Capítulo once

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A mitad de semana, al ver que Adam parece que realmente está enfadado, le hablo.
-Hola.-le digo en clase de mates, pero no me contesta. Suspiro.-¿Estás enfadado?-digo y veo cómo su mandíbula se aprieta más fuerte. Resoplo.-Adam. Mírame.-digo, pero no obedece.-Dime algo. Esto es muy inmaduro por tu parte. Siento haberte tirado el vaso de agua en la cabeza, pero lo estás exagerando demasiado. Llevas toda la semana sin hablarme.-digo, pero ni siquiera me mira y la profesora entra.-Idiota.-susurro.
Ha estado toda la puñetera semana sin hablarme. Ni siquiera me ha mirado. Idiota.  Encima ha vuelto a juntarse con las estupidas animadoras tetonas. Estoy enfadada, muy enfadada. Idiota, idiota, idiota.
Si el se va a comportar así yo también. Esta noche voy a pasármelo bien. Voy a divertirme y a no pensar más en el idiota de Adam.
La mañana pasa rápido y al igual que Adam no me hace caso, yo tampoco le hago caso a él.
Cuando llego a casa la comida está lista y todo el mundo está riendo, feliz.
-¿Qué ocurre?-pregunto.
-¡Tenemos casa cielo!-grita mamá y yo miro a Mike. Este asiente sonriendo. Me pican los ojos y mamá se levanta a abrazarme. Se le saltan las lágrimas.
Mike me abraza y yo le respondo al momento.
-Gracias.-digo y respiro en paz.
Lo celebramos todos juntos y cuando se hace un poco más tarde me ducho y empiezo a prepararme para el partido. Me pongo un vestido rojo que se pega a mi cuerpo completamente acentuando mis curvas y resaltando mi pechos y dejando al aire toda mi espalda. Me recojo el pelo en una coleta despeinada dejando mechones sueltos enmarcando mi cara. Me pongo unos tacones negros cómodos. Me maquillo un poco y cojo mi chaqueta de cuero.
-¡Me voy! Volveré tarde.-digo y me dispongo a salir de casa.
-¿Cómo que te vas?-dicen Derek y Mike al unísono.
-Llevo como cinco años sin que nadie me controle, cuidando de mi misma, así que que ninguno de los dos se atreva a impedirme salir por esa puerta. Además voy con Fred, no va a pasar nada. Puede que me quede a dormir en su casa.-digo y veo sus caras de horror.-Fred es gay.-digo y veo como vuelven a respirar.
Salgo de casa y pongo rumbo al campo de fútbol. Esta vez Fred si está conmigo y se ha traído a su nuevo chico.
-¡Amor estás cañón! ¿Puedo preguntar a qué se debe?
-Oh Fred, cállate. Esta noche pienso liarme con alguien y para ello tengo que estar divina.-digo girando sobre mi y riendo.
Nos sentamos en la primera fila de las gradas para poder verlo todo en primer plano. Primero sale el equipo contrario. Tanto Fred, como su nuevo ligue, como yo abucheamos al rival junto con el resto de las gradas.
A continuación sale nuestro equipo y todos nos levantamos de nuestros asientos, gritamos y aplaudimos.
Adam fija su mirada en la mía y yo me tiro a los brazos del ligue de Fred y estampo mis labios contra los suyos, haciendo que Adam apriete los puños y me quite la mirada de encima.
-Lo siento muchísimo.-me disculpo. Fred suelta una carcajada y le explica la situación. Gracias a Dios ninguno se enfada.
Ganamos el partido y Fred, Marcus (su ligue) y yo bajamos de las gradas.
-¡Ha sido increíble! Han jugado fenomenal.-digo y alguien me llama por detrás.-Oh. Eres tú.-digo cuando veo a Adam aún con su vestuario de fútbol puesto. Está jodidamente sexi en mallas.
-¿Podemos hablar un segundo?-me dice frío.
-No, lo siento. Me voy a comer con Fred y mi chico.-digo y entrelazo mi dedos con los de Marcus y tiro de él.-Dios mío soy la peor amiga del mundo.-digo cuando Adam ya no está cerca y suelto la mano de Marcus.-Lo siento muchísimo chicos.
-No te preocupes Meg. A mi no me importa que me utilices para darle celos a tu novio.-dice Marcus.
-Oh el no es mi novio. Es sólo Adam.-dice y Fred y Marcus cruzan una mirada.-¡Fred! Sabes que no estamos juntos. No pongas esa cara. ¡Y deja de sonreír!-digo y me rodea los hombros con el brazo.
-Amor, solo te pido que en la fiesta yo sea el único que bese los labios de Marcus, tu búscate otros.-dice y suelto una carcajada.
-No te preocupes, no lo volveré a hacer.
Nos vamos a comer a una pizzería cercana. Me lo paso bien y nos reímos mucho. Marcus y Fred me cuentan cómo se conocieron y el ver cómo se miran me doy cuenta de que realmente se gustan.
Llegamos a la fiesta en el coche de Marcus. Entramos y nos dirigimos a la cocina. Cada uno nos cogemos una cerveza y nos vamos al salón donde todo el mundo está bailando.
Marcus y Fred están muy acaramelados bailando y yo cada vez que me termino una cerveza cojo otra.
Bailo con todo el mundo y mi culo choca con muchas entrepiernas que termino desechando.
Cuando llevamos casi una hora bailando Fred se acerca y se lo que me va a decir.
-Amor... Marcus y yo nos vamos arriba. ¿Vas a estar bien?
-¡Pues claro que sí!-digo y Fred se aleja.-¡Usad condón!-grito y veo a Fred negar con la cabeza.
Cuando voy a por otra cerveza decido que hace demasiado calor para seguir con la chaqueta puesta, así que me la quito, dejando mi espalda al aire.
Respiro hondo gracias al soplo de aire frío que me rodea la espalda y vuelvo a la pista de baile.
Bailo sola por un rato hasta que un chico que no conozco pone sus enormes manos en mi cintura y me hace girar.
Se que estoy lo suficientemente borracha como para liarme con él sin llegar más lejos, así que me dejo llevar.
Doy otro trago a mi cerveza y mis caderas empiezan a moverse contra las del chico. Su lengua chupa mi cuello y no me gusta la sensación así que me giro, moviéndome contra él e imaginando que bailo con otro. Noto su entrepierna hinchada y a pesar de imaginarme que estoy con otro siento repulsión.
Entonces abro los ojos y veo a Adam al otro lado de la habitación. Lleva una cerveza en la mano y me está atravesando con la mirada, mientras sus puños se aprietan fuertemente.
Sonrío y me relamo los labios sin quitarle los ojos de encima. Muevo mis caderas mas lento, escuchando los gemidos de mi acompañante y silenciándolos al momento. No puedo apartar la mirada de Adam y no se cómo consigo imaginarme que es con él con quién bailo.
Echo mi cabeza hacia atrás sintiendo los labios de mi acompañante desconocido en mi cuello, pero mi mirada vuelve a encontrarse con Adam. Su mandíbula está apretada y se que está celoso, lo cual me alegra. Me termino mi cerveza y la dejo por ahí, separándome de mi acompañante y acercándome a Adam.
-Hola.-susurro contra su cuello apoyándome en su costado, rodeando su cintura con mi brazo. Su mano se aprieta en mi cintura.
-¡Eh muñeca! No puedes dejarme así.-aparece el chico con el que estaba bailando. Lo miro de arriba a abajo y antes de que Adam lo amenace, me adelanto.
-Lo siento, pero ahora estoy ocupada con mi chido así que si no te importa puedes irte.-digo y me vuelvo a girar viendo un amago de sonrisa en los labios de Adam que me hace sonreír. Me pego más a él y dejo salir mi aliento contra su cuello. Huele condenadamente bien.
-¿Cuántas cerveza te has tomado?-pregunta contra mi oreja. Suelto una risita contra su cuello.
-No lo sé. ¿Y tú?
