Capítulo 73

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Capítulo 72

Desperté desconcertada, moría de calor.

Abrí los ojos y ví al causante de ese calor intenso.

Justin estaba acostado arriba de mi pecho con sus piernas enredadas a las mías.

Sonreí sin poder evitarlo.

Cuando dormía era cuando más vulnerable se veía.

Saber que sufría en silencio, me mataba. Tenía que acompañarlo a ver a su madre pronto, era una meta que debía alcanzar.

La idea de que me ayudase a encontrar a Miqueas, me volvía loca de felicidad. Me llenaba de esperanzas.

Mis sentimientos hacia Justin estaban cambiando y no tenía ganas de pensar en eso, porque sabía que sí lo admitía para mi misma, ya no habría vuelta atrás.

Su cabello tenía pequeños mechones dorados que me llamaban para que los tocase.

Pasé mi mano por ellos, suaves y escurridizos.

Suspiré y negué con la cabeza.

¿Por qué sentía que lo perdería?

Porque lo perderás, dijo mi conciencia.

Y tenía razón.

Después del contrato, todo cambiaría.

No más mañanas como esta, no más besos robados, no más caminatas agarrados de la mano, no más miradas intensas, no más peleas estúpidas, no más "nosotros".

Sabía que no debía pensar en eso, pero me era inevitable.

Mis ojos amenazaban por derramar lágrimas cuando Justin se movió en mi pecho.

Respiró profundamente sobre mi piel y me acarició con su nariz.

Eso sólo sirvió para que una solitaria lágrima rodará por mi mejilla.

De inmediato la limpié con mi mano.

Justin levantó su cabeza y me miró con sus intensos ojos mieles.

Su expresión cambio de risueña a preocupada.

-¿Estás llorando?- preguntó mientras se incorporaba en la cama con rapidez.

-No- murmuré débilmente.

-No soy estúpido _____ ¿Qué ocurre?- preguntó preocupado agarrandome la barbilla, mientras me examinaba.

-Extraño a Miqueas, eso es todo- mentí, aunque era verdad, pero no era el motivo de mis lágrimas.

-Oh nena- murmuró Justin y me abrazó.

Su gesto me agarró desprevenida y me quede inmóvil.

Justin lo notó y al parecer el también estaba sorprendido. Porque al alejarse, su rostro era un enigma.

Una mezcla de sorpresa, vergüenza y preocupación.

-Lo encontraremos- murmuró y me besó en los labios con ternura, como nunca lo había hecho.

-Eso espero- dije y suspiré apoyando mi cabeza en su hombro, ignorando las mariposas en mi estómago.

-¿Qué opinas de ver a tu madre hoy?- pregunté luego de unos minutos.

Justin se tenso y me miró con temor.

-Estaré para apoyarte- susurré y acaricié su pecho, sintiéndome su dueña.

-Esta bien- suspiró.

Paré de acariciarlo y lo miré sorprendida.

-¿En serio?- pregunté entusiasmada.

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