Uno.

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Estaba confundida. Aquella vez en la que creí haber encontrado el amor en un infierno y jure nunca salir. Resulta ser que en mi intento por huir de él conocí a alguien mas. Conocí a mi Dios. Que de pronto cuando las cosas comenzaron a salir mal me mostró su lado malo y cambio su sonrisa por las lagrimas que ahora atacaban mi vida. Dijo que yo lo dañe de todas las formas posibles, también dijo que nunca lo hice feliz. Creo que él fue quien me daño a mi. Tenia el descaro de escucharme hablar por horas de amor y ahora mismo decía nunca haberlo sentido por mi. Confeso ver en mi a la Venus y ahora mismo no quería siquiera volverme a ver reír. Estaba confundida. Aterrada, una vez pude salir del infierno y solo me puse a jugar dados con el demonio. Ahora estoy ardiendo en el infierno y no encuentro siquiera la forma de escapar. No quiero conocer a alguien mas, no deseo que llegue ningún Dios hablando del azul del cielo o de como se ve mi cuerpo adornado de sus besos. Supongo que ahora mismo debo encontrarme a mi, creo que la ultima vez que me vi salí corriendo a esconderme detrás del ultimo te quiero que recuerdo de él. Me pregunto en donde estoy ahora. Quizás mañana pueda encontrarme, quizás lo haga ahora. No lo sé. Lo único de lo que puedo estar segura es que no esperare por nadie para poder huir, para regresar a la vida y nunca mas arder. Ahora no encuentro a mi corazón, quizás lo perdí en el quinto adiós. Me pregunto en cual de sus besos deje mi sonrisa. No es tiempo de hacer preguntas, ahora solo deseo ir en busca de mis respuestas Siempre puedo, siempre pude, siempre voy a poder. Estoy segura de ello ahora mas que nunca. Así que, de momento. Los invito a arder junto a mi. Mañana quizás me este riendo como una paranoica porque pude salir de aquí. Mientras tanto, bienvenidos. Vamos a arder en el infierno. 

Ardiendo en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora