Abril 22, 2015:
Unir todos tus besos y suspiros a tu propia destrucción nunca sera buena idea. Eso ocurrió conmigo, con él. Aquella vez en la que me prometió que iba a cambiar para darme lo mejor del mundo a cambio de que fuese solo suya, solo para él. Y no, no era normal que sintiese ardor cuando su boca toco la mía, cuando su sonrisa de arrogancia me demostraba que no deseaba huir de él. Nunca debí aceptar, ni condenarlo. Nunca debí darle amor y jurarle protección cuando en mi cabeza aun sentía tanto rencor. Por él, por toda la mierda que me hizo sentir cuando se marcho y nunca regreso. Porque lo espere, llore día y noche por meses para que Dios lo regresara a mi vida y nunca pasaba, incluso me sentía congelada sin él. Por eso soy una zorra, porque le pague igual que como él lo hizo conmigo. Acepte toda su mala vida y a cambio le di mucha desilusión y quizás un poco de dolor. Sabes que sufriste, sabes que la mierda que te di alguna vez la recibí yo por ti. Soy una zorra, si. Incluso puedo sonreír al aceptarlo. Soy la zorra que enamoro al que nunca se enamora y después lo abandono, cambiando por una vez los papeles de la historia. Haciéndolo sufrir, si. Por todas las mujeres que él dejo porque era un maldito cabrón.
ESTÁS LEYENDO
Ardiendo en el infierno.
PoetryLos invito a arder junto a mi. Mañana quizás me este riendo como una paranoica porque pude salir de aquí. Mientras tanto, bienvenidos. Vamos a arder en el infierno.