La fiesta.

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Capitulo 52. 
/Parte 1./

La idea de ver a Harry en l fiesta de esta noche me llego en el transcurso del día. Había pasado la mayor parte de este intentando evitar a Dan, y lo estaba haciendo bastante bien hasta que entro en el almacén que había sido mi escondite por la mayor parte de la tarde. El espacio que yo ocupaba estaba en la parte trasera, la luz de esa fila particular de los estantes tenía que haber sido cambiada hace un mes, lo que significaba que tenía que trabajar prácticamente en sombras.

“Bo.” El llamó.

El sonido de las suelas en la baldosa hizo eco en todo el lugar.

“Adelante.” Murmuré, retrocediendo aun más en uno de los estantes.

Mi tarea de esconderme se arruinó, tropezando con una caja que había colocado en el suelo antes. La conmoción de los CDs y de los archivos por el suelo frio trajo a él la conciencia de mi presencia. Dan pronto se puso encima de mí, su cabello sobre su frente mientras me ofrecía una mano. Acepte, deseosa de limpiar el polvo de mi ropa.

Mi tranquilo “gracias” fue recibido con una inclinación de cabeza, después de unos pocos segundos me di la vuelta. Sabía que era grosero, pero no sabía que mas decir, nosotros no habíamos estado exactamente en términos de habla últimamente, especialmente después de que hablara a mis espaldas. El no debió decirle a Harry, no de esa manera.

Me agache de nuevo, juntando los elementos que se habían desprendido de su posición elevada, organizándolos en pilas. Me sorprendió cuando un par de manos extra procedieron a ayudar en la recuperación. La contracción notable de su boca me hizo creer que se estaba preparando para comunicar sus pensamientos.

“Lo siento, Bo.” Dan soltó. “Sé que no era mi tarea decirlo, y me siento mal por ello. Pero estaba preocupado por ti. Harry tenía que saber.”

Su confesión repentina me dejo un tanto perpleja. Dan parecía un poco en pánico con mi falta de respuesta, poniendo el archivo hacia abajo y pasándose a sentar a mi lado. Ambas espaldas estaban hacia la estantería. Yo no había estado esperando una disculpa, una mayor preocupación había sido dada en el supuesto de una competencia de gritos inminente, pero que nunca se produjo. No estaba preparada.

“Si puedo hacer cualquier cosa para hacer las paces contigo, lo haré” Dan ofreció.

Con cautela puse mi mano sobre la que descansaba sobre su rodilla. Yo esperaba el rechazo suave en el intento de entrelazar nuestros dedos, pero no fue reconocido por Dan. El gesto no había tenido otro significado más que de amigos.

“Estaba un poco molesta contigo al principio.” Admití. “Pero entiendo porque lo hiciste, tú estabas solo preocupándote por mi y realmente aprecio eso, Dan.”

El azul de sus ojos parecía aclarar, aliviado de que lo que había hecho no había dejado una marca horrible en nuestra relación. Quité mi mano de la suya, poniéndola en mi regazo.

“¿Podemos volver a ser como éramos antes? Me gusta pasar tiempo contigo en el trabajo.” Sonrió.

“Por supuesto, siempre y cuando tú me ayudes a ordenar todo esto.” Hice un gesto al desastre que nos rodeaba.

“Por supuesto.” Rió.

El proceso se hizo mucho más fácil con un par de manos extra, colocando la caja en el estante y caminando hacia el suelo de la tienda. Me di cuenta de la actitud más reservada de Dan, un cambio en la forma en que se movía a mi alrededor. A pesar de que habíamos enterrado nuestras diferencias, había algo acerca de la situación que no pudo llegar a la normalidad. Tal vez estaba empezando a darse cuenta de lo mucho que Harry y yo estábamos dispuestos a llegar para hacer que funcionara nuestra relación.

“¿Vas a hacer algo después de tu turno?” Dan casualmente preguntó, sonriéndole a un cliente mientras él le entregaba su cambio y el recibo.

“Si, vamos a una fiesta.”

Metí las bolsas de repuesto bajo el área de archivado, agitando el cabello de mi cara una vez terminado.

“¿Vamos?”

Recogí el cabello que me molestaba en una mano y lo lleve por encima de mi hombro.

“Harry y yo, al parecer la casa se encuentra en algún lugar del país.”

Acariciando mis bolsillos encontré el tubo de protector labial que buscaba. Tire de la tapa y gire la parte inferior, pasando la barra por encima de mis labios. Mis ojos se encontraron con Dan, y rápidamente me di cuenta de la intensidad con la que me había estado observando. Volví a poner el tubo en mi bolsillo, dejándolo caer.

“Eso va a ser divertido.” El sonrió débilmente, el aura feliz de costumbre que el proyectaba se había atenuado un poco.

“¿Vas a hacer algo?”

Mis manos estaban apretadas a la superficie de trabajo, en la parte posterior de la zona, haciendo un intento por levantarme a mi misma para sentarme. Sería una sutileza decir que me sorprendió cuando Dan agarro mi cintura. El choque se tradujo en mí estúpidamente golpeando mi cabeza en su hombro. Hice una mueca, frotándome la zona dolorida con la punta de mis dedos.

“¿Estás bien?”

Sus ojos se abrieron de preocupación, las palmas aun cómodamente sosteniendo mis caderas. Me eche a reír nerviosamente, asegurándole que estaba bien, solo entonces el retiro su presencia.
No se sentía nada como el toque de Harry, el de Harry era electrizante, traía mariposas a mi estomago, me calentaba. Pero con Dan simplemente no había chispa.

“Creo que me voy a encontrar con unos amigos para perder el tiempo en la cancha de basquetbol.”

“No sabía que jugabas.”

“Si, no soy increíble, pero es divertido.” El entusiasmo casi infantil que mostro me hizo sonreír. “¿Sabes cómo jugar?”

“Oh no, no realmente.” Admití.

Era obligatorio en la escuela, en las clases de educación física, tomar parte de los juegos de pelota, pero nunca había sido muy buena coordinándome. La mayor parte del tiempo era dedicado a mi culo. Pero si tú me dieras algo con que golpear la pelota, por ejemplo una raqueta o un bate, ahora eso si se me daba bien.

“Tal vez podría enseñarte como. Conseguirte anotar algunos aros.” El bromeó.

“No creo que el basquetbol sea mi fuerte.” Yo le respondí con humor, balanceando las piernas hacia atrás y adelante.

Mi risa se disolvió cuando levante la cabeza, Dan se acerco mas, su sonrisa cálida. Me moví un poco de su intenso estudio mientras un índice levó lejos los mechones de cabello de enfrente de mis ojos.

“Podemos trabajar en eso.” Habló en voz baja.

Dark .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora