Hasta pronto, madre

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(LP)

El despertador sonó las 04:30 de la mañana. Me forcé a abrir los ojos, aún estaba oscuro, y apagué la alarma. Cuidadosamente, me levanté de la cama, intentando ser silenciosa, no quería despertar a mi hermana, que dormía tranquilamente en la cama de matrimonio que estábamos compartiendo.

Todavía llevando mi pijama de seda azul oscuro caminé hasta el cuarto de al lado. Necesitaba despertar a Jennifer, no quería correr el riesgo de perder el vuelo.

Al final acabamos alargando una noche más nuestra estancia en LA, así que tendríamos que ir directas del aeropuerto de Vancouver a los estudios para comenzar la grabación de un nuevo capítulo.

Mi hermana insistió en que no me marchase la noche anterior. Jennifer estuvo de acuerdo, realmente quería más que yo quedarse aquí. Mi cuñado, esposo de mi hermana, estaba de viajes de negocios esa semana en NY y mamá le estaba haciendo compañía a ella y a mi sobrino. El día anterior había sido un día increíble en familia, hecho que pesó mucho en quedarnos una noche más. Mi hermana no pudo ser más acogedora con nosotras.

Abrí la puerta del cuarto y me encontré con Jennifer ya de pie, vestida, junto a mi sobrino que dormía en un colchón, en el suelo de su propio cuarto.

Mi hermana Deena ha hecho un gran trabajo con él. Con solo ocho años, Sammy ya es un verdadero caballero. El chico quiso que Jennfier durmiera en su cama, mientras él usaba un colchón en el suelo, ya que el cuarto de invitados estaba ocupado por nuestra madre.

No me importó compartir la cama con mi hermana, prefería que la señora Dolores descansara tranquila.

«¡Buenos días!» dije besando sus labios

«¡Buenos día para ti también!»

«¡Ven! ¡Vamos a tomar un café antes de irnos!» susurré a Jen

«¡Genial! Quería darle las gracias al chico» dijo mirando a Sammy «En verdad, me gustaría darle las gracias a todos. ¡Realmente tienes suerte, Lana!»

Mi corazón se encogió al verla triste y decepcionada. Yo sabía que aquello iba a pasar, no puedo decir que no intenté impedirle que hablase con su familia y acabara herida. Ya pasé por eso antes.

Hoy mi familia apoya mis decisiones, pero no siempre fue así. Hemos recorrido un arduo y tortuoso camino para llegar a donde estamos y estoy muy orgullosa de que mi familia haya dejado los prejuicios a un lado. Sé que a Jennifer le pasará lo mismo. Todavía más después de lo que su padre me dijo. Él es un hombre bueno, decente.

Antes de marcharnos de su casa, el hombre me dio un gran abrazo y, a mí oído, me confesó que siempre supo la sexualidad de su hija, y de alguna forma, estaba feliz de que ella al final lo hubiera descubierto. Me dijo que estaba feliz de verme llevar el anillo que había sido de su madre y antes de su abuela. Aquel hombre, definitivamente, prestaba atención a los detalles.

Desde que Jennifer me dijo que vendríamos a Los Ángeles, pensé en mi familia, y aun sabiendo que sería un viaje corto, y no tendríamos tiempo de visitarlos, me puse feliz al saber que estaba cerca de las personas que quiero. No fue difícil pensar rápido y decidir aparecer en casa de Deena en mitad de la madrugada.

Antes de salir del cuarto, Sammy alzó su pequeño cuerpo del colchón y abrió sus ojitos.

«¡Tita!» me llamó

«Sí, querido»

«A mí también me gustaría despedirme de vosotras. ¡Me ha encantado que vinierais a visitarnos!»

Todo es posible (MORRILLA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora