.

¿Ana?

¿Ana? ¡¿Estás ahí?!

— ¿Ah? Sí... Nick, ¿que sucede? —

Nena, por favor... ¿Sabes dónde quedaron las llaves del Jeep?

— No, no tengo idea... —

~°~

— Egocéntrico. —

Enojona.

— Idiota. —

Tonta.

— Imbécil. —

Bonita...

— Sí claro... —

Admite que amas a éste imbécil

— Sueña. —jamás admitiría algo como eso.

Hazlo...

— No admitiré que te amo, pero sí que te quiero, ¿vale? ¿contento? —

— ¡Anabela Elizabeth Clayton Broggi! —oh, oh. Mal momento para esa confesión.

Capítulo 33.

Cuelgo la llamada de golpe y respiro varias veces antes de voltearme y ver a mi padre hecho una furia, ¡¿mi padre?! ¿Que hacían aquí? Todavía no era su fecha de vuelta... ¿o sí?
Finalmente me volteé para ver a James con una sonrisa de oreja a oreja. Lo fulminé con la mirada, y corrí hasta él para golpear su pecho, claramente, sin surtir ningún efecto en él.

— ¡Eres un idiota! —me cruzo de brazos y él comenzó a reír.

— Nuestra linda y pequeña Ana ya tiene novio... —bufo y un cabello cae a mi rostro, soplo y éste se levanta y vuelve a caer. — Sabes que los novios no son lo mío... —comento apartando la mirada. Mentira. Ya estaba comenzando a enamorarme perdidamente de Nick... Pero jamás le diría eso. En cambio, James me guiña un ojo.
— Tranquila, yo guardaré tú secreto —ruedo los ojos y sonrío. Pronto oigo la voz de mi prima llamando mi nombre, así que volvemos a entrar a la casa. Al entrar, Dani muerde su labio nerviosamente y mi prima tiene sus dos manos a cada lado de su cintura.

— ¿Ana? —habla Anmy. — ¿Vamos a tú habitación? —asiento dudosa y pronto estamos por abrir mi puerta cuando Dani entrelaza sus dedos con los míos y ejerce algo de presión. Volteo y ella articula con sus labios un Lo siento... Y quedo más confundida aún. Finalmente la puerta de mi habitación se abre y deja ver aún el desatre que hice antes de que Nick me llevara a su apartamento y prácticamente me encerrara con él para "protegerme". Miro a Anmy que su respiración lenta es lo único que se oye en el ambiente, hasta que sus palabras pronto salen de su boca.
— ¿Y esto...? —camina lento hasta mi closet, el cuál se encuentra completamente vacío, sólo por la excepción de unos cuántos zapatos. — ¿Qué demonios sucedió aquí? —me estremezco, muy pocas veces había oído a mi prima maldecir, sólo lo hacia cuando estaba estresada o muy, muy molesta.

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