Capitulo 29:

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  -   ¿Por qué rayos si sabías que él era mi autor favorito no me dijiste nada? – reprochó Louis en el teléfono mientras hablaba por medio de susurros para que nadie a su alrededor pudiera escucharlo.

Escuchó una sonora carcajada del otro lado de la línea. Sabía que su amigo se encontraba más que divertido con su situación, pero la verdad era que su estómago y todo su cuerpo se encontraban reaccionando de una manera demasiado negativa a pesar de ser su primer día de trabajo oficial.

-          Es que sabía que así sería más emocionante – dijo Zayn sin quitar ese tono divertido que enfermaba aún más al chico de ojos azules.

Sintió que el alma se le salía del cuerpo cuando llegó por fin a la casa de Harry donde lo había citado John apenas la noche anterior. Así era como trabajaban ellos, en el ambiente en el que el chico de rizos se sintiera cómodo porque sino “no funcionaba”.

Llamó al timbre repetidas ocasiones sin apartar el móvil de su oreja.

-          Eh llegado a su casa Zayn.

-          Pronto serás millonario – rió divertido – trabajas para el escritor del momento.

-          El escritor del momento, mi ex novio, el chico del que sigo enamorado y por el que eh sufrido tanto.

-          Ese mismo – confirmó su mejor amigo al otro lado de la línea – por el que has llorado como una princesa prisionera.

-          ¡Cállate! – se quejó frunciendo el entrecejo.

La puerta de madera enorme se empezó a abrir frente a sus ojos y en ese momento se dio cuenta de que debía de colgar. Se despidió de Zayn rápidamente para después encontrarse con una mujer que le sonreía de una forma completamente amable.

-          Harry le espera – dijo ella sin borrar esa adorable sonrisa.

-          Gracias – respondió de una forma amable y nerviosa al mismo tiempo.

Aquella no era la casa que había conocido cuando estaba en sus tiempos con Harry, era una muy distinta, pero al mismo tiempo con un aire familiar tal vez por el enorme tamaño.

Dudó un poco al seguir a aquella mujer, pero al notar que no tenía demasiadas opciones, simplemente se dejó guiar por aquel lugar que parecía un laberinto, estaba seguro de que si quisiera aprender a manejarse a la perfección ahí dentro tenía que gastar aunque fuera dos días de su vida.

Unas grandes puertas fueron abiertas por la mujer haciendo que el chico de ojos azules se sorprendiera debido a que ni siquiera había llamado antes de hacerlo. Ella se paró antes de pasar y con un movimiento de cabeza le indicó que entrara. Louis no se hizo del rogar y sin más pasó encontrándose con Harry completamente perdido frente a un ordenador portátil, usaba unos lentes que parecían para descanso, tal vez para que su vista no se dañara por las horas que pasaba ahí y sin más la mujer se retiró dejándolos completamente solos.

Se quedó en completo silencio escuchando únicamente el golpeteo que hacía Harry cuando presionaba las teclas al escribir, se veía demasiado concentrado, así como en aquellos días que pasaban en la biblioteca sin interrupciones sólo que en esa ocasión era mucho más incómodo.

-          Toma asiento – pidió el rizado sin siquiera mirarlo.

La mirada azul se paseó por el lugar hasta toparse con un cómodo sofá en el cual no dudo ni siquiera un segundo para dejarse caer en él.

Las teclas del ordenador seguían sonando de una manera insistente, como si no pensaran detenerse nunca y la incomodidad que sentía incrementó. Miró los estantes y se dio cuenta de que en ellos sólo se encontraban los libros que el chico de ojos verdes había sacado a la venta y sintió una emoción genuina al poderlos ver originales.

A primera vista - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora