Pvo escritora
Nami paseaba por la habitación con su pequeña hija recién nacida en brazos mientras hablaba con su cuñada por el teléfono.
-Que sí Tashigui. Podéis venir esta tarde si queréis.
Nami se sentó en un pequeño sillón que había en la habitación. Acomodó a su pequeña en su regazo y la alimentó.
-¿No intervendrá con tu familia?
-No creo que vengan.-sonríe apenada acariciando la mejilla de su hija.
-¡¿Cómo no van a venir a ver a su nieta?!
-No grites Tashigui.
-Pues entonces coge el móvil y enséñame a esa pequeña.
Nami, extrañada, cogió el móvil sorprendiéndose de ver que su cuñada había activado la videollamada.
-Ahora enséñame a esa ricura.-sonríe.
-Dudo mucho que la puedas ver bien. Se está quedando dormida mientras está comiendo.
-Que mona. Es clavada a tí Nami. ¿Cómo lo lleva Yuki?
-La quiere mucho. Ayer se fue llorando cuando se tuvo que marchar al no poder quedarse. Estará al caer.
-Cuando uno viene la otra se duerme.-se lleva una mano a la cara.-Tenían que salir a su padre en ese aspecto.
-Jajaja. ¿Esta tarde?
-Sí. Adiós Nami.
-Adiós.
Nami colgó y dejó el móvil en la mesilla. Después arropó a Naomi y le dio el chupute para después empezar a dormirla.
-¡Mami!-grita Yuki entrando a la habitación.
-Me voy. Si Carina se entera de que he dejado solos a Mei y a Shiro en casa me mata. Hasta ahora.
Gild se marchó corriendo y Yuki fue hasta donde estaba Nami. Nami se agachó y subió a su hijo para sentarlo sobre sus rodillas.
-Mira. Es para Naomi.-le muestra un diminuto peluche de conejo.-Toma Nao.-le sonríe a su hermana.
-Ahora no hagas mucho ruido que se va a dormir.
Yuki asintió con la cabeza para después dejar el peluche con su hermana pequeña.
-Sabes Yuki. Así es como tú dormías cuando eras un recién nacido. En mis brazos.
-¿De verdad?
-Sí. Además de que tenía que cantarte por las mañanas para que no llorases.
-Mami. Naomi no se duerme.
-Ya se dormirá. No te preocupes. Tengo una idea. Tal vez se duerma si está contigo.
-¿Sí?-pregunta emocionado.
-Ve a sentarte a la cama.
Yuki obedeció sin rechistar. Se sentó en la cama y Nami dejó a la pequeña en los brazos de su hermano mayor.
-Nao está muy a gusto contigo. A este paso se va a dormir.
-Yo quiero jugar con ella.
-Cuando crezca un poco más.
-Vaale.
-Voy a ducharme. ¿Puedes cuidar de ella?
-No te preocupes mami.
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Our life together
أدب الهواةDespués de una bonita boda, a la que asistieron todos los seres queridos de la pareja, Zoro y Nami viven felizmente casados en Tokyo. Zoro pasó a ser miembro de la policía después de la boda. Nami es profesora de geografía y cartografía en la unive...