May.
Como todos los días despierto sintiendo esa sensación de soledad, escucho esa voz en mi cabeza diciéndome que es hora de despertar, otro día más que enfrentar, solo que ahora me siento más sola que otros días, me levanto con la tristeza impregnada de ayer, ver a mi padre en una cama enfermo no es nada agradable, el Cancer ha avanzado, sus pulmones están siendo invadidos por esa enfermedad y me duele tanto verlo así, no quiero perderlo, él es lo último que tengo, tengo mucho miedo a despertar y saber que no lo tengo en mi vida, mi madre me abandono desde que era pequeña, un día solo se fue, dejándonos solos a mi padre y a mí, recuerdo que papá solía siempre poner un plato de más en la mesa pensando que volvería pero ya han pasado 25 años y jamás volvió ni volverá. Odiaba verlo siempre esperanzado y escribiéndole todos los días, como si le contara todo lo feliz que era esta vida, pero solo escribía para sí en una libro con hojas viejas que él hizo, de pequeña él decía que cuando volviera a nuestras vidas él le entregaría el libro donde había escrito cada momento alegre que ella se había perdido, la odiaba por dejarnos solos, por no haber estado conmigo en cada momento, por hacerme llorar y esperar su regreso, pero sobretodo la odiaba por haber dejado a el hombre más cariñoso y amoroso, ese hombre que todos los días la esperaba, que nunca trajo a otra mujer a casa, ese hombre que a pesar de su abandono la amaba desde el primer día que la vio.
-May. Hija-El sonido de la voz de mi padre llamándome me sacó de mis pensamientos, corrí pensando que algo tenía.
-Dime padre, ¿Te sucede algo ?
-Mira que hermosa estas cariño, ¿Estás lista ?
-Pues si, supongo, ¿Cómo amaneciste hoy ?
-Desperté, que es lo importante cariño, anda ve a terminar de vestirte, solo quería darte esto.
-¿Y que es esto ?
-Es una carta de recomendación, dásela al señor Mijares, dile que es por parte de René.
-Está bien padre, deja te traigo tu desayuno.
Hoy era mi primer día en la empresa de la familia Mijares, famosa empresa dedicada al diseño industrial, eran los mayores productores de equipos de maquinarias les producían equipos a hospitales, fábricas e industrias de transporte y equipos eléctricos, el señor Roberto Mijares quién era el dueño heredó la empresa por generación ya que era el único hijo, pero él tenía cuatro hijos, de los cuales solo dos trabajaban con el, los demás aún eran muy jóvenes pero no cabía duda que se dedicarían en algún momento a trabajar en ella, ya que era su herencia en un futuro.
Mi padre tenía un amigó de nombre Rene, el cual trabajó como chofer personal del señor Roberto, pero debido a su edad se retiró, no sin antes hacer una excelente amistad con él, después de que mi padre enfermara y supiéramos lo de su enfermedad Arturo y su esposa Lily nos apoyaron mucho, ellos eran parte de mi familia, pues aunque éramos vecinos del mismo departamento siempre estuvieron al pendiente de nosotros, en especial de mi, la señora Lily era como una madre para mí, ella me explicó todo con respecto a ser mujer y cosas complicadas como el periodo y lo más importante darse a respetar como mujer ante los hombres.Estaba desayunando con mi padre y después de darle su medianamente y revisar su sonda de oxigeno me despedí de él, dándole un beso y recibiendo la bendición por parte de él, me dirigí a mi cuarto, tomé mis cosas y salí de mi casa, no sin antes despedirme de Lily quien se encontraba afuera limpiando como costumbre, y del portero Paul, quien también era mi amigo de juego cuando papá se encontraba trabajando, el en ocasiones cuidaba de mi.
Iba caminando por las calles de Los Ángeles, el frío era más que presente, pero era algo que me encantaba, ver llover y nevar, caminaba rumbo al transporte publico, repasando todo lo dicho por mi padre y cómo debía presentarme, a pesar de ser hija única mi padre siempre me educó con buenos modales, él era francés, sus padres junto con él se habían venido a vivir a los Ángeles a la edad de 12 años pero siempre recibió educación por parte de ellos, aunque era muy pequeño tuvo estudios necesarios y después tuvo que trabajar cuando su padre enfermó, ellos tenían una tienda de sastrería, se dedicaban a elaborar trajes y arreglar alguno de ellos, mi padre aprendió el oficio y posteriormente se quedó al cargo de él, pero después de su enfermedad tuvimos que cerrar el negocio, yo me dediqué a trabajar pero los fines de semana me dedicaba a estudiar modismos. Me encantaba diseñar, arreglar y crear ropa, era mi más grande pasión, la carrera era muy cara así que cosía para las personas en mis tiempos libres, aparte de trabajar en varios lugares como costurera o mesera. Cuando por fin llegue a la empresa no pude sentir nervios, era inmensa y sofisticada, tomé aire y decidí entrar, en la entrada se encontraba una señorita muy hermosa de facciones finas y pelo brillos y rubio.
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"Por favor no te vayas"
FanfictionUna historia entre Mayte Lascurain y Manuel Mijares. Es una adaptación, NO ES MÍA.