17. Naomi

285 19 17
                                    

Otros tantos meses después

-Mami...¿estás bien?

-Claro que si mi príncipe.-le responde la pelirroja tranquilamente.

-Es que...te duele y...

-Y cuando tú naciste también.

-Lo siento. Te hice daño.

-No Yuki.-se intenta sentar pero el dolor no se lo permitía.

-Yuki.-dice el peliverde alzando a su hijo.-Es normal. A todas las mujeres que van a tener un bebé les duele.

-¿De verdad?

-Si, así que no llores. ¿Vale?

-Sí.-se seca las lágrimas.

-Muy bien. Nami, ya tenemos que irnos. Buena suerte.-y al igual que cuando nació Yuki, Zoro le dejó un pendiente a Nami.-Dile hasta luego a mamá.

-No. Yo quiero quedarme.-intenta bajarse de los brazos de su padre.

-Yuki. Yuki escucha.-dice la pelirroja con voz suave.-Cuando la luz que hay encima de la habitación se apague podrás estar conmigo y con tu hermanita o hermanito. ¿Vale? Pero me tienes que prometer que serás bueno y valiente. ¿Lo prometes?-Yuki asiente.-Dame un beso.

Yuki se colocó al lado de su madre y ésta besó su frente para que de alguna forma se tranquilizase.

Pvo Zoro

Ya habían pasado bastantes horas desde que saqué a Yuki de la habitación. Ahora dormía con la cabeza apoyada sobre mi hombro.

-Papá.-me llama Yuki. Se despertó.

-¿Qué pasa?-le pregunto mientras él se taya los ojitos.

-¿Y mamá?

-Pues está ahí dentro, con tu hermana o hermano.

-Vamos.

-Pero es que no podemos.

-¿Por qué?

-Pues...eh...-¿y ahora cómo le explico que Law no lo permite?-Porque el médico es una persona muy mala.

-¿Cómo de mala?

-Tan mala como las brujas de los cuentos que mamá te lee por las noches.

-Deja de meterle historias en la cabeza a tu hijo.

-Hola Robin. Entonces dime cómo se lo explico.

-También es verdad. Todavía es muy pequeño para entenderlo. Pero esa no es excusa para poner a Torao-kun como al malo de la película.

-Se lo merece. Ya van dos veces que me deja aquí fuera.

-¿Ya llegó?-aparece Luffy.

-Todavía no.

Otras dos horas pasaron. Yuki jugaba con Luffy. Entonces, fue cuando oímos los llantos que tanto esperábamos.

-Felicidades primo. ¿Quieres verla?

-Por supuesto.-le respondo sorprendido a Monet.

Monet entró a la habitación y me trajo al bebé. Con cuidado lo alcé y Yuki no tardó mucho en venir conmigo para ver que llevaba en brazos.

Lo miré, o mejor dicho, la miré el suficiente tiempo para que después Monet me la arrebatase de mis brazos y la llevase a dentro con Nami.

-¿Vas a entrar o estás esperando una invitación?

Our life togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora