The mini menace Ladybug [TERMINADA]

Él es tan lindo

Mientras mi cabeza era un mar de pensamientos, visualizaba la diminuta posibilidad de ir al laboratorio del señor Evans. Para aprender más sobre los estudios, investigaciones y experimentos realizados y por supuesto para estar con Ethan bueno, para verlo unas cuantas horas. Pasaron horas y horas hasta que mi mamá me mando a llamar, di un saltó en la cama, y reaccioné más rápido que en otras ocasiones corrí hasta la puerta y comencé a bajar las escaleras mis padre estaban sentados en el mueble más grande de toda la casa, mamá parecía un duendecillo al lado de mi papá ambos tenían una mirada compasiva, ambos hicieron un ademán con su mano señalando el mueble más pequeño, obedecí y me senté rápidamente.

—Marinette, tengo que admitir que no has tenido un buen comportamiento estos días.—explicó mi papá con voz ronca mientras me mostraba la hoja —y creeme que no te has ganado el ir a visitar el laboratorio pero...tu madre te defendió y ya lo hablamos y esta bien te dejaré ir.

—¡¿Enserio?!—dije anonadada—¡¿De verdad me dejarás ir?!

—Si tu madre tiene razón, dentro de unos meses serás una chica de diecisiete  años.—aseguró mientras movía su mano de pies a cabeza al señalarme—Creó que ya es hora de tratarte como tal.

—Enserio esto...esto es muy perfecto para mi.—dije con voz alegré —¿Entonces si firmarán el permiso para mañana?

—¡Si!—respondieron al unísono —solo con la condición de que ya empieces a portarte como tal y también trataremos de darte más libertad podrás salir, hacer tareas entre otras cosas, claro, que con sus horarios y reglas.—añadió mi madre en tono algo serio.

—Lo prometo. —aseguré —haré todo para que me tengan confianza.

Ambos firmaron la hoja de permiso y me acerqué a darles un beso en la mejilla a cada uno, subí las escaleras para guardarlo en mi mochila, entré a mi habitación tome mi mochila de color rosa abrí el cierre delantero, tome un fino folder de color azul y lo guardé en el. Miré mi reloj de la muñeca izquierda apenas eran las cinco de la tarde, como no tenía tarea me dediqué a ayudar en la panadería, a ambos me gustaba aprender aún que me gustaría tener que hacer algo que me gustará no digo que vender pan sea malo, sólo que no lo hago con el mismo afán de querer diseñar o algo así. Lo que restó de la tarde había sido muy tranquila, cuando nos toco cerrar la panadería ya eran las once de la noche, cuando terminamos de hacer las cuentas nos fuimos a la casa, mamá y yo comenzamos a preparar la cena ensalada con licuado de fresas y frambuesas. El aroma de la comida era delicioso, cuando terminamos de comer, le dije a mamá que me dejará lavar los platos y vasos a lo cual aceptó ya que se encontraba cansada se fue a su habitación a lo cual mi papá fue detrás de ella. El agua estaba fría el jabón hacía más y más espuma conforme la pasaba por el plato de porcelana, estos platos me gustaban pues tenían pintadas unas  gardenias que eran acompañas con alcatraces y los vasos tenían unos dibujos de frutas como manzanas verdes y pequeñas piñas. Cuando terminé de lavar todo me seque las manos en la toalla que estaba colgada en el tubo blanco cerca de la ventana. Apagué el interruptor y subí las escaleras entre aquella penumbra hasta llegar a mi habitación, cuando llegué a mi habitación comencé a buscar ropa que se viera algo decente quería que Ethan me viera un poco arreglada, elegí un vestido amarillo y una chaqueta de mezclilla era un conjuntó bonito y los zapatos no eran tan difíciles de escoger. Lo colgué en un gancho y lo volví a guardar pero ahora al armario en lugar de los cajones para que no estuviera tan arrugado, me dirigí al baño y comencé a desvestirme giré el grifo de la regadera y me empecé a bañar, mi mente no hacía nada más que pensar en Ethan y en el que me viera "bonita" cuando salí de bañarme me envolvi en la toalla y comencé a vestirme me puse un short de tela verde y una blusa de tirantes rosa me seque el cabello y después comencé a cepillarlo, volví al baño para lavarme los dientes tome el cepillo azul, después la pasta de dientes oprimiéndola para sacar la pasta y comencé a cepillar mis dientes, hasta que quedaron limpios. Seque mis boca, y regresé a mi cama, puse la alarma y miré el techo mañana será un gran día y ese fue mi último pensamiento de la noche.