Capítulo once.

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—¡Que agradable visita tengo hoy! Hola... Sara—Dijo la voz de una mujer que venía de la oscuridad.

Mire a Eliot y el me miró preocupado a mi. Caminamos juntos hasta donde provenía la voz.

Al acercarnos mas, lámparas de aceite empezaron a encenderse como por arte de magia y pudimos distinguir quién era aquella mujer.

Una mujer con una capa que cubría su rostro, dejando al descubierto solo sus brazos y piernas. Muchos búhos a su lado, diría demasiados. La mujer tenía una taza de té en sus manos y eso provocaba un delicioso olor a vainilla.

Sentada en el árbol dijo, sin subir la cabeza:

—Bueno, y ¿A que se debe agradable visita?—

Tragué grueso y mire a Eliot confundida.

—Estamos aqui porque mi Ama necesita respuestas.—

La bruja se levantó rápidamente y sin ver su rostro dijo:

—¿Que clase de respuestas?—Pudimos ver su sonrisa .

Eliot me miró fijamente y yo fuí hasta donde estaba la bruja.

—Señorita Astoria.. en realidad yo... Quisiera que me dijera todo lo que aún no sé. Usted sabe lo que yo no sé.—

Su sonrisa se tornó un poco mas maliciosa y dijo:

—Oh, si querida. Veo que no dudas, pero.. ¿En realidad no te importa saber la verdad aunque llegará a ser dolorosa?—

—Mas vale saber la verdad aunque duela que vivir en una mentira que destruye. Quiero saber ansiosa el porqué de muchas cosas..—Mire a los búhos. Ella extendió un brazo y uno de los búhos voló hacia ella. Ella lo acarició mirándolo. Sonrió y dijo:

—Me gusta eso, niña.. eres muy segura pero.. Aún te faltan dos cosas..—

Abrí la boca para decir algo pero ella agregó:

—Bueno, Bueno—Aplaudio provocando que todos los búhos huyeran a la vez.—Ven, te explicaré todo de una vez. Todo desde el inicio.—

Camine detrás de ella y Eliot se quedó atrás.

Llegamos a una parte del bosque muy extraña, nos sentamos en una rama del árbol.

—Bueno.. querida.. en realidad esto que te diré serán cosas muy duras pero es parte de tu decisión. Debes saber que está vida existe dos palabras muy importantes: el querer y el desear. Cuando tu deseas algo, es por un interés mayor o por un sentimiento, y se hace lo posible pero no siempre se persevera en el objetivo, sim embargo, cuando tú quieres algo.. tú haces lo imposible por proteger y nunca olvidar ese sentimiento. La diferencia entre querer y desear es que uno de los dos tiene algo que el otro muchas veces no tiene, ¿Sabes que es?—Dijo revolviendo su taza de té.

—¿Amor?—Dije dudosa.

—Si querida, amor. Cuando tú quieres algo, tú luchas por eso, en cambio cuando deseas, muchas veces no es bueno. Los ojos con deseo son peligrosos, muchas veces se convierten en ojos de avaricia. Dime, querida.. ¿cuando tú quieres algo no lo miras con deseo, sino con ojos de amor, cierto?—

Yo asentí con la cabeza.

—Es eso, a veces el deseo busca su propia satisfacción. Y el querer es amar a el otro.—

Yo mire mis manos y luego ella siguió.

—Querida, el fin de todo esto es que sepas que es y que no es. Debes aprender. Te explicaré una pequeña historia que tiene que ver con todo esto.

A Través de los charcos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora