NO ME CANSO DE MIRARTE 《Shirayuki × Obi》

Capítulo 6

El centro tenía tiendas variadas, desde armas hasta joyas artesanales. Había espectáculos y juegos, como una feria, como el día del castillo abierto.

-¡Parece el día del castillo abierto! -dijo la señorita con un tono de emoción.

Me sorprendió ese cambio de humor.

Caminamos hasta una tienda farmacéutica, encontramos casi todo lo de la lista de Ryuu, que por cierto, tenía nombres muy raros. Faltaba una planta que solo se conseguía en florerías, se encontraban lejos de donde estábamos.

No teníamos nada más que hacer, no era un paseo y teníamos que seguir. Cuando estábamos por irnos, vi a la señorita voltear varias veces donde se encontraba la entretención, las tiendas, juegos, etc.

-¿Por qué no nos quedamos un rato? -sugerí lo más normal.

-Sí, ¿Qué dices Ryuu? -ella me apoyó.

Ryuu lo pensó demasiado, hasta que aceptó y dijo que por un rato estaría bien.

La estábamos pasando bien, no tomamos el tiempo, ni lo pensamos. Visitamos puestos de comidas con el dinero que nos alcanzó. Participé en varios juegos, hasta competí en luchas. Después vimos un show en homenaje al Príncipe Izana, me reí porque la apariencia del disfrazado no se parecía en nada.

Ya debíamos irnos, estaba por anochecer, pero algo nos distrajo y quisimos ver de cerca. Había un escenario lleno de luces y músicos. Un letrero decía Última noche: Baile de despedida, me impresionó la cantidad de gente que estaba en medio de la pista. Si era la última noche, tenía que aprovecharla... Me reí de mí mismo, por tener pensamientos atrevidos, pero no se perdía nada con intentar.

Me rasqué la nuca dudando de lo que iba hacer, la señorita estaba pendiente de la música y de las parejas bailando... Cuando se lo iba a proponer, justo habla Ryuu.

-Voy por algo de comida.

¿En serio? Todo estaba sucediendo por casualidad. Traté de actuar lo más natural y entonces, aproveché de extender mi mano hacia la señorita para tomarla.

-¿Vamos, señorita?

Miró mi mano y la correspondió, me miró a los ojos con una sonrisa, no era necesario decir una palabra.

Avanzamos hacia la multitud, los músicos estaban tocando una movida música donde se bailaba en conjunto. Nos unimos a un grupo de jóvenes y seguimos sus pasos. No me importaba hacer el ridículo, mientras que la señorita mantuviera su sonrisa.

-Querida gente de Clarines, los invito a que tomen a su pareja, ¡Y que se respire el amor! -anunció un hombre que parecía ser el anfitrión.

Comenzó una música de piano y violonchelo. Ambos nos miramos dudosos... Después comprendí que no era nada del otro mundo, hasta la señorita había bailado con el Príncipe Raj.

-No soy experta bailando este tipo de música -dijo con vergüenza.

-Jamás he bailado este tipo de música... -le sonreí con cautela.

Nos acercamos y nos tomamos de la mano, puso su otra mano en mi hombro y yo puse la mía en su cintura.

''Perdón, amo. Permíteme ser feliz por un momento".