Soy culpable.

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CAPITULO 59

¿Alguna vez te has sentido observado? ¿Observado con un sentimiento más familiar que de un depredador? ¿Alguna vez te has sentido observado por completo?

Punto de vista de Harry

Me coloque en el puesto de estacionamiento, puse el freno de mano y apagué el carro. Una vez que me había desabrochado el cinturón mi manos de sintieron pérdidas. Al final cuando estaba manejando ellas tenían un propósito, firmemente plantadas en el volante. Ellas se veían ocupadas por sí mismas cuando no tenía nada que hacer ni a nadie a quién sostener, constantemente inquietas, tocándome las uñas, pellizcándome en la piel para confirmar de que en verdad estaba allí. Otra vez.

Mis labios casi mordidos, moviéndome en los asientos. Me estruje los ojos con un puño cerrado, un débil intento para combatir las exhaustivas noches. Empujé un poco las mangas de mi suéter, chequeando mi reloj dos veces. Cuatro minutos.

Yo apenas podía soportar mirarme en el espejo. Mis ojos estaban bordeados con círculos negros, labios partidos y secos. No lucía cómo yo. Sabía que esto había sucedido por mi culpa, estaba deshecho. Y no encontraba como regresar otra vez a mí mismo.

Fue a las 5:14 que me había ido temprano de mi trabajo solo para estar seguro. Tom me había atrapado esta vez, diciéndome que estaba cociente de que no había hecho ningún progreso por mí mismo. Estaba perdiendo clientes para entrenar, disminuyendo mi trabajo de una semana a tres días. No tuve el corazón para decirle que había terminado con intentar.

Tres minutos.

Me puse el pasa montañas (beanie) y me la ajuste en el espejo antes de salir del carro. Mis manos estaban heladas, no sentía los dedos y las uñas mordidas. La búsqueda de mis llaves se hizo mucho más retador por la ansiedad en la cual había caído. Dos minutos. Mi pecho estaba pasando por un mal tiempo manteniendo paz con mi corazón. Parecía qué mis miedos me estaban llevando todo de una vez, forzándome a palmar mis ojos y recostar mi frente en el frío metal en el borde del carro.

"Oh mierda", respire en pánico.

No ahora, declare antes de absorber un respiro que fue atrapado en mi garganta. Mierda. Hice lo posible para mantenerme de pie sin soporte, agitando mis inseguridades para caminar la pequeña distancia a mi puesto.

Me pare en donde siempre lo hacía, revisando mi reloj de nuevo. 5:32. Mi espalda se recostó sobre la pared de ladrillo de una de esas viejas paradas de autobús. No iba a durar mucho hasta que el concejal demoliera los que quedaban para que se ajustara a los modernos, paradas de vidrio. Estaba agradecido por el trabajo de ladrillo, si fuera transparente, ella me hubiese visto.

Casi a tiempo, ella emergió de la tienda a través del parque. A pesar de mi distancia de donde estoy parado, había un distinguido rosado en sus mejillas y rojo en su nariz. Mire mientras ella se colocaba su bufanda en su chaqueta antes de subir el cierre. Bo se balanceó en sus puntas de los pies, tratando en vano mantenerse caliente mientras ella esperaba. Mi respiración era visible en el aire, saliendo de unos labios rotos mientras observaba desde mi escondida posición. Me pregunte si sus dedos estaban tan fríos como los míos, metiéndolos en los bolsillos de mi suéter.

Sólo verla me trajo paz, un tipo de serenidad en la cual no podía encontrarla por mí mismo. De alguna forma ella era parte de la causa por la cual me estaba cayendo, pero aparentemente ella también era la solución, aliviando el peso en mi pecho que parecía golpearme en los días en los cuales no podía mirarla. 

Dan salió y todo el montón de felicidad que sentía inmediatamente se extinguió. El cerró la puerta mientras conversaban, mi estómago anudado por la facilidad de lo que sea que estuvieran hablando. Ellos no se tocaron pero era obvio que él deseaba estirar un brazo alrededor de sus hombros, mucho para que Bo se diera cuenta.

Si ella me estuviera esperando, me hubiese reído, acariciando su nariz y abrazándola en mi suéter abierto. Mis manos hubiesen sobado a propósito su espalda para regresas el calor perdido por el clima frío. Si fuera yo la hubiese besado.

Pero no es así.

Dan era el destinatario de su sonrisa juguetona y el gesto como siempre era recibido como dagas. Mi corazón se sacudió por el sentimiento de ausencia. Ella nunca me miraría así otra vez, y estaba deseando cruelmente que fuera al revés. Continúe sufriendo mientras ellos caminaban al carro de él. Mi distancia fue mordida hacia atrás cuando él le abrió la puerta del pasajero para ella y se subiera.

"Maldito idiota", murmure, volteándome lejos y procediendo alrededor de la esquina.

*****

Es un viejo sentimiento, algo reservado para los cuentos de hadas de ángeles guardianes.

*****

"Maldito hij..."

Él estaba aquí otra vez. Por las dos últimas tardes estaba aquí, mimando los pocos minutos que yo celebraba de verla después del trabajo. Presione la ropa sosteniéndola fuerte a mi cuerpo, construyendo el coraje que tenía en motivación.

Nada estaba realmente planeado, no había ninguna meta en la cual había buscado encontrar otra que la de del objetó que llevaba. Crucé el camino tranquilo por el borde del estacionamiento, saltando el bajó muro con una mano. El grito hacia atrás a la tienda, agregando una urgencia juguetona necesitada de que alguien se le uniera afuera. Eso fue hasta que el llevara los ojos hasta mí.

Quizás era la forma en la cual caminaba hacia él o por cómo apretaba mi mandíbula. Estaba muy seguro de que el predecía un golpe en la cara; bueno eso fue lo que yo asumí cuando el tomo un paso hacia atrás. Lo hubiese golpeado, uno limpio y justo para noquearlo, pero no estaba allí para causar alguna lesión.

Una vez que mi presencia se había calmado en su mente el miedo se disolvió. Desprecie la mirada que me dio, una de confusión y de victoria. Había una pequeña diferencia en nuestra estatura, pero más en nuestra necesidad de acertar la dominancia de la situación. No me moleste porque sabía cuán engreído era él.

"Dale esto a ella", yo instruí firmemente.

Mi mano estirada hacia su pecho, el material en el cual lo había hecho como una bola.

"¿Qué?"

Él había esperado una confrontación y al parecer estaba un poco molesto debido a la carencia de esta. Me sentía seguro que a él le hubiese gustado decirles a sus amigos sobre haber ganado una pelea, confirmando lo idiota que era.

"Sólo dáselo a ella"

Dan sabía exactamente a qué persona me refería. Él iba a hacer esto difícil, e incluso si fuera verdad, mi preferencia hubiese sido con el que enfrentarla a ella.

"Ella no quiere nada de ti. Ya no"

"¿Eres su representante ahora?"

El permaneció en silencio.

"Eres un imbécil engreído, ¿sabías eso verdad?" Le dije.

Dan ser rio de mi comentario, ni siquiera intentando negarlo. Él no tenía que hacerlo.

"Bueno, este imbécil engreído", el enfatizó a través de sus dientes, "es el que está pasando el tiempo con tu ex novia"

"Sabes vete a la mierda"

"Yo sé que tú la dejaste. Sé que ella quiere seguir adelante"

"¿Contigo?" Me burlé.

"Ella entiende que yo no la heriré"

"Sí bueno, yo no tengo los mismo principios contigo"

Me acerque, agarrando a Dan por el cuello de su camisa para mantenerlo en su lugar y mi posición. No tenía ninguna preocupación sobre decepcionar a Bo ahora, ya había terminado con eso. Ella probablemente odiaba mi existencia, un puño lanzado a la cara de Dan no iba a ser ninguna diferencia. Sus ojos azules lucían en shock, pero pronto me di cuenta que no era por el resultado de mi puño al aire.

"¿Harry?"

La voz era dudosamente tranquila. Mi mano se quedó por un momento antes de lanzarla hacia mi lado. El latido de mi corazón era audible en mis oídos, mi garganta estaba seca y no respiraba. La había visto en cubierta tantas veces, asegurando su seguridad para mantener mi mente frágil tranquila. Pero no estaba preparado para un encuentro cara a cara.

"Bo, no" Dan declaro.

Ella ignoró su instrucción, caminado al rededor atrás de mí y pararse a observar sobre el hombro de Dan. Ella estaba vestida con un abrigo pesado, una opción más útil que la chaqueta fina de deporte que había usado unos días atrás. Protegida por guantes, sus manos permanecieron a sus lados. Los ojos de Bo sostenían nada de sorpresa, sólo un pequeño sentido de temor.

"Él iba a golpearme" Dan señaló.

"¿Puedes decir honestamente que eres inocente de no provocarlo?" Ella preguntó retóricamente.
"Vete"

Mi estómago se desplomó cuando me di cuenta de que ella estaba protegiéndolo de mí. Dan salió de mi agarre, parándose entre Bo y yo antes de que ella tomará su brazo y lo atrajera detrás de él. Mi cabeza se hundió y estaba impactado por el sentimiento de pérdida. Nadie me quería aquí.

Mis dedos aún sostenían la ropa, inflexible desde que mis niveles de frustración ascendieron. No creo que mis pies fueran capaces de llevarme lejos de ella otra vez, así que permanecí plantado ahí escuchando mientras hablaban.

“¡Sólo ve y espera en el auto!”

Raramente había visto a Bo tan enojada, incluso con mi cabeza inclinada, su tono era sin precedentes.

“No te voy a dejar con él.” Objetó Dan.

“¡Entonces cállate!” No eres de ayuda.”

Me dio placer saber que él era el porqué de su frustración, eso ya nos hacía dos. Un quejumbroso “bien” fue murmurado antes de se diera la vuelta. El golpe de la puerta del carro cerrándose, confirmó que estábamos solos por primera vez desde que la dejé llorando en mis escaleras. Eso me dio algo de confianza.

“Yo…”

“Esto es tuyo.” Interrumpí por el pánico.

Mi voz era entrecortada y desgastada, y temí que ella no tomaría la ropa que me había confiado. Ella frunció el ceño al no reconocerlo hasta que estiré la camisa. Lucía lamentable. Mi plan era dejarlo fuera de la tienda, en la puerta, y luego irme, pero la idea había cambiado tan pronto como vi a Dan.

Bo lo tomo de mí y yo mire como su guante derecho era removido antes de meterlo en su bolsillo. Sus dedos desnudos fueron inmediatamente ubicados dentro de la fábrica de mi camisa. No quería juzgarlo mal pero el acto era como una reunión, ella lo extrañaba. Además era simplemente un agrado que Bo había tomado con la ropa, nada de un valor sentimental pero si la sensación estética. Yo desesperadamente espere que era porque la camisa me pertenecía. 
"¿Harry habías estado aquí antes? ¿Has estado...?"

"No es para asustarte"

"No estoy asustada" ella sonrió suavemente, mirando hacia abajo a la camisa.

"Es sólo para-para estar seguro de que estés bien. Lo prometo..."

"Lo sé"

Mi visión se alargó de ella por un segundo, viendo a Dan quien estaba sentado masticando en la carro. Toda su expresión confirmaba el odio que sostenía hacia mí por estar hablando con Bo. Sabía que era bonita, juvenil, pero yo la había encontrado primero, yo era de ella antes de que ellos se conocieran.

"¿Estás comiendo bien?"

"¿Que?" Respondí.

"Tu cara luce diferente"

La mano de Bo fue alzada para sostener mi mejilla, sólo para que mi cuerpo se tensara y sus ojos de aguarán. Mi acción reflexiva me había distanciado a mí mismo, un irreparable daño podía causar ella con tocarme. Yo quería tener el control.

Lágrimas salían rodando por sus mejillas.

"Creo que soy culpable"

Ella tristemente sacudió su cabeza y mientras mi cuerpo no me permitió verla llorando otra vez. Luche con cualquier demonio que me estaba agarrando en mi mente y la sostuve en mis brazos. Su mano con el guante sostuvo la parte de atrás de mi cuello antes de sacarlo y agarrar mi nuca con sus desesperados dedos. Coloque mi cabeza dentro del espacio donde el cuello se encuentra con el hombro, mi sedienta boca en su piel caliente.

"Te veré" le suspire.

Bo se estremeció con más lágrimas y la abrace mientras ella me besaba la mandíbula y luego mi mejilla. La vida en que ella momentáneamente había respirado en mi había sido tomada lejos cuando la deje. Su mano apretó la mía, los dedos deslizándose hasta que nuestra conexión se rompió y yo miraba como se iba.

*****

No fue hasta que alcancé mi carro cuando la oscuridad se arrastró, infiltrando los espacios en mi pecho que había dejado para ella.

Me desplomé hacia abajo al lado de mi carro, doblando mis piernas arriba hasta mi pecho y enrollando mis brazos alrededor de mis rodillas. Nunca fue parte del plan. Debí haber permanecido oculto. Por lo menos solo hubiese arruinado uno de nosotros.

Dark .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora