Esa tarde, yo regresaba del trabajo. Había estado muy estresado, y tenía constantes mareos, nauseas y vómito. Muchos me decían que me hiciera una prueba de embarazo. Pero lo creí estúpido.
-Un hombre no se puede embarazar.
Fue lo ultimo que les dije.
Había entrado al departamento, estaba todo en silencio. O casi todo. Unos ruidos se oían arriba, en nuestra habitación.