Era magnífico, todos mis sentimientos se los transmití en ese beso que me correspondió. Nos separamos para respirar mientras que juntamos nuestras frentes, mantuve mis ojos cerrados todo ese rato. Cuando los abrí le sonreí a la señorita y sin decirle nada, me alejé de ese lugar estrecho y le di la espalda.
-Señorita -mi voz estaba tranquila. -¿Qué pasará con nosotros?
Hubo un silencio, hasta que ella respondió con su voz decaída. -Obi, me es difícil responderte.
-¿No seremos nada? -no respondió, estuve como idiota esperando una respuesta. Apreté mis puños, estaba molesto. Sabía que no iba a funcionar, quizás fue mi castigo por intentar quitarle a alguien especial al amo... Me estaba marchando del invernadero, pensé que ella me detendría, pero no escuché su voz. ''Quién se enamoraría de alguien como yo'', sonreí con tristeza.
Llegué a la oficina del amo, éste estaba en el balcón leyendo un libro, habitualmente iría a molestarlo, pero no tenía el ánimo suficiente. Me acerqué a saludarlo.
-Buenos días amo.
-¡Obi! ¿Has visto a Shirayuki?
Tragué saliva y respondí normalmente. -La vi hace poco en el invernadero, le dije que tenías que decirle algo, te está esperando -puse mis manos detrás de mi cabeza, como si lo que dijese no me afectara.
-Gracias Obi. Vuelvo en un rato -cerró su libro con rapidez y se fue. Crucé los brazos y respiré hondo, me puse mi banda en la cabeza y mi bufanda, salté hacia los árboles y quise perderme donde nadie me encontraría.
Estaba afuera del castillo, ese lugar que me tenía aburrido, no de él en sí, sino de su gente. Me sentía mal por pensar así de quienes me trajeron alegría... Reconocí que estaba siendo egoísta, me había prometido cambiar pero estaba huyendo. Saqué una manzana del árbol en el que estaba, disfruté de ella mientras miraba el cielo que aún no anochecía; me preguntaba desde cuándo empezó a cambiar todo, nos hubiésemos quedado así, como antes y para siempre... Pasé la noche ahí.
Regresé en la mañana, mi entrada al balcón no fue cautelosa y apareció un cabello de moco amenazándome con su espada.
-¡Eh! Tranquilo -gesticulé las manos mientras reía.
El amo y Kiki voltearon a verme, él se levantó de su silla y sacó su espada que estaba apuntándome. Ahora eran dos.
-¿Dónde estuviste todo el día? ¿Acaso me estás traicionando? -espetó.
No quería estar en problemas, me sentí nervioso, aunque no haya hecho nada malo.
-¿Cómo podría traicionarte? Eres mi prioridad amo, fui a pasear y no me di cuenta de la hora hasta que desperté, en un incómodo árbol -le dije sonando tranquilo, estirándome y bostezando.
Él se me quedó mirando hasta que guardó su espada, y todo siguió normal durante la mañana. Para matar el tiempo me puse a molestar a Kiki, a lo lejos veía un Mitsuhide celoso. En el escritorio del amo había una carta formal, como si fuera de ceremonia.
-¿Qué es esa carta, amo?
-Ah... Se me olvidó decirles. El Príncipe Raj se casará la otra semana y nos invitó a la boda. Es por eso que quise hablar con Shirayuki primero, no sería la gracia ir sin ella -dijo contento.
Todos nos miramos y una sonrisa se nos formó en el rostro, hace tiempo que no nos sentíamos en equipo. Bueno sin mí. Me arrepentí cuando pensé que me tenían aburrido.
''Porque en verdad los quiero''.
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NO ME CANSO DE MIRARTE 《Shirayuki × Obi》
Fiksi PenggemarDéjame decirte que eres lo mejor que me ha pasado desde que llegué al castillo de Clarines, señorita. Fanfic creado por mí para fans. ''Akagami no Shirayuki-hime'' le pertenece a Sorata Akizuki.