Capitulo 4:

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Salía de la escuela a lado de sus dos mejores amigos riendo por las burlas amistosas que estos le hacían acerca de Harry. Pensaba que sin ellos todo aquello hubiera sido demasiado difícil, pero estaban acompañándolo y apoyándolo en todos así que internamente se los agradecía.

Cuando llegaron a la puerta de la escuela donde siempre se despedían tomando cada uno su camino, Louis se sorprendió al ver a Harry ahí de pie como si hubiera estado esperando mucho tiempo. Sonrió inconsciente y sus amigos lo notaron causando que Zayn se pusiera rojo por la risa contenida. El de ojos azules sabía que si no fuera por la presencia del rizado, su amigo hubiera reído hasta llorar.

- Creo que te buscan – dijo Liam ya que el otro no podía articular palabra.

Louis sintió que el sonrojo de sus mejillas crecía y simplemente asintió, se despidió de sus amigos moviendo la mano de un lado a otro y se acercó lentamente, preocupado de que los latidos de su corazón fueran demasiado escandalosos como para que Harry llegara a escucharlos cuando estuviera cerca de él.

- Ho.. hola – dijo Louis timidio.

- ¿Quieres un helado? – preguntó Harry en un tono extremadamente natural, como si lo suyo fuera tener citas todo el tiempo.

- Claro – Louis sonrió un poco.

Harry empezó a caminar sin decir nada más y Louis sólo tuvo el remedio de seguirlo. Había esperado aquello toda su vida y en ese preciso momento en el que sus sueños se hacían realidad, no sabía exactamente como tenía que actuar y qué era lo que tenía que decir. No estaba seguro de cómo iniciar una conversación después de tres años de espera y le parecía ilógico. Su corazón latía y latía sin darle respuesta a ninguna de sus preguntas.

- Louis – escuchó la perfecta vos de Harry llamándolo y rápidamente levantó la mirada – llegamos – dijo sin más, señalando la heladería que tenían enfrente.

- Oh… - fue su única respuesta al darse cuenta de que se había perdido en sus pensamientos durante todo el camino y después se pateo mentalmente por no haber dicho algo más inteligente que eso.

Ambos entraron a aquel lugar donde vieron la enorme carta de helados dibujada en la parte superior de la caja de cobros. Louis analizó detenidamente cada uno de los helados que ofrecían en aquel lugar a diferencia de Harry que simplemente ordenó al llegar.

- Deme uno de chocolate, por favor – pidió sin más el rizado.

Se sorprendió porque parecía que el chico sabía cada uno de los helados de la carta ya que ni siquiera había tenido la necesidad de mirarla.

- Quiero uno de fresa – dijo Louis dirigiéndose a la chica que les atendía con una sonrisa a la cual ella contestó con movimientos torpes y risas nerviosas.

El chico de ojos azules empezó a buscar el dinero para pagar su orden dentro de sus cosas. Era verdad que el rizado lo había invitado, pero no por eso permitiría que él pagara todos sus gastos. No lo conocía de nada, ni siquiera sabía si su posición económica era buena.

- Cobra los dos –se le adelantó Harry entendiéndole un billete a la chica quien cobró rápidamente para después entregarle su helado a cada uno.

Después de unos momento llegaron al acuerdo de que comerían aquel helado en un parque que se encontraba cerca del lugar puesto que extrañamente el rizado no había querido quedarse en la tienda de helados la cual estaba equipada con sillas y mesas. El camino fue tranquilo y nuevamente silencioso, cada uno estaba perdido y concentrado en su respectivo helado por lo que el ambiente no era tan tenso como al principio. Caminaron hasta encontrar una banca vacía en aquel parque la cual ocuparon para sentarse mientras cada uno pensaba en lo suyo.

A primera vista - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora