Curioso

181 29 2
                                    

Eran las 7:30 y Jaime no estaba despierto. Al parecer, ayer en la noche, olvido cerrar la ventana de la habitación y con el frío que había, se resfrió.

-Mamá, no quiero ir a la U.- Dijo Jaime con los ojitos achinados y un pequeño puchero en sus labios.

-Ya hijo, pero se va a tomar toda la sopita de pollo.

******

-¿Vas a ir a buscarlo? ¿No se supone que tienes que hacerte el difícil?

-Traqui, si no sabi' ni lo que voy a hacer.- Manuel sabía que estaba jugando con fuego al intentar enamorar al Edgar, pero sin él, el plan completo no funcionaría.

-Ojalá que sirva la wea si po'

Caminaron por los pasillos de la universidad para entrar a la siguiente clase, pero un Edgar enojado, tomo del cuello a Nicolás y lo llevó a el baño, encerrándolo ahí. Manuel siempre de espectador, ya sabía lo que le iba a pasar si se interponía.

-Creí que soy weón Nicolás.

-No entiendo.- Dijo el menor, haciéndose el incomprendido.

-Weón, ¿Qué le hiciste al Jaime?

-Qué estay hablando weón.- Se soltó de su agarre y lo miró confundido.- ¿Quién es su ángel guardián?

Edgar se limitó a mirarlo con enojo y salir del baño con el ceño fruncido. Enseguida, Manuel entró, notando el obvio carácter de Edgar y pensando lo peor.

-¿Cachó?- Pregunto preocupado.

-No, pero me culpó de una wea rara.

-¿Cómo?

-Dijo una wea del Jaime.- Dijo un poco preocupado.- Tengo que ir.

-No Nicolás, ya sabí lo que te va a pasar si vas.

No siguieron hablando del tema, pero la idea de ir a ver a Jaime seguía en la mente de Nicolás.

****

-Si todo no fuera tan complicado.

Nicolás llevaba más de una semana intentando sacar a Jaime de su cabeza, pero la imagen de él siendo golpeado, mutilado y tirado a un río seguía en la mente de Nicolás.

Agarró su cabello con fuerza y tomó su teléfono, y si quererlo, llamando a Jaime.

-¿Aló?

-Jaime, hola.

-¿Nicolás? ¿Pensé que estabas fuera del país?

-Lo estoy.- Mintió.- Quería preguntarte si estabas bien.

-Si, solo con un resfriado horrible. ¿Cómo estás tú?

-Bien, digo, continuo con mis estudios.

-¿Me llamaste sólo para preguntar como estaba?

-Si, osea, pensé que era debido llamarte luego de como dejamos las cosas.

-Nicolás, lo único que quiero es que me prometas que algún día me explicaras toda esta mierda.

-Algún día Jaime.

Y colgó.

Ángel (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora