Pido disculpas. Cuando comencé a escribir atrapada en tu infierno hablaba de lo malo y lo bueno que me dio Henry y siempre prometía que lo dejaría atrás. Y aunque mas de mil veces repetía que era la ultima vez siempre rompía mis promesas. Siquiera creo que usaba mi cabeza. Estaba ciega, supongo. Era una niña ilusa de trece años que solo quería amor. Que anhelaba que un hombre la mirara a los ojos con admiración. No sé porque nunca lo solté, no se cuantas mentiras anhelaba ya, porque nada mas con el hecho de escucharlo gemir el nombre de otra era suficiente para dar marcha atrás. Pero no, definitivamente estaba obsesionada, quizás soy una loca que siempre le ha gustado vivir así, no lo sé. Quizás si era por el amor, sabes. Porque en cuanto lo conocí creí conocer a todo lo que necesitaba, lo anhelaba, incluso recuerdo todas las madrugadas hablando con mis amigas sobre cuanto lo quería en mi vida, sobre cuantas veces fantasee con la idea de besarlo. No recordaba nuestro primer beso, él si. Lo que mas odio es que en cuanto él lo menciono se burlo de mi, casi como lo hacia todo el tiempo. Ahora si puedo recordar aquel momento, fue un jueves. Sabes, estaba en 7mo año y en aquel entonces ya me encantaba, él ya tenia a alguien mas en su vida. Ese fue el comienzo de toda esta bomba que ambos hicimos estallar. Paso mucho tiempo después para besarlo. Para estar junto a él y poder admirarlo. Si. Porque lo admire, lo juro que si. Aquel día cuando el frió me hizo echar de menos su calor lo comprendí. Atrapada en tu infierno termino con un nuevo comienzo, hablaba de alguien mas, conocí a alguien incluso antes de soltar del todo a Henry. Por eso comencé huyendo del infierno. Porque por un tiempo las cosas con Daniel estuvieron de maravilla y el comienzo que tuvimos me hacia suspirar y quererlo cada día mas. Pero Henry regreso, entonces yo decidí que debía huir de él, que en atrapada en tu infierno solo mentí al decir que lo olvide porque en cuanto lo vi en abril todo en mi estallo. Lo necesitaba, a pesar de estar con alguien mas me estaba volviendo loca solo de mirarlo, solo con escucharlo hablar sentía esa absurda necesidad de quererlo, de traerlo de regreso a mi vida. Tenia dieciséis años, hacia tres años de haberlo besado por primera vez cuando volví a compartir con el tres besos sin amor, simples suspiros que estaban condenando a nuestro corazón. Hable de todo, lo juro. Me desnude hasta decir ya no mas, hasta que ya ni quería seguir fingiendo mas. Ocho meses después lo bese una vez mas y en aquel entonces creo que fue cuando todo termino. Cuando él estaba ahí delante de mi y yo podía hacer lo que quisiera con él y sin embargo no pude, no debía, no podía, no quería. Ni ahora ni nunca, lo deje inconcluso. Deje que se quedara en puntos suspensivos aquel amor que anhelaba de él y creo que eso es lo que me sigue persiguiendo. Aunque ahora mismo siento nauseas al hablar de él y me arrepiento de todo lo que hice para traerlo cada vez de regreso a mi vida. Y si, en huyendo del infierno me convertí en una maldita puta que daño a un hombre que solo le da amor, no saben cuanto me arrepiento de ello. Cuanto dolor siento cuando me doy cuenta del error que cometí por una nada. Lo siento, ojala algún día puedas entender porque lo hice, no quiero que me odies, supongo que seguía pensando como la niña de trece años. Tengo dieciocho años, pensé que ardiendo en el infierno iba a concluir también mi historia con Daniel pero no fue así. Aquí estoy. A pesar de la mierda que le he dado a él y a su buena vida él sigue conmigo. Supongo que ni con todo el dinero del mundo podría agradecerle lo que me ha dado. Gracias, cariño. Aunque no te merezca tu sigues ahí para mi y es lo mejor. Nunca podría equivocarme contigo. Quiero que te quedes, no quiero que ardas en mi infierno, en realidad. Estaba equivocada cuando comencé este escrito y hoy quiero remediar mi error. Quiero que te quedes siempre, eso es todo. Vamos a volar a un cielo, juntos. Siempre. Ya no deseo mas dolor, siquiera arder porque a veces es lo que me pide mi corazón. Vamos a querernos bonito y ya esta. Solo quédate aquí, por favor. Supongo que después de hoy podre sonreír porque Salí del infierno y por fin encontré mi sitio a donde ir. Lo encontré a él, y creo que ese si que es mi golpe de suerte de toda la vida, Si.
Vuela, cariño.
Es hora de buscar nuestro cielo. Si.
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Ardiendo en el infierno.
PoetryLos invito a arder junto a mi. Mañana quizás me este riendo como una paranoica porque pude salir de aquí. Mientras tanto, bienvenidos. Vamos a arder en el infierno.