3. Arigato, Nami

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Pvo Nami

-¿Qué tal por Alemania?-me pregunta Luffy para romper el silencio que se había formado en el coche.

-Bien. Los conseguimos atrapar.-digo absorto en mis pensamientos.

-¿Te ocurre algo?

-Solo quiero ver a Nami. Cuando me fui estaba muy rara. Además, me tiene que decir algo.

-Habérmelo dicho antes.

No le di importancia a sus palabras. Solo podía pensar en Nami y en lo que me tenía que contar. ¿Qué podrá ser? Incluso antes de irme algunos días estaba un poco extraña.

-¡Zoro!

-¿Q-qué?-pregunto exaltado.

-Llevo llamándote un buen rato. Ya hemos llegado.

-Ah sí. Gracias por traerme.

Luffy me ayudó a sacar las maletas del maletero, se despidió de mí, y se marchó. Entré a la casa y pude apreciar una pequeña luz de fondo.

-¡Nami! Ya he vuelto de Alemania.-no oigo respuesta.-¿Nami? ¿Estás en casa?-voy avanzando por la entrada viendo una luz que provenía de la sala de estar, además de oír una caja de música.-¿Hola? Nami, si es una broma no tiene gracia.-entro a la sala de estar y me encuentro a Nami tumbada en el sofá, con una caja de música sobre sus piernas y con la mano, en la que llevaba el anillo de boda, sobre su estómago, que creo que estaba un poco abultado.

Suspiré.

-No me extrañaría. Son las doce de la noche.

Dicho esto, me acerqué al sofá en el que Nami dormía, cerré la caja de música y llevé a Nami hasta nuestro dormitorio, tumbándola en la cama. Antes de ir a la cama decidí deshacer la maleta y darme una ducha.

Pvo Nami

-¿Qué hago aquí?-me incorporo lentamente.

¿Cómo había llegado al dormitorio? Y más importante, ¿qué ha pasado desde que me quedé dormida? Haz memoria Nami. Nojiko y Ace vinieron a casa y después me quedé dormida en el sofá esperando a Zoro. Por ordenes de Chopper, tenía prohibido viajar en el coche por lo menos hasta la próxima revisión. Y después me encuentro en la cama.

-Perdón.-oigo una voz masculina que jamás podría confundir.-¿Te desperté?-dice Zoro apareciendo por la puerta del cuarto con el pelo húmedo vistiéndo unos pantalones de deporte color negro y llevando una toalla sobre los hombros. El torso lo tenía al descubierto pudiendo apreciar una gran cicatriz que recorría todo su torso, además de algunas gasas que cubrían, lo que parecían ser, unas heridas.

-No, tranquilo. Solo me he quedado dormida por la tarde. Sino me llegas a traer al cuarto hubiese acabado durmiendo en el sofá.

-Menos mal que llegué a tiempo.-se acerca a mí y junta nuestras frentes.-Tadaima.

-Okairi.

-Ahora que he vuelto...que tal si...-le callo con un beso.

-No me he encontrado muy bien estos días Zoro.-le digo, no le había contado todo, pero al menos no le había mentido.-Hoy solo quiero dormir contigo.

-Como tú quieras.-se tumba a mi lado.-Buenas noches.

-Buenas noches.

Días después

Asunto Roronoa.

Nojiko💙: ¿Lo sabe ya o no?

Nami: N-no.

Our life togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora