Hola. [3]

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*/*/*Parte 3 */*/*


Mi madre se paró primero, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura con fuerza, enterrando la cara en su costado. Él la abrazó estrechamente a su cuerpo. Harry sonrió, mirándome en cuanto él levantó su otro brazo, ofreciéndome un abrazo. Salté, rápidamente aceptando su oferta. Apoyé la cabeza en su pecho, las lágrimas rodando por mis mejillas.

"Harry". Exclamé en voz baja.

Mi madre seguía aferrada a él mientras yo me movía hacia atrás, mirándolo a la cara. Yo no podía creer que era realmente él. Después de todo este tiempo, nunca pensé que volvería a verlo.

"Eres tan alto." Comenté.

"Eso o ustedes dos se encogieron." Harry respondió alegremente.

"Tu voz está más profunda".

"Me dijiste eso en el teléfono." Él se echó a reír.

No pude evitar sonreír al escuchar su risa otra vez. Mi mirada pasando sobre él, mis manos estirándose hacia su brazo libre. Sentí que mi boca cayó ligeramente abierta en cuanto le apreté uno de sus bíceps.

"Mierda, tus músculos son enormes." Dije con incredulidad.

Todavía no podía dejar de pensar de él como un torpe adolescente de dieciséis años de edad. Su cuerpo había perdido toda la grasa de bebé que una vez había transportado. Sus músculos creciendo y definiéndose.

"Puede que no que ahora ya no logres hacerme una llave de luchas." Bromeó.

"No puedo creer que seas tú." Susurré.

Pero al pensar en el tiempo que habíamos pasado separados, no podía dejar los recuerdos horribles de oír a mi madre llorar hasta quedarse dormida durante noches enteras. Deseando que ella hubiera hecho algo para detener a Harry de irse. Ambas estábamos angustiadas por su desaparición. El dolor volviendo con toda su fuerza. Era casi como si hubiera muerto. Las sensaciones que tanto mi madre y yo habíamos sentido, eran idénticas a la experiencia de que un ser querido se quede sin vida.
Solté su brazo, la cara de Harry sosteniendo confusión. Mi puño lo golpeó duro en el pecho.

"Auch." Harry frotó sobre el lugar adolorido.

"Nos dejaste." Sollocé. "Cuando más te necesitábamos, nos dejaste".

La burla en sus ojos desapareció. Mi mamá alejándose de él, mientras ambas mirábamos hacia arriba al muchacho que se nos había acercado. Nos paramos más cerca, mis dedos suavemente agarrándole la mano. Mi madre había estado callada durante esta reunión. Era mucho por absorber para ella, especialmente porque ella no había tenido la oportunidad de hablar con él por teléfono.

"N-no pensé que me querían." Hablaba en voz baja. "No después de lo que pasó."

Las palabras de Harry quedándose en mi corazón. Parecía un niño perdido, su apariencia física más fuerte no pudiendo ocultar la vulnerabilidad evidente que aún sostenía.

"Eres un maldito idiota, Harry. Por supuesto que te queríamos. E-eres mi hermano, yo siempre te amaré. "

Se mordió el labio mientras su cabeza bajó. Rizos cayendo sobre su rostro cuando sostuvo ambas de nuestras manos, casi demasiado asustado para dejarnos ir.

"Lo siento.", Susurró.

Desesperadamente traté de contener las lágrimas. Yo sabía que Harry había arreglado este encuentro en un lugar público para tratar de evitar una escena.

"Oh, Dios". Murmuró mi madre.

Su mano libre agarró la parte posterior de su cuello, tirando de él hacia abajo. Su cabeza descansaba sobre su hombro mientras acariciaba sus rizos. Le oí sollozar a la ligera, su gran mano sosteniendo la mía con fuerza.

"Lo siento." Su voz se quebró mientras repetía las palabras.

"Está bien, bebé." Mi madre consolándolo.

***

Nos habíamos movido de la barra a una de las muchas mesas en el restaurante. La impresión de ver a Harry de nuevo, poco a poco empezando a ser asimilada

"¿Dónde está tu cadena?", Le pregunté.

El collar había sido dado a Harry por su decimosexto cumpleaños. Ese regalo nunca se lo sacaba.

"Alguien más lo usa ahora".

Fruncí el ceño, sin entender por qué lo habría regalado. Significaba mucho para él. Pero mi mente de repente se había percatado de sus palabras de amor. Un jadeo cayó de mis labios, una sonrisa en mi cara mientras él sonrió tímidamente.

"¿Cómo se llama ella? ... ¿E-él?" Dije de prisa.

Él negó con la cabeza riendo.

"Jessy, me gustan las chicas". Él aclaró.

Estaba a punto de hablar de nuevo antes de que una camarera pechugona se acercara con las bebidas. Ella sólo miró de reojo a mi madre y a mí, su atención por completo en Harry, quien parecía imperturbable hacia sus intentos de búsqueda de atención de él.

"¿Hay algo más que les pueda traer?"

Su blusa hacia abajo, el escote mostrándose por completo mientras ella lo miraba a través de sus pestañas postizas.

"No, creo que estamos bien gracias." Harry nos miró a las dos.

Mi estómago se había estado revuelto durante todo el día ante la idea de ver a mi hermano otra vez, no había comido casi nada. No tenía apetito. Asentimos con la cabeza y la camarera resopló silenciosamente antes de partir. Miré a Harry que no parecía darse cuenta de los avances no tan sutiles que la rubia le estaba dando.

"Y al parecer a las chicas les gustas también."

Dark .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora