enamorate de mi. ||adam levine||

capitulo 21.

25 de mayo del 2010.

-¿estás bien? –me pregunta Grace sentándose a mi lado.

No, no estoy bien. Quiero ir a casa, ver a Harry, escuchar su voz, su risa, sus bromas estúpidas... ver a Lina, a Emma a Steve... a Adam...

Asiento.

Alza su huesuda mano para llevarse un cigarrillo a su boca y hecha su cabeza para atrás al sacar el humo. Su cabello está cortado como un niño y es tan rubio como el mío. Sus ojos son como dos pozas negras y brillantes. Es tan delgada... y esta tan triste... y es anoréxica.

¿Qué le hicimos a la vida para merecer esto?

-Charly me dijo que habrán macarrones hoy. –me sonríe mostrando todos los dientes y me perfora el alma.

-eso es sensacional. –le contesto apenas.

-¿sucede algo? –me pregunta.

Estaba a punto de responder cuando Margaret, la enfermera dice:

-señorita elle Walker, correspondencia.

Me enseña el sobre color blanco y lo deja sobre la mesa de la sala. Una espada atraviesa mi garganta. No había pasado tanto desde que Harry había escrito y era tan extraño que lo hiciera en tan pocos días. Apenas ha pasado una semana.

Grace se pone de pie y camina lentamente hacia la vitrina tomando el sobre y se vuelve a mí.

-no es el príncipe Harry. –me dice con sublime tono. –no tiene remitente.

Camina hasta ella y quito el sobre de sus manos con gentileza.

Es verdad, el sobre solo tiene la dirección del hospital.

La abro a prisa.

-Catherine Elle walker; - ¡por dios! No...

'dicen que cada persona que conoces tiene un objetivo en tu vida y tu tuviste uno en la mía pero no te diré cual fue porque eso no cambia nada, tu estas allá y yo estoy acá. El propósito de mi carta es pedirte una... disculpa'...

No... no... esto es... una broma...

<<me voy a casar>>

<<Me voy a casar>>

<<Me voy a casar>>

<<Me voy a casar>>

<<Me voy a casar>>

Siento mis mejillas arder pronto al igual que mis ojos, mi alma se desploma y es admirable que aún estoy de pie... porque lo que estoy sintiendo es como caer al vacío... se va a casar...

La primera vez que tus ojos se encontraron con los míos fue como si una chispa se encendiera en mi interior, me gustaba escuchar tu voz porque era la melodía más hermosa que había escuchado en mi vida... pero yo no era bueno para ti... y nunca podre serlo porque tú necesitas alguien que te construya y yo estoy demasiado roto para hacerlo.

El mejor regalo que pudo darme la vida fue conocerte.

Con mucho cariño;

Adam.

Noooo. Lo lamento, lamento todo, lamento esto, lamento ser tan tonta e inmadura, lamento haberte conocido en esta etapa de mi vida.

Las lágrimas pronto comienzan a asomarse y a escurrir por mis mejillas.

-¿estás bien? –pregunta Grace.

Mi boca no puede articular palabra alguna sin sentir que se me va a quebrar la voz pero lo consigo.

-se va a casar. –digo en un susurro y ella arroja sobre mi cruzando sus brazos sobre mi cuerpo.

Y ya no hay más, el llanto no cesa y los sollozos se hacen cada vez más grandes.

Me duele el alma, siento un vacío que me perfora la vida, un mal sabor de boca... porque lo perdí sin haberlo tenido realmente, porque me pase todo este tiempo negándome a mí misma que sentía algo por él, por el orgullo, por mi estupidez...

05 de junio del 2010.

El día esta soleado, perfecto para estar en el jardín, estoy ansiosa que llegue el verano.

Muchas cosas han cambiado en mi interior, deje de tomar las pastillas y me siento bien. El doctor Williams dice que si sigo así pronto voy salir pero aún no se si estoy lista verdaderamente.

Grace también se está recuperando, ya come. Ambas nos estamos ayudando una a la otra.

Recuerdo el primer día de mi estancia aquí.

Estaba en mi habitación cuando una niña de bata blanca se apareció cerrando la puerta y se desplomo quedando en charco de sangre, Grace se había cortado las venas frente a mis ojos y yo me quede estática.

Pero eso quedo en el pasado.

-¿limonada o naranjada? –me pregunta mientras se acomoda sus gafas de sol.

-limonada. –digo. –me gusta lo acido.

Ella suelta una risilla. –enseguida. –dice y desaparece por los arbustos.

***

Washington D.C. 15 de junio del 2010.

Querido Adam;

No sé cómo se supone que daba empezar a escribir esto, cualquier palabra me parece estúpida sabiendo que tú serás quien lea esta carta. Quiero decirte que aunque quizá es un poco tarde para darle una respuesta a tu carta me he decidido hacerlo porque me parece conveniente y además mi amiga Grace no deja de insistirme. Bien, a lo que quiero llegar es que acepto tus disculpas y que además las agradezco y de igual forma quiero pedirte una porque sé que la mereces. Sé que nos conocimos en el peor momento de nuestras vidas y que nuestro intento de relación no fue la más linda pero a pesar de eso formaste parte importante en mi vida y es por eso que me atrevo a decirte que con todo mi corazón y alma te deseo la mejor y más bonita relación en tu vida, en hora buena, ya que estas por casarte. Sobre Harry debo decirte que esta igual de sorprendido que todos pero que te desea lo mejor y que ansía con todo su corazón recibir tu invitación. Cuando recibí tu carta me sorprendí demasiado, nunca pensé que escribirías después de lo que sucedió incluso no creí que volviera a saber de ti, ya que Harry me había dicho sobre tu partida, debiste explicar, debiste dar tus razones, Harry es tu amigo y lo único que vas a obtener de él es comprensión y apoyo. Por otro lado y empezando con sentimentalismos quiero agradecerte por el simple hecho de haberte aparecido en mi vida, por los buenos ratos y por los malos también, por las veces que me dejaste sin aliento... por tus besos, por esa noche que pasamos juntos... sé que nunca fui sincera y aunque ya sea tarde para eso, en esta carta lo seré. Te quiero Adam, no te puedo sacar de mi mente, ni de mi corazón, te metiste en lo más profundo de mi alma y por más que trato no logro arrancarte... no sé cómo voy a lograr estar bien allá afuera sin ti... pero está bien, lo voy a lograr. Te deseo las mejores de las suertes. Sin más que decir me despido. Hasta pronto.

Tú siempre amiga;

Elle.

***

-señorita Christine, llego una carta para el señor Adam. Es de una tal elle Walker.

-¿elle Walker? –tomo la carta entre mis manos y la leo a prisa.

-Christine, rápido, se hace tarde para el coctel. –me dice Adam mientras toma una corbata del estante de madera brilloso. Apretó los dientes con rabia y rompo la carta con fuerza.

-¿Qué tienes ahí? –me pregunta.

-oh, nada, solo es un sobre del banco.

Asiente sin importancia y se va. ¿Quién es esta que le escribe cartas a mi futuro esposo? Adam es mío, hasta que la muerte nos separe.