The mini menace Ladybug [TERMINADA]

Bajó presión

—Bien...¿Y por que esa cara?

—A mi papá no le agrada del todo que tenga muchos "amigos" es algo sobre protector.

—Pero no harás nada malo, sólo vas ha ayudarlo en un trabajo.

—Haslo entender, por favor.

Camine con Alya unas cuadras, mientras caminaba miraba las paredes de las tiendas, unas eran rojo carmesí, otras de color vino y algunas eran de un sutil tono coral. En los postes de luz habían afiches de bandas que vendrían a dar un concierto algunas como Linkin Park, Muse pero nadie se compara con Jagged Stone. Mientras pensaba en que decirle a mi padre para que Ethan fuera a casa para explicarle el trabajo, Alya se paró en seco y tiró de mi brazo haciéndonos caer al suelo dentro de la tienda, para mi desgracia y mala suerte caí encima de una maleta café oscura con pequeños broches de color bronce.

—Disculpe.—dije avergonzada mientras me levantaba y levantada la maleta.

—No se preocupe señorita. —respondió entre risitas —esas cosas pasan.

—Aún así. Mil disculpas.—volví a repetir.

Me volví hacia Alya y la miré con cara de pocos amigos, camine hasta el mostrador donde se encontraba estaba encorvada viendo una de las vitrinas.

—Alya, ¿puedo saber tu impulso de entrar aquí?—cuestioné molesta mientras me sacudía la ropa.

—¿Recuerdas la cámara que querías? —dijo mientras se giraba y señalaba la pequeña cámara—bien aquí está.

—¡Es verdad! —exclamé alegré —pero...no tengo dinero para comprarla, necesitó el dinero para el material de la escuela, quizás en otra ocasión Alya.

—Pero Marinette...—dijo con tristeza—has querido esta cámara desde hace meses.

—Púes si, pero...no cuento con el dinero. Además primero esta la escuela y ya después veremos que pasa.—dije con resignación a decirle adiós a la cámara por ahora no podía darme ese placer, no quería darle molestias a mis padres con el material de la preparatoria. Además empezaría a buscar un trabajo para ganarme las cosas por mi cuenta.

—¡Vamos! Marinette. —alentó Alya—no se porque te privas  de las cosas que quieres, claro, a excepción de los cómic de Majestia.

—Olvidalo Alya.

Salimos de la tienda y seguimos caminando, el sol estaba en su punto exacto del día y el calor se hacía notar demasiado, ufff esta calor era insoportable. Alya estaba derramando mucho sudor su frente estaba empapada y su blusa blanca ni se diga, y yo...yo estaba completamente sudada de mi frente y mi cabello mojado de los pequeños mechones que salían de detrás de mis orejas. Al llegar a casa le invité un vaso de agua a Alya, cuando término se despidió de mi y se marchó. Entre a la sala de la casa, papá se encontraba sentado en el mueble más grande de la sala era de color azul, y este tenía de decoración un cojín de color celeste con pequeños cuadros azules pero pálidos y otro de color morado. Me acerqué hasta donde el estaba y dejé caer la mochila al piso, y me paré frente al espejo, puse floja las piernas y me dejé caer al mueble.

—Y...¿qué tal te fue cariño?—preguntó mi papá con una sonrisa en el rostro, el cual se notaba con un brillo muy raro de ver.

—Bien.—respondí mientras tomaba una gran bocanada de aire para poder pedirle la autorización para que Ethan viniera a casa—Papá...—pronuncié nerviosa tratando de controlar mis nervios.

—Si, ¿sucede algo?—preguntó curioso.

—Quería saber...—dije tratando de buscar una manera para decirle —si...Ethan...¿podría venir a casa?