Cuando escuchamos el piano nos acercamos y nos tomamos como una pareja, el violonchelo se unió a la música y comenzamos nuestro baile lento, con cuidado. Ella tenía miedo de pisarme y yo de hacer una tontera.
No nos apartamos la mirada, nos estábamos sonriendo.
Íbamos de un lado a otro, reíamos de nuestros pasos que eran descoordinados. No importaba si se burlaban de nosotros, era un sueño, la música era perfecta y ella también lo era.
No habíamos dicho nada, hasta que la señorita recordó algo vergonzoso.
-El día en que me tomaste las manos... ¿Cómo decirlo?... Fue un gesto lindo.
''¿Fue lindo?'', al escuchar eso me puse nervioso y aparté la mirada hacia las demás parejas.
-¿A que viene eso, señorita?
La música seguía sonando y yo esperaba su respuesta, porque era raro que encontrase lindo lo que hice, si ella quitó sus manos y se fue... Agachó su cabeza y me abrazó, ocultando su cabeza en mi pecho.
-Siento que... No sé... No está bien -lo dijo en tono preocupado.
Estaba sorprendido, no sabía que hacer, no sabía que le pasaba. ''¿Qué hago?'' , me preguntaba como tonto, no tenía iniciativa en esas cosas, tampoco experiencia... La rodeé con mis brazos mientras veía a la multitud, siempre con la mirada fría, pero con el corazón latiendo a mil por hora.
-No está bien que le haga esto a Zen... Si tan sólo dejara de pensar en ti, pero se siente tan bien... -continuó.
Ahí estábamos, quietos en medio de la gente que seguía bailando. Donde los corazones se unían como el piano y el violonchelo, que formaban sólo uno. ''¿Esto fue una confesión?''... Sí, lo fue.
-Forcé mi mente para pensar en Zen, pero tú aparecías... Obi... Déjame estar a tu lado, por estos días, aunque termine como un sueño...
''¿No deberías estar feliz? Al final era lo que querías'' . Discutía conmigo, es verdad, era lo que quería, pero no de esa forma. Lo veía tan lejos de ser verdad, que sólo lo veía como una ilusión. Pero ahora que estaba cerca no quería decepcionar al amo, tampoco que fuese algo pasajero.
-Si es lo que deseas... Sí que eres ingenua señorita -respondí carcajeando y a la vez con el temor de cometer el gran error de mi vida.
Terminó la música y nos separamos lentamente, ella me veía de forma inocente, yo estaba algo preocupado. ''Algo que no perdurará''.
Ryuu llego hasta nosotros, nos habíamos olvidado de él, aunque no sospechó nada. Consiguió un carruaje a media noche y nos fuimos. Ambos se quedaron dormidos en el camino, mientras tanto, tomé la mano de la señorita hasta llegar al castillo.
Entramos al castillo, Ryuu iba por delante de nosotros, mientras que no veía, detuve a la señorita y le bajé la capucha. No sé que iba hacer, pero algo me detuvo.
-¡Chicos!
Se acercaron tres personas desde las sombras, estaban corriendo hacia nosotros, hasta que las luces los delataron.
El amo había vuelto.
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NO ME CANSO DE MIRARTE 《Shirayuki × Obi》
FanfictionDéjame decirte que eres lo mejor que me ha pasado desde que llegué al castillo de Clarines, señorita. Fanfic creado por mí para fans. ''Akagami no Shirayuki-hime'' le pertenece a Sorata Akizuki.