Alonso se encontraba en el sillón de su casa junto con Fernanda, mientras que cargaba a su hijo, y Fernanda sostenía a la niña.
-Alonso, sabes. Hasta ahora, eres el único que me ha caído bien de los que Jos me ha presentado.
Alonso sonrió, una sonrisa que poco a poco se fue convirtiendo a una mueca. El nunca le había dicho que se casaría hoy. De no ser por Fernanda, no se hubiera enterado, de todos modos, triste ya estaba.
-Lo sé Fer.
Ambos se quedaron mirando con ternura. Hasta que Fer desvío su mirada hacia la televisión, que estaba encendida en un programa de cocina.
Un claxon sonó desde afuera, haciendo sobresaltar al menor y que Jose Alonso comenzara a llorar.
-Shh, ya mi niño.
Alonso mecía al pequeño, mientras le susurraba cosas tiernas como "Ya mi bebé", "Esta todo bien, nene".
La puerta fue abierta de un portazo, dejando ver a un Jos con lágrimas en los ojos.-Alonso...
Susurro mientras se acercaba a el. Fernanda tomo a la pequeña y la dejo en la carreola que descansaba a su lado. De igual forma, tomo al pequeño de los brazos de Alonso, y lo colocó junto a su hermana. Prefirió dejar solos a su hermano y Alonso, para que aclarasen algunas cosas. Tomo la carreola y se llevo a los pequeños al patio trasero, dejando a la vista un bonito jardín, mientras el sol pegaba levemente. La brisa era templada, por lo que no hacia ni frío, ni calor.
-Jos, ¿No deberías estar en tu boda?- hablo el menor fríamente.
-¿Porque estaría allá, si puedo estar aquí contigo?
El menor trago saliva nerviosamente. Bajo la mirada. El mayor se acerco aun mas a el, para tomar su cara entre sus manos y alzarla poco a poco, pidiendo apreciar esos ojos azules que tanto le gustaban.
-No me casare. Yo solo te amo a ti.
Fue lo último que dijo, antes de besar los labios de su amado.
El amor entre ellos dos, era mas fuerte que el orgullo su madre y sus caprichos.