Louis había descubierto que el amor si era como los poetas lo describían, demasiado difícil, lleno de enredos y a veces se amaba simplemente al aire debido a que la persona amada no correspondía a los sentimientos. No había nada más complicado que el amor y con Harry lo había descubierto puesto que a pesar de esperar una oportunidad de estar con el durante algunos años, esta no había llegado de la manera en que la había soñado. El rizado era renuente a ponerle un nombre a lo que había entre ellos y eso a Louis le preocupaba puesto que no sabía en que momento Harry se iría con alguien más dejándolo sin la posibilidad de hacer reclamos pues “no eran nada”… se encontraba a la deriva como si se hubiera caído de un barco en medio del mar.
Caminaba a lado de sus amigos en dirección a la biblioteca que estaba más que seguro que ellos nunca habían pisado en su vida dentro de esa escuela puesto que preferían morir a leer un libro de 300 páginas.
- ¿Entonces dices que te puede besar pero no son nada? – preguntó Liam incrédulo.
Louis asintió lentamente recordando todo aquello que había hablado con Harry. La verdad era que en el fondo quería entender el origen de los miedos del rizado, pero no podía hacerlo si este no se lo permitía, era como querer ayudar a alguien que no quiere ser ayudado y querer encontrar a alguien que no quiere ser encontrado… imposible.
- Si – susurró Louis ya que consideró que su asentimiento no era una respuesta suficiente.
- Tal vez no acepta su sexualidad – dijo Zayn divertido ganándose una mirada enojada de sus dos amigos – o no te conoce lo suficiente – se corrigió calmándose un poco.
- Supongo… - Louis articuló aquello perdido en sus pensamientos.
Los chicos siguieron caminando por los extensos pasillos. Al de ojos azules le había costado mucho trabajo convencer a sus amigos de acompañarlo a la biblioteca y le había costado el doble convencer a Harry para que les diera clases a todos juntos. Así iba a ser más fácil para él concentrarse, siempre le resultaba sencillo hacerlo cuando Liam con su responsabilidad excesiva se encontraba a su lado.
- Pues ya lo conoceremos – dijo Liam deteniéndose frente a la enorme puerta que anunciaba la entrada a la biblioteca.
Zayn se veía extrañamente feliz y sonriente a pesar de que se encontraban en aquel lugar que para él era casi prohibido, lo más cercano al infierno.
- ¿Qué te sucede? – le preguntó Liam sospechando por su extraña alegría.
- Nada – dijo Zayn sin borrar esa sonrisa – creo que será divertido.
Liam frunció el ceño mirándolo atentamente, como si estuviera intentando adivinar todo pensamiento retorcido que pasara por la cabeza del de cabello negro.
- Bien, entremos – dijo Louis igual de extrañado que el castaño.
Los tres se adentraron en aquel lugar y Louis buscó a Harry con la mirada mientras sus amigos miraban sorprendidos todo lo que se encontraba a su alrededor. Parecían pequeños niños en un museo, sorprendidos, pero sin un interés más allá.
Analizó todas las mesas hasta que se topó con esa cabellera rizada que tanto anhelaba. Caminó rápido dándole igual el hecho de que sus amigos estuvieran acompañándolo y se detuvo en aquella mesa donde el de ojos verdes se encontraba sentado leyendo concentrado un libro nuevo.
- Harry – le llamó y este enseguida levantó la mirada para después sonreírle de esa manera encantadora, esa forma que sólo él tenía – perdón por llegar tarde – se disculpó respondiendo a aquel gesto adorable de la misma forma.
- Está bien – dijo haciendo el libro que leía a un lado concentrando sus ojos en mirar aquellos hermosos ojos azules que se encontraban frente a él – no esperé mucho – la sonrisa permanecía en su rostro haciéndolo parecer la persona más enamorada en el mundo.