-Unas cuantas.-responde y besa mi cuello. Succiona y muerde, apretando las manos en mi cintura. Se me escapa un gemido y aprieta más.-Joder Megara...
-Vamos a bailar.-digo besando y mordiendo su cuello. Agarro su mano y tiro de el.
Me adentro junto con él en el centro de la pista. Hago que ponga sus manos en mi cintura y empiezo a mover mis caderas al ritmo de la música, obligándolo a que me siga el ritmo.
Me besa el cuello y sube, pero nunca llega a la boca. Me está matando y lo sabe. En un momento combina morder la piel de mi cuello con un apretón en el culo, provocando un gemido por mi parte. Noto su sonrisa contra mi cuello y decido devolvérsela.
Me giro y sus manos me siguen. Una me rodea la cintura y la otra la agarro, uniendo nuestros dedos.
Empiezo a moverme contra él al compás de la música, restregándome literalmente contra él. Me muevo y de vez en cuando aprieto mi culo contra su entrepierna, escuchando gemidos contra mi cuello por su parte.
-Para.-me dice y me inmoviliza las caderas.-Vamos arriba.-me dice y tiro de él.
Subimos las escaleras y abro y cierro puertas hasta que encuentro una habitación vacía. Entramos y cierro, apoyándome en la puerta.
-Estamos borrachos.-dice y yo sonrío.
Se acerca a mi acorralándome contra la puerta. No hace nada. Solo mirarme fijamente a los ojos
Quiero sus labios y si el no va a hacer nada, lo haré yo. Me dirijo a su cuello, al punto que he encontrado que le gusta. Aprieta sus caderas contra las mías y noto su erección contra mi. Sonrío. Beso su mandíbula y sigo subiendo.
-Te ves jodidamente sexi ahora mismo.-digo mirándolo a los ojos.
Pego mi boca a la suya y entonces él recupera el control. Empieza a mover sus labios contra los míos. Es un beso lleno de lujuria con un toque de ternura muy bien escondido.
Absorbe mi labio inferior y lo muerde pidiéndome paso. Se lo concedo y nuestras lenguas bailan juntas. Respiro hondo y mis manos que se encontraban en su cuello suben a su pelo y se enredan en el, pegándolo más a mi. Las manos de Adam bajan de mi cintura y se posan en mi culo, apretándome más él. Entonces toma impulso y hace que rodee sus caderas con mis piernas. Aprieta mi culo y cuando comprueba que la puerta está cerrado con seguro, se dirige a la cama.
-Joder...-dice Adam y gemimos, cortando el beso, cuando su miembro se aprieta contra mi.
Volvemos a unir nuestros labios y cuando me dispongo a quitarme el vestido el se adelanta y lo hace por mi. Me observa.
-Joder.-dice y yo río. Lo cojo de la nuca y lo vuelvo a acercar a mi.
Empiezo a desabrochar los botones de su camisa y se la quito dejando su torso al desnudo. Lo admiro y muerdo mi labio controlando el placer y la lujuria.
Volvemos a besarnos y hago que gire, quedando yo encima de el, con las piernas abiertas, una a cada lado.
-Eres jodidamente preciosa.-dice.-Pero no voy a acostarme contigo. Estamos borrachos y mañana te arrepentirás.-dice. Yo sonrío y pego mi pecho al suyo, besando su cuello.
-Hay muchas cosas que podemos hacer, sin llegar al sexo.-digo. Sus pupilas totalmente dilatadas me atraviesan.
Beso su boca mordiendo su labio y me vuelvo a separar de el. Poso mi manos en lo alto de su pecho y voy bajando poco a poco, recorriendo su cuerpo. Muevo ligeramente mis caderas y ambos gemimos sin poder evitarlo. Me agarra la muñeca cuando llego al botón de su pantalón. Le sonrío y vuelvo a besar sus labios, profundizando el beso. Muevo mis caderas y gime contra mi.
Desabrocho sus pantalones y me ayuda a bajarlos. Vuelve a agarrar mi muñeca, mirándome inseguro. Beso su cuello.
-Por favor.-susurro y me suelta.
Bajo sus calzoncillos, dejando ver su miembro, largo y perfectamente erguido. Agarro la base y empiezo a mover mi mano firmemente por todo el miembro. Lo miro y veo como sus ojos están apretados fuertemente, intentado resistirse a lo inevitable. Relajo el ritmo.
-No te controles.-le susurro y cojo su mano, haciendo que recorra mi cuerpo desde mi culo hasta mis pechos.
No dejo de mover la mano y acelero el ritmo de forma progresiva hasta que se corre. Lo miro. Está con lo ojos cerrados y parece satisfecho. Sonrío, felicitándome por el buen trabajo. Aparto un momento la vista y de pronto me tiene tendida en la cama y está sobre mi. Empieza a besar mi cuello y a pasar su lengua por las zonas correctas, combinándolo con mordidas. Se que mañana tendré varias marcas, pero no me importa.
-Ahora te toca a ti.-dice con su voz más grave de lo normal contra mi oreja, produciéndome cosquillas.
Su boca sigue bajando, mordiendo y chupando todo lo que se encuentra a su paso.
Llega a mis pechos y agarra uno de ellos, masajeándolo mientras su boca se ocupa del otro. Gimo porque no puedo con tanto placer.
Le cojo la cara y lo obligo a subir de nuevo, haciendo que pegue sus labios a los míos. Una de sus manos aprieta mi culo, mientras que la otra acuna uno de mis pechos.
Culparé de esto al alcohol y a la lujuria, pero cojo la mano de Adam que agarraba mi culo y hago que se dirija hacia mis bragas, mas bien al interior de estas.
Noto cómo sonríe contra mi cuello, haciendo mi sufrimiento lento.
-¿Qué pasa?-dice con voz melosa.-¿Qué quieres?-dice introduciendo uno de sus dedos dentro de mi. Gimo y tiro suavemente de su pelo.-¿Es esto lo que quieres?-dice e introduce otro dedo.
-Joder...-gimo. Empieza a mover sus dedos suavemente mientras su boca succiona uno de mis pezones.
Dirijo mi mano hacia la de Adam, intentado que acelere el ritmo, que me de más placer, pero me lo impide. Ríe contra mi cuello.
-Ahora tengo yo el control, bebé.-dice y mueve sus dedos más rápidos produciendo que gima más fuerte. Llevo mi mano a mi clítoris aumentando mi placer.
-Adam...-gimo.-Joder...
-Sh.-dice contra mi oreja, bajando el ritmo de sus dedos, haciendo que mi clímax se aleje.
Vuelvo a agarrar su mano, intentando que se mueva más rápido. Ríe contra mi cuello, impidiendo que su mano acelere. Se mantiene con el mismo ritmo que alarga mi agonía. Me muevo contra su mano, pero su otra mano agarra mi cadera impidiendo que me mueva. Estoy ciega de placer.
-Adam... Por favor...-gimo.
-Dime qué quieres.-susurra. Yo no le he pedido nada a cambio de masturbarle, él lo está complicando todo y no quiero que gane.
-Adam...-gimo y me muevo contra su mano.
-Sólo dilo y te lo daré.
-Quiero...-gimo.
-¿Qué quieres?
-Quiero que hagas que me corra.-digo.
-Buena chica.-dice contra mi y empieza a mover los dedos rápidamente.
Mi mano vuelve a mi clítoris, dándome más placer. Gimo, pero me silencia con su boca.
Al fin me corro y siento que descanso. Adam se pone los calzoncillos y se acuesta junto a mi.
-Ha estado bien.-digo.
-Lo mismo te digo

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¡Lo siento muchísimo! Se que llevo tiempo sin subir, pero es que ahora estoy en épocas de exámenes y se me hace muy difícil sacar tiempo libre😬
Así que os dejo un capítulo largo. Espero que os guste muchísimo y decidme que os ha parecido🙏🏼
Besis
-fairypsychotic

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