Parte sin título 11

2.7K 248 42
                                    


Emma tenía que hablar con Henry, y lo más rápido posible, tenía que avisarlo sobre su mudanza, y recordarle que era urgente que rompiera la maldición. Evidentemente no había nada oculto tras ese deseo urgente, no era en absoluto para saber si Regina se sentiría aún atraída por ella al volver a ser ella misma, ¡en absoluto! Era necesario hacerlo por altruismo, pues, definitivamente, no era muy humano dejar a la morena que continuase viviendo sin ningún recuerdo de su pasado. Y cuánto antes se rompiera la maldición, antes Emma podría volver a vivir con normalidad, es decir, sin pensar en la magnífica morena que llenaba sus pensamientos noche y día.

Había acordado con Neal que se encontrarían en el parque para que la rubia pudiese hablar tranquilamente con su hijo. Había notado por la voz de su ex que estaba más que feliz de que ella pasase la tarde con los dos, y enternecida por la felicidad de su voz, no había podido sino resignarse a mantenerlo ignorante sobre el verdadero motivo de la reunión. Ya se enfrentaría a ello cuando llegara el momento.

Mientras tanto, Snow desembarcó en casa de Regina para hablarle de la idea del pirata de poner celosa a Emma. El espectáculo que vio al llegar le rompió el corazón. Regina estaba aún sentada en el suelo, en la entrada, su cabeza entre las manos murmurando palabras que eran incomprensibles debido a los sollozos.

Se acercó dulcemente a su amiga y se arrodilló ante ella para hablarle.

«Regina...estoy aquí...»

La Reina tomó consciencia de la presencia de su amiga y se lanzó a sus brazos para encontrar algo de consuelo.

«Se ha marchado, Mary...se ha marchado...»

«Lo sé...» le respondió Snow acariciándole suavemente la espalda para tranquilizarla

«¿Qué voy a hacer sin ella...?»

«Vamos a hacer que vuelva...te lo prometo Regina»

La ex alcaldesa se dejó alzar por su amiga que la llevó hacia el salón. Snow marchó hacia la cocina a llenar un gran vaso de agua, después volvió para dárselo a Regina que humedeció sus labios por reflejo. La joven maestra explicó la razón de su visita, y a medida que iba hablando, veía la expresión de su amiga cambiar radicalmente, pasando de la sorpresa a la incomprensión, y finalmente al horror.

«No...me niego...»

«¿Cómo que te niegas?»

«No quiero hacer sufrir a Emma inútilmente...ella me ha dicho que necesitaba tiempo y espacio, así que voy darle lo que me ha pedido...pero me niego a jugar con ella»

Snow se quedó completamente estupefacta, con sus brazos extendidos a la largo de su cuerpo, ante la reacción de su amiga. Por supuesto, a ella no se le había pasado por la cabeza que Regina podría negarse, la ex Reina había aceptado sin pensarlo, adepta como era a la manipulación, pero esta nueva Regina tenía un concepto de la moralidad mucho más desarrollado, y sobre todo profundos sentimientos por la bella rubia.

«No te digo que vayas hasta el final...solo ponerla un poco celosa para que abra finalmente los ojos ante sus sentimientos por ti...»

«No es correcto, Mary...no se manipula a la gente de esa manera...mucho menos a las personas que amamos...entonces, no, lo siento...pero me niego»

«Pero...»

«Sé que piensas que haces bien...pero conozco a Emma...va a enfadarse si se da cuenta de que todo es un juego para ponerla celosa...no quiero perderla completamente...es demasiado arriesgado»

«¡Pero si no haces nada va a continuar alejándose! También conozco a Emma, y créeme, ¡es la mejor solución!»

«No puedo...no quiero...y además....de todas maneras no sería creíble...Emma sabe muy bien que es a ella a quien quiero, y ¡que no aprecio particularmente a Killian!»

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora