Años atrás.
Adam.
Una gota de sudor frío descendió por mi frente. Aprieto mis puños llenos de sangre y por tercera vez le grito a Chris: ¿Dónde esta?
Suelta una carcajada que retumba en mis oídos.
-¡primero muerto! Antes de decirte donde la escondí.
Casi puedo sentir humo salir de mis fosas nasales. Quisiera matarlo, arrancar cada una de sus extremidades y ver como se desangra frente a mis ojos. Apretar su cuello con mis manos hasta que deje de respirar... quiero que sufra, que sufra y se sienta miserable, tanto como yo me siento.
Nunca quise que todo esto envolviera a elle, jamás desee que mi pasado y el de mi padre la arrastrara a una vida de desgracias y perdidas... la encontrare, haré todo lo que esta en mi para que esto jamás se vuelva a repetir, así tenga que ir en contra de mi propia felicidad, así tenga que dejarla para siempre.
Tomo el hacha que esta sobre la mesa y camino hacia Chris. Esta atado de brazos y pies a una reja en una jaula de una bodega en el desierto, en medio de la nada, sin comunicación, sin nadie que pueda encontrarnos. Cuando Salí de la ciudad después de raptarlo me deshice de mi celular y del suyo para que nadie pudiera rastrearnos. Estamos solos el, mi camioneta, yo y un teléfono satelital para cuando sea necesario comunicarme con alguien.
Me sonríe, su dentadura esta llena de sangre por tantas veces que lo golpee. Su cara esta roja e hinchada, su labio partido. Su cuerpo esta lleno de sudor y sospecho que ya tiene alguna costilla rota. Agarro su cabellera con fuerza.
-por milésima vez, Christopher Marshall ¿Dónde esta Catherine?
Sostengo el hacha cerca de su cara. Sus ojos se abren.
-¿Qué harás? ¿Me mataras sin que te haya dicho donde esta la princesa de tus ojos? –dice irónico.
-no. –digo con simpleza. –haré algo que es mucho mejor. –apunto el hacha justo donde esta su muñeca y corto. Su grito desgarrador atraviesa mi cerebro, cada célula de mi cuerpo, esta sufriendo pero eso no alivia mi sufrimiento.
Siempre he sabido que hay un asesino dentro de cada uno de nosotros, en lo más profundo. Solo necesitas un gran grito para que despierte, un grito que se sienta casi igual a una descarga eléctrica. La desaparición de elle logro despertarlo y esta sediento de venganza.
Chris sigue gritando y llorando por un largo tiempo y me siento frente a el, observando disfrutando de la atracción, pensando. Cada segundo que pasa es más aniquilador que el anterior. Cada vez me siento mas enfermo, como si la parte mala de mí interior consumiera lo poco bueno que hay en mí. Ella no puede verme así, no puede ver en lo que me he convertido. Ya no soy yo, ya ni siquiera se quien soy.
No puedo dejar de pensar en su sonrisa, en la pureza de su mirada, en sus labios, en sus mejillas rosadas... en su voz...
-¡maldito! –grita Chris y me trae de vuelta a la realidad.
Me rio sin diversión.
-¿se te acabo la alegría? ¿Dónde quedo la sonrisa de hace algunos minutos? –inhalo y exhalo. –es tan curioso, ¿no crees? Como en un momento lo tenemos todos y luego sin darnos cuenta se nos va de las manos.
-¡estas loco! –me vuelve a gritar. –cuando salga de aquí, me las vas a pagar, esta y todas. La de mi hermana, la de mi padre... ¡te voy a matar!
La ira en su voz me causaba una sensación de diversión leve y sin mentir me satisfacía un poco pero no aliviaba el dolor.
Me rio de nuevo. -¿y sabes cual sigue? A ver Chris, ¿es una parte del cuerpo que hace hombre, al hombre?
-¡maldito infeliz!
Cojo la revolver entre mis manos, apunto y disparo. La mezcla del estruendoso golpe de la bala salir por la pistola hace que me retuerza pero el sonido del grito de dolor de Chris me causa escalofríos de felicidad.
Escucho sus quejidos con los ojos cerrados, siento como mi sonrisa se extiende por mi rostro. El charco de sangre en el suelo comienza a hacerse más grande cada vez.
Suspiro. –bueno, siempre queda otra opción. –le digo mostrándole mi mano y moviendo los dedos. Me aproximo a el a prisa y clavo la revolver en su estomago. -¿Dónde-esta?
El esta llorando. Esta suplicando que pare. El me suplica, me suplica por su vida.
-esta en Colombia, encerrada en un cuartel militar. Puedo darte las coordenadas... pero por favor, basta. Y si quieres comprobar que no miento, en mi oficina, en la empresa. Busca a dominic, el sabe... el te puede ayudar...
Observo la hoja donde me apuntó las coordenadas. Lo miro sentado en la silla donde yo me encontraba, encorvado, sufriendo. Apoyo la pistola en su cabeza.
-¿Qué haces? –grita antes de que de que la bala atraviese su cabeza.
No podía dejarlo vivir aunque quisiera y no era parte del plan. Observo su cuerpo desvanecido en el suelo, pálido, sus ojos muy abiertos. No siento remordimiento alguno, ni tristeza, ni pena, no siento nada en realidad. Estoy lo que soy, es lo que siempre he sido. Un asesino.
***
-anoche explotaron la torre de control, robaron uno de mis helicópteros y asesinaron a muchos de mis hombres. Esta mañana después de una revisión esperaremos que nos autoricen salir a buscarlos, esperamos información de más arriba, ya que a noche nuestro coronel murió.
Entonces el plan funciono, dominic dijo la verdad y la ubicación que tengo es la correcta. Observo a lo lejos, entre todas esas matas de frutas y arboles, en algún lugar de esa inmensa selva se encuentra ella.
El teléfono timbra una vez... otra... otra...
-esta hecho. –dice la voz del otro lado de la bocina.
Espero impaciente, mis manos no dejan de moverse hasta que los veo salir por la puerta.
Dominic la sostiene entre sus brazos, esta herida. Siento la sangre subir a mi cabeza. El la mete torpemente de lado de copiloto y me desespero, no se que hacer. Toda la ira que sentía ayer se desvaneció en cuestión de segundos, ya no había coraje, había miedo, miedo de perderla.
-elle, mi amor, estoy aquí. Todo estará bien, amor. Lo prometo. –piso el acelerador a prisa. Oigo a los hombres a mis espaldas gritar, no entiendo bien lo que dicen. Dominic me muestra una placa y lo único que veo es sus labios moviéndose. 'soy agente del FBI encubierto, he estado tras la pista de los Marshall durante muchos meses, ya casi un año. Tu y tu novia tendrán una recompensa, son orgullo nacional chicos.' No me siento como un orgullo nacional. Me siento como la peor basura del universo porque la mujer de mi vida esta a lado mío desangrándose, perdiendo la vida...
"no espero que comprendas... realmente no espero que lo entiendas, pero realmente tengo que irme... porque no estoy dispuesto a que sufras mas, así que te dejo... me duele hacer esto, no sabes cuanto pero haría todo por ti, mi amor.
Te amo por siempre,
Adam."
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enamorate de mi. ||adam levine||
FanfictionÉl era como fuego, peligroso Yo era como el mar, implacable Yo era el frio que congelaba su inferno Él era el fuego que calentaba mi ártico. No podíamos estar juntos pero sufríamos si estábamos lejos. Él tenía el poder de salvarme o de soltarme di...