Mi instituto no es un mal instituto. Es el más cercano a mi casa. La mayoría de mis compañeros del colegio también van ahora a mi instituto. Todo el mundo conoce a todo el mundo. A todo el mundo le gustan las mismas cosas. Las mismas películas, la misma música, las mismas fiestas. Justo este viernes tenemos una de esas fiestas que le gustan a todo el mundo. A la que por supuesto irá todo el mundo.
Yo iré. Porque el no ir crearía muchas preguntas y no me gustan las preguntas. Además a Nina y a Fred les gusta que vaya y en la fiesta podré pasar tiempo con Mark.
La fiesta se celebra porque el viernes será el primer partido de fútbol del curso. Mark es el capitán del equipo. Todo el mundo va al partido y luego a la casa de alguno de los jugadores. Hay musica y alcohol. Mucho alcohol.
Llego a clase y evito a todo el mundo. Los evito porque se que todos me abrazaran y me tocarán y me duelen demasiado los moretones para que nadie me toque. Entro a mi primera clase y le envío un mensaje a Mark, Nina y Fred de que no iré a comer con ellos. Rápido me llegan sus contestaciones y les digo que tengo que quedarme a hablar con un profesor. Y dejan de preocuparse.
Cuando llega la hora de comer espero un poco para salir de clase, dejando tiempo para que los pasillos y los baños se vacíen. Luego voy al baño mas alejado del comedor. Levanto un poco mi camiseta y despego un poco las gasas pegadas con esparadrapo. Aplico mas crema, una especial para moretones, y vuelvo a cubrirme. Respiro hondo y salgo, poniendo rumbo a la biblioteca. Me voy al final, a la zona a la que nadie va y donde nadie me puede ver. Me siento en un rincón y me pongo la alarma del movil a la hora que termina la comida. Uso la mochila de cabecera y cierro los ojos, intentando dormir o como mínimo no pensar.
Cuando suena la alarma siento como si solo hubieran pasado cinco minutos. Sigo igual de cansada y dolorida. Me levanto y me dirijo a mi clase. En el pasillo me cruzo con Nina que se acerca a mi rápidamente. Me da un abrazo y yo aguanto el gemido de dolor y las lágrimas. Le sonrío.
-No te he visto en todo el día, tia. Debería estar prohibido poder perderse de esta forma. Por cierto, Mark quiere verte. Creo que te ha llamado unas cuantas veces.-me dice y desaparece. Miro el movil y así es. Tengo cinco llamadas perdidas de el.
Entro a clase de matemáticas y me siento al final. La profesora entra con la sonrisa de siempre. Me mira y frunce un poco el ceño. Yo le sonrío. Mi cara debe ser horrible.
-Bueno chicos...-empieza pero es interrumpida. El chico nuevo entra por la puerta. Tiene el pelo desordenado, como si alguien hubiera estado toqueteándoselo. Viene abrochándose los pantalones lo que hace que todo el mundo se ría y que todo el mundo sepa que viene de acostarse con alguien, aunque todo el mundo deja de reírse cuando su mirada fría recorre la clase, parándose en mi. Es ahí cuando me doy cuenta de que el único sitio libre es el que está a mi lado. Y el viene hacia mi. Mierda. Jodida mierda. Por favor que no quiera entablar una conversación.
Se sienta, me mira con sus ojos fríos, sonríe, pero no una sonrisa amigable, sino una sonrisa fría que no deja entrever nada. Niega con la cabeza y mira al frente. Yo frunzo el ceño y pongo atención a la clase. El parece que hace lo mismo aunque de vez en cuando suelta una risita que me pone de los nervios. Respiro hondo y sigo tomando nota.
La profesora nos manda unos cuantos ejercicios y nos da permiso para empezar a hacerlos en clase.
-Bueno, como tu parece que no tienes intención de presentarte, empezaré yo. Me llamo Adam Wells y...-empieza y escuchar su grave voz no hace nada bueno en mi.
-Se quién eres. Y se todo lo que necesito saber para saber que no quiero saber nada mas de ti.-digo y me maldigo por haber usado tanto la palabra saber. Parece que este nerviosa y yo no estoy nerviosa. No me permito ponerme nerviosa. Suelta una risita.
-¿Cómo te llamas?
-No te interesa saberlo. Simplemente haz los ejercicios.-contesto. Tenemos tiempo para hacerlos en clase y así poder descansar en casa no entiendo por qué no lo aprovecha. Me sigue mirando fijamente. Y entonces llama al compañero de delante. Se llama Sam y es muy simpático.
-Eh tu, ¿me puedes decir como se llama?-le pregunta con una mirada fría que haría temblar a cualquiera, que es justo lo que hace.
-Meg...-dice tartamudeando.
-¿Meg? No me digas que viene de Megan, porque la verdad que no te pega nada.-mira a Sam esperando que le diga mi nombre completo, pero se que no lo sabe.
-No... no lo se... exactamente. Todo el mundo... la llama Meg... incluso su novio.-dice tartamudeando.
-Osea que se llama Meg y tiene novio.-le dice a Sam. Este asiente.
-Es el capitán del equipo de fútbol... se llama Mark... creo que llevan un año juntos...
-Oye creo que ya está bien de que le cuentes mi vida personal a este tio. Por si no te has dado cuenta es mi vida privada.-digo cabreada.
-Oh cariño, tu vida deja de ser privada cuando entras al instituto.-me dice guiñándome un ojo. Yo me pongo roja de la rabia no me puedo creer que este cretino me haya llamado cariño. Como el llama a mi madre cada noche.
-No vuelvas a llamarme cariño.-le digo apretando los dientes. Se que mi ceño se ha fruncido y que mis ojos normalmente azul brillante se han puesto mas oscuros de lo normal. Y entonces suena la campana. Adam recoge todo.
-Megara, ¿podrías venir un momento?-dice la profesora y lo último que veo es la sonrisa de Adam antes de salir.
Me acerco a la profesora. Ya se lo que va a decirme y ya se lo que tengo que contestar y cómo comportarme.
-Megara...-empieza.
-Llámeme Meg, por favor.
-Está bien. Meg... ¿estás bien? ¿Está todo bien en tu casa? No tienes buena cara.-me pregunta preocupada.
-Profesora, estoy bien de verdad. No ha vuelto a ocurrir nada desde la última vez. No ha habido ningún problema. Solo que ayer me quedé hasta muy tarde viendo la tele y entonces estoy un poco cansada.-le explico y le regalo una sonrisa. La mas verdadera que consigo formar, que como siempre, no consigue llegar a mis ojos. Mira mi camiseta y se lo que quiere, pero no se lo puedo dar.
Se que quiere que me levante un par de centímetros la camiseta para comprobar que estoy bien, pero ni ella me lo va a pedir porque es profesora (y hacer eso no es legal) ni yo lo voy a hacer porque no necesito que sepa lo que ocurre.
-Oye profesora... lo siento mucho, pero de verdad que está todo bien y tengo clase, no me gustaría llegar tarde.-le digo.
-Claro, claro.-dice y me regala una sonrisa preocupada. Me voy de clase.
El curso pasado, en matemáticas me tuve que levantar a la pizarra a resolver un problema. Llevaba una camiseta normal, jamás pensé que fuera a vérseme nada pero cuando tuve que empezar a escribir en la parte de arriba de la pizarra la camiseta se levantó ligeramente y la profesora puedo ver algunos moretones que ya se estaban curando. Me pidió que me quedara después de clase y estuvimos toda la hora hablando. Le conté que mi padre se había cabreado y me había empujado demasiado fuerte sin querer, por lo que había tropezado y me había golpeado con una mesa. El resto del curso estuvo pendiente de mi.
Cuando salgo de camino a mi siguiente clase me encuentro con Mark. Me acerco y le doy un beso corto evitando que me abrace.
-Lo siento mucho, pero llego tarde. ¡Hasta luego!-digo y sigo andando rápido hacia mi clase.
El resto del tiempo pasa lento y lo agradezco. Como siempre, me da miedo llegar a casa.
A la salida me voy rápido para llegar pronto a casa y evitar alguna escena. Cuando entro en casa el ya esta en el sofá con una cerveza viendo la tele y no me presta ninguna atención. Entro a la cocina y mi madre está sentada en un taburete mirando a la pared. Cuando entro me mira y mira la puerta.
-Hoy no duerme aquí. Cena y se va.-dice y siento que puedo respirar en paz.
Hay algunos días que se va toda la noche. No tengo claro lo que hace, pero se que bebe y que seguramente se acuesta con prostitutas. La verdad es que no me importa con tal de que no venga. Siempre que se va no vuelve hasta la hora de cenar del día de después.
Le ponemos la cena y cuando termina se va sin decir nada.
Mama y yo por fin nos quedamos solas y respiro profundamente. Subo a mi habitación y me pongo ha hacer los deberes, con la puerta abierta. Y sienta bien. Sienta bien no estar en tensión o con miedo a que esa puerta se abra. Sonrío. Sonrío de verdad. Como solía hacerlo hace mucho tiempo.
Vivo en una pequeña casa de dos plantas. Tiene dos baños, un salon, una cocina y tres habitaciones. Y un jardín delantero hecho un desastre. Llevo viviendo aquí desde que tengo uso de razón. Y el lleva pegando a mi madre desde que tengo 14 años. Y solo me quedan unos cuantos meses para cumplir los 18. El siempre había bebido. Siempre llegaba borracho a casa, pero nunca nos había tocado a mi madre o a mi.
Recuerdo una noche con muchos gritos. A la mañana siguiente me lleve mi primera paliza porque se me calló un vaso al suelo.
Cuando termino de hacer mis deberes y de ducharme me acuesto. Duermo tranquila y se a la mañana siguiente que he descansado de verdad.
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Aquí os dejo el segundo capítulo con una foto de nuestro querido Adam Wells, representado por el buenorro de Colton Haynes.😏
Espero que os haya gustado. Subiré pronto otro capítulo.
Besis❤
-fairypsychotic
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Respira.
Romance¿Qué haces cuando pierdes a toda la gente que amas? ¿Qué haces cuando a pesar de no querer volver a casa, sigues volviendo? ¿Qué haces cuando quieres dejar de respirar? Megara Thompson vive con su madre y su padre y para todos parece una chica norma...