Quería sentir lo que viví en el sueño, se sentía tan agradable. Mi cara no tenía expresión, siempre estaba serio, con una mirada fría, pero mi corazón estaba feliz.
Ella no dijo nada.
Se quedó mirando lo que estaba haciendo con sus manos, en un segundo desprevenido quitó sus manos bruscamente y apartó su mirada -Te traeré un relajante muscular-, dijo marchándose de la sala y dejándome con las manos extendidas.
Tal vez estaba siendo obvio, sé que debía abstenerme, porque sólo era su guardaespaldas... No era nadie para ella.
Pasó una semana desde lo ocurrido en el bosque y ya estaba caminando, porque odiaba quedarme quieto tanto tiempo. Desde la última carta que le envié al amo dando noticias sobre el castillo, recibí una respuesta diciendo que vendrían en unos días más.
La señorita estuvo evitándome, sabía que era mi culpa por ser tan notorio.
Caminé por los jardines del castillo para tomar aire fresco, con mis manos detrás de la cabeza. Escuché ruidos desde los arbustos, me acerqué curioso pensando que era un infiltrado. Asomé mi cabeza y vi a un niño de pelo castaño leyendo un libro.
-¡AH! -grité tocando bruscamente sus hombros para asustarlo.
-¡Ah! -soltó el libro y volteó con miedo.
Las lágrimas me caían de tanto reír, hace tiempo que no molestaba al pequeño Ryuu. Le pregunté porqué traía su bolso de viaje.
-Así que vas al centro de la capital con la señorita -miré al cielo contemplando las nubes.
Hubo un silencio incómodo.
-Eh... -me quejé- ¿Y yo? Nunca piensan en mí cuando salen.
-Shirayuki dijo que necesitabas descansar.
-No lo necesito.
-Cómo sea -dejó la conversación y comenzó a leer.
Yo me sentía bien físicamente, no estaba adolorido, no quería que me vieran como un débil. Cargué a Ryuu por los hombros y recorrí todo el jardín. A lo lejos se escuchó la voz de la señorita.
-Obi, hacer eso es peligroso para tu espalda.
Apareció la responsable de mi aburrimiento en capa y capucha.
-Nos estamos divirtiendo -dije mientras bajaba a Ryuu-, aparte, ¿No te dije que te llevaría a donde sea que quieras ir?
Ella asintió con una leve sonrisa -Perdón, estaba pensando en mí. En verdad te ves bien.
Caminamos hasta llegar a la salida, donde nos esperaba un carruaje. La razón por la que iríamos al centro era para comprar unas medicinas que sólo se conseguían en tiendas. No sé que tipo de brujería haría Garack con hierbas tan raras.
Del castillo al centro de la capital demoraría media hora. Ambos estaban callados, uno estaba leyendo y otra, en las nubes.
Mi sentido del humor no iba a desaparecer. No quería preocupar a la señorita, es más, quería que sonriera con las estupideces que dijera.
-Señorita, ¿Estás pensando en el amo? Debes extrañarlo mucho eh...
-No hay día que no piense en él -respondió.
Mis preguntas eran masoquistas y me sentía un tonto por eso.
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NO ME CANSO DE MIRARTE 《Shirayuki × Obi》
FanfictionDéjame decirte que eres lo mejor que me ha pasado desde que llegué al castillo de Clarines, señorita. Fanfic creado por mí para fans. ''Akagami no Shirayuki-hime'' le pertenece a Sorata Akizuki.