capitulo 8.

74 4 2
                                    

No entiendo la mierda de las personas. ¿Qué hay con las mujeres que ruegan y mendigan amor a un hombre que no tiene amor propio?

Las personas rotas no siempre tienen compostura, un buen hilo y una aguja no siempre es suficiente, ni por más fina, ni por más resistente... ¿o sí?

-¿Quién te crees que eres? –subí la voz un milímetro más. –te crees demasiado como para aceptar el amor que te ofrecen.

Entre abrió la boca suavizando sus facciones.

Y soltó una carcajada sin diversión.

-no hagas esto elle.

-¿Por qué? Porque no nos dices la verdad Adam, que es lo que en realidad quieres. Quieres sexo, Emma te lo da, quieres amor, Emma te lo da...

Emma dejo de llorar.

Adam Volvió a reír.

Steve se acercó a mí y puso su mano en mi hombro.

-se te hace tan poco el amor que Emma te ofrece, amor del bueno, mírala, o es que te crees demasiado para alguien como ella. –reí sin diversión. -¿Por qué eres tan mierda que ni el amor puedes aceptar? O tienes tan poco amor hacia ti mismo que no puedes creer que alguien pueda amarte.

Su cara se puso roja de ira.

-¡cállate! –grito con furia y comenzó a caminar hacia mí pero Steve se metió entre los dos.

-¿Qué puede saber una niña mimada como tú? ¿Qué puedes saber de no tener amor cuando todas las personas te han amado desde siempre?

Sentí que mi cara se ponía caliente de coraje.

Ni siquiera se imagina...

Su mirada estaba inyectada de sangre y estaba tan furioso que me daba miedo y coraje, cólera, ira... dolor...

Me miro por última vez en silencio como intentado que su mirada se quedara en mi mente por siempre. Paso alado de Steve chocando su hombro contra el suyo y se marchó.

Steve se apartó de mí y camine hacia Emma que se encontraba destrozada sobre el pasto.

Emma podía ser lo que sea pero era una mujer y no se merecía que la trataran de esa manera.

Cuando me agache a lado de ella se abalanzó sobre mí abrazándome con fuerza y siguió llorando fuerte y amargamente.

Una vez que Emma se calmó comenzó a hablar sobre lo mal que se sentía cuando Adam la trataba así, lo que me dejo en claro que no había sido la primera vez y apenas tenían una semana de novios.

Estábamos en la cafetería de la escuela, era hora del almuerzo y tendríamos libres la mayoría debido a que hoy eran las audiciones de los clubes y equipos en general, el lugar estaba casi vacío los únicos ahí eran mis amigos del club de lectura, los de matemáticas y ciencias, o sea, los seres humanos que detestan hacer gimnasia o un deporte en general.

-mi padre solía tratar mal a mi madre y ella seguía a su lado y nunca hacia nada y era tan frustrante y no puedo creer que estuviera cayendo en eso. –dijo ella como si pensara en voz alta.

Mi mirada voló hacia ella su gesto era tan triste que algo se rompió dentro de mí.

Tome su mano por encima de la cabeza y le sonreí.

-tranquila, eso no volverá a suceder...

***

Después de esa tarde Emma se volvió muy amiga mía y me sorprendí demasiado en como uno puede estar tan equivocado respecto a las personas.

enamorate de mi. ||adam levine||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora