Preocupaciones

785 74 1
                                    


-Perdón, ¿Porque? - Exclamo la rubia mirando fijamente a su amiga, si le había hecho daño ella se encargaría personalmente de hacerlo sufrir, hasta que dejara de respirar. 

-Cuando llego el mensaje de Sasuke salí corriendo a recibirlo y se me olvido que estaba con Hinata - Dijo rascando su cuello. 

-No te preocupes Naruto-kun - Decía algo sonrojada la ojiperla feliz por la disculpa del rubio. 

-¡Claro que sí importa!, por eso mismo deberías llevar a Hinata a otra cita! - La rubia le tiro una "indirecta" a su amigo. 

-¡Claro que si! Dattebayo - Hinata en ese momento no sabía si realmente podía sonrojarse más, pero se estaba sintiendo un poco mareada y sus piernas se estaban sintiendo pesada. Se acordó  de su enfermedad y necesitaba acostarse  lo mas rápido posible antes de que pasara a peores. 

-Ino, vamonos... - La oji-perla le mando una simple mirada a su amiga con la cual conectaban y entendían lo que sucedía en cada momento, en las misiones era muy útil. 

-¡Si claro! ¡Nos vemos! - Salio con Hinata lo mas rápido que pudo para llegar a la mansión. 

-¿Les pasa algo a tus amigas Sakura? - levanto una ceja el azabache, la reacción que habían tenido en estos momentos realmente era rara, para alguien que no entendía esas miradas de mujeres. 

-Deben estar cansadas solo eso - dijo rascándose la nuca con una gotita de anime en la cabeza, Sakura solo pensaba en lo hermoso que se veía el azabache. 

-Hmp - Fue su única respuesta. 

-¡Sasuke!, Porque no vamos a comer ramen para celebrar que llegaste, Dattebayo - hablaba con emoción el rubio, hace mucho tiempo que no ve a su amigo y quería pasar todo el tiempo del mundo con su amigo. 

-Tengo que ir donde el Hokage - Sus frases cortas características. 

-¡Yo te acompaño Sasuke-kun! - feliz la oji-jade - Tengo que ir a verlos de todas formas para algunos asuntos. 

-hmp - fue lo único que respondió otra vez, para empezar su camino hacia la torre del Hokage.

-¡Nos vemos Naruto! - Decía la Haruno mientras se iba tras Sasuke, le quedaban seis  meses de vida y no iba a desperdiciar ningún minuto con el azabache. 

------------

Hinata ya se encontraba en su habitación, cuando los chicos no los vieron con Ino salieron corriendo hacia la mansión, Ino rápidamente la acostó, su pecho se encontraba apretado como si se lo estuvieran apretando. Su respiración se encontraba entrecortada y muy superficial, cada segundo que pasaba sentía como estaba desfalleciendo. 

-¿Hinata? - Ino recién entro a la  habitación corriendo a la cama de su amiga y sentarse en la orilla. 

-Ino - decía entre respiraciones entre cortadas  - Creo que no me siento bien. 

-Créeme que me doy cuenta - Hablo preocupada mientras buscaba una mascara con oxigeno y se la ponía a Hinata, poniéndolo en máximo -  Iré por Tsunade-sama.

-Es...es...esta b...bien - intentaba hablar pero su respiración todavía no se normalizaba completamente e intentaba inhalar hondo. 

Ino sin pensarlo salió corriendo hacia el hospital donde sabia que se encontraría con la susodicha. Al entrar al hospital se dirigió a la oficina de Tsunade corriendo golpeando casi todas las cosas que casi se cae muchas veces. 

-Tsunadeee- entro sin preguntar, había corrido tanto que se encontraba cansada y le costaba respirar pero no tanto como su amiga. 

-¿Que sucede?, porque tan apresurada- exclamo la otra rubia, estaba preocupada por el estado de salud de sus estudiantes y más por que la rubia llegaba exaltada. 

-Es....es Hinata!!!, no está respirando bien, se siente demasiado  mal - Tsunade se paro y se dirigió a la mansión Hyuga en dos segundos. 

Ino salio lentamente del hospital, correr hacia allá  hizo que se quedara sin fuerzas suficientes para poder caminar con energía, se encontraba muy agotada, sus pasos eran lentos y arrastraba los pies. 

Un poco mas allá se encontraba un chico pálido con un cuaderno de dibujo  en sus manos , miro a la chica rubia que se encontraba un poco más adelante, encontraba que ella perfecta para sus dibujos, sus facciones eran perfectas para poder dibujar. 

La rubia  miro hacia el lado y se encontró con la mirada del azabache, su mirada oscura y fría no tenia expresión. Pero ella se encontraba frustrada como para pensar en el, las lágrimas de la rubia  se asomaban por sus celestes ojos, quería hablarle, pedirle una cita.... cualquier cosa pero en estos momentos su estado no la dejaría... lloraba porque quería seguir viviendo, llorara porque aun era joven para sufrir tanto, lloraba porque lo quería demasiado. 

-Ino... ¿Estas bien? - El pelinegro se acerco a su compañera lentamente. 

-Si, solo estoy un poco cansada - La rubia miro hacia otro lado, no quería que el viera sus lagrimas, y sus ojos hinchados. 

-Si quieres te puedo acompañar a casa - dijo mostrando su sonrisa falsa, la misma que hizo que la rubia se enamoraba 

-No es necesario Sai - dijo fría, se sentía débil por eso, aunque muy adentro solo quería pasar un tiempo con el, su orgullo no se lo permitiría. 

-Ah, ok - Se separo de la chica y se dirigió al lado contrario, a los pocos pasos sintió un ruido fuerte y después el  sonido de hartas personas, cuando el se dio vuelta encontró a Ino tirada en el piso inconsciente.

-Ahh, ok - Se separo de la chica y se dio vuelta para irse por el lado contrario, al dar unos cuantos pasos escucho un fuerte golpe que retumbo en el piso. El sonido de muchas personas  por lo cual el decidió darse vuelta para ver lo que sucedía, encontró que su amiga rubia estaba tirada en el piso totalmente inconsciente. 

Nuestro último deseo (Naruhina -Sasusaku - Saiino)(Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora