Regina llegó a la escuela aún con la cabeza llena de pensamientos. No había dejado de pensar durante todo el domingo en la reacción que habían tenido Emma y Henry al regresar a casa. La historia de la alergia no se sostenía, es más, estaba casi convencida de haber visto ya a Emma comer tarta de manzana en Granny. ¿Era acaso ella tan mala cocinera? ¿Habría algo detrás de ese rechazo?
La mañana transcurrió a una lentitud infinita, tenía la impresión de que los niños se habían puesto todos de acuerdos para estar esa mañana de mal humor. Algunos se negaban a participar en el taller de pintura, otros dejaban caer con toda naturalidad al suelo los pequeños recipientes llenos de diversos colores, incluso, los más rebeldes, contra las paredes.
Con un placer no disimulado Regina acogió la pausa para el almuerzo. Tenía una hora solo para ella, una hora para despejar la mente e intentar calmar la agitación que se anclaba en su interior. Se unió a Mary Margaret en su despacho para compartir juntas el almuerzo, pequeño ritual que habían instituido desde la llegada de Regina a la escuela. Se sentó frente a la joven morena sin decir la menor palabra, desdobló cuidadosamente su servilleta encima de la mesa, después sacó su ensalada variada que se había preparado ella misma. Sin gran placer, se llevó el tenedor a la boca y comenzó su almuerzo.
Snow la observó por el rabillo del ojo durante varios minutos. La morena más vieja repetía los gestos como un robot. Hundía su tenedor en su plato y se lo llevaba a su boca, pero todo indicaba que no tenía ningunas ganas de comer.
«¿Algo va mal, Regina?» preguntó dulcemente Snow
«No, no...no es nada...solo que esta mañana los niños están insoportables» respondió Regina sin tomarse la molestia de levantar la cabeza.
«¿Sabes? Los niños son muy sensibles a las emociones...pueden ser que estén así porque te hayan sentido contrariada»
Regina dejó su tenedor sobre la mesa y se hundió en la silla. No servía de nada comer, ya que evidentemente su apetito no acompañaba.
«Creo que Emma y Henry quieren irse...los dos me evitan...¡y ayer se han negado a comer lo que había hecho para ellos! Pero no comprendo nada. El sábado, Emma me juró que nunca me iba a mentir, después pasó la noche conmigo, a la mañana siguiente va a...»
«¿QUÉ?» gritó Snow a punto de atragantarse.
«¿Qué de qué?»
«¿Cómo que Emma ha pasado la noche contigo?»
Snow estaba ya imaginándose a su hija y a su madrastra en una relación carnal. Una imagen de las dos mujeres desnudas, una junto a la otra, se coló en su retina y tuvo que cerrar los ojos al notar como le daba un vuelco el corazón.
«OOOOOh....No, no es eso....en fin, no es lo que imaginas...Emma y yo dormirnos a menudo juntas, pero ¡no es en absoluto lo que tú crees! Solo nos quedamos dormidas la una en los brazos de la otra...nada más» se defendió una Regina que se ponía cada vez más roja sintiéndose cogida en falta.
Snow se tragó dificultosamente el trozo de sándwich aún en su boca, cogió la botella de agua que tenía delante y bebió un gran trago lamentando amargamente que solo fuera agua lo que había en la botella. Necesitaba algo más fuerte en ese momento. Dejó la botella con un gesto lento y preciso, después carraspeó y preguntó curiosa
«¿Qué quieres decir con "a menudo"?»
«No lo sé....al principio era sobre todo por mis pesadillas...ahora es porque generalmente nos dormimos viendo la televisión o mientras charlamos»
«Oh...de acuerdo...ok...»
«Me gusta, ¿sabes?...dormir en los brazos de Emma...quiero decir...me siento a salvo»
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Recuerdos
FanfictionTRADUCCIÓN. Se trata de la traducción del fic francés Memoy de Zeb410. Regina consigue detener la maldición de Pan, pero algo sale mal y la única afectada es ella. Regina ha perdido todos sus recuerdos. ¿Qué pasará ahora? ¿Cómo se enfrentará a su n...