Era el día de su casamiento. Jos no podía estar mas nervioso.
Se casaría en unos minutos y el solo podía pensar en sus hijos y en Alonso. ¿Dejaria todo eso, por solo un capricho de su madre?
Porque Rebeca era un capricho de su madre, al no aceptar su relación con Alonso. Y el, ciegamente, aceptó. Su madre estaba orgullosa, Rebeca estaba feliz, pero su hermana Fernanda, estaba decepcionada. Ella supo del embarazo de Alonso y sabe la existencia de sus hijos. No pudo sentirse peor.
Fernanda no asistiría a la boda, eso se lo dejo en claro a Jos, ella estaría con Alonso, habían quedado en pasar juntos ese día, para que Alonso no se sintiera mal. Jos estaba nervioso.
-Hijo, que bueno que me hiciste caso. Rebeca es una buena chica.
Hablo su madre recalcando la palabra chica. Jos solo la miro sin expresión alguna, solo asintió.
El estaba triste, no vería mas a Alonso, ni a sus hijos. No los vería crecer, ni decir su primera palabra, no los vería el primer día que fueran al colegio.
-¿Jos, que te pasa?
Su madre volvió a preguntar. Era la tercera vez que le hablaba, pero Jos estaba sumido en sus pensamientos.
-N-Nada. -Sus ojos se llenaron de lágrimas, al recordar que tendría que olvidar a Alonso y a sus pequeñas criaturas.
-Jos, soy tu madre, te conozco demasiado para saber que me estas mintiendo.- su madre sonó con autoridad.
Pero Jos no cedería más.
-¿Quieres saber que me pasa? Bien, me pasa que me casare con alguien a quien ni siquiera amo. A quien solo veo como amiga. Mi verdadero amor, esta con Fernanda, supongo que esta triste. Y ¿Sabes que? Ya me harté. Me harte de que nunca me aceptaras como soy, de que jamas te preocupaste cuando rompí con Alan. Siempre me presentabas chicas, por que creías que ser como era, estaba mal. Pero me cansé. Yo amo a Alonso y a mis hijos.
-¿Hijos? - su madre estaba en shock al saber que con Alonso había tenido hijos. Osea, sus nietos.
-Si, mis pequeños niños. Ellos, son lo único que hace mantenerme de pie, y estar aquí, a punto de cometer un error. Pero ya da igual, todo esta arreglado ¿No?
Su madre solo agacho la mirada. Era la primera vez que Jos le reclamaba de esa manera, siempre se había mantenido callado a lo que su madre decía.
-H-Hijo, yo no sabia que te sentías de esa manera. Y q-quiero decirte que...
Su madre dejo esas palabras al aire, al ver que Jos comenzó a avanzar hacia la salida.
-¿A donde vas?
El pelinegro la miro.
-Con la persona a la que de verdad amo, no cumpliré tu capricho esta vez.
Y dicho esto, salio de aquel lugar. Dejando plantada a Rebeca, para irse con Alonso.
