Desperté como todos los días en mi habitación, mis cobijas habían sido lavadas recientemente y aún olían al suavizante de ropa que mi mamá usaba, por la puerta de mi cuarto entró mi hermano de 8 años a saltar sobre mi cama para levantarme
-María, María Mamá dice que ya es hora de levantarse para que no llegues tarde a la escuela
-Hoy es sábado pequeño mentiroso- dije acomodandome en mi cama
-No, mañana es sábado- me senté en mi cama y mi hermano que estaba sobre mí calló hacia la parte donde estaban mis pies, tomé mi celular y puse el calendario, se lo mostré a mi hermano
-¿Ves? Hoy es sábado- le dije
-No importa igual ven- dijo descobijandome y jalandome de la pijama
-Vamos ni que hubiera muerto alguien- dije mientras caminaba hacia la planta de abajo, una vez ahí mi familia (mis padres y mi hermano) me dieron como sorpresa un pastel de cumpleaños, una trufa que parecía que era para 10 personas
-¡Papá!- grité con emoción y lo abracé, mi padre era coronel del ejército de Rusia, yo soy medio rusa medio española
-Felicidades hija, ya eres toda una señorita preciosa y fuerte
-¿Sí?
-Lo eres- miré a mi madre y le hice señas para decirle "gracias por esto mamá" y ella me respondió "no es nada hija, te lo mereces" y esa fue mi mañana, en el día fui con unas amigas a celebrar, fuimos a comer, y al parque de diversiones, de no ser por lo que pasó después ese no hubiera sido un trágico feliz cumpleaños.
Cuando regresé mi casa estaba destruida, los cristales estaban rotos y había cientos de agujeros de bala en la pared, sin pensarlo entré a mi casa, busqué y busqué a mi papá, mi mamá y mi hermano... A mi mamá y hermano los encontré pero... No precisamente vivos, a mi padre lo escuché quejarse y en seguida fui con él hasta donde se escuchaba su voz
-¡Papá¡- dije tomándolo en mi regazo
-Hija mía...- dijo en ruso y yo le respondí
-Tranquilo papá, sobrevivirás
-No... Me temo que no saldré de esta- volvió a decir esta vez en español- prometerme una cosa María
-Sí papá, lo que sea- respondí con lágrimas en los ojos
-Vengame...- fue lo último que dijo y se entregó al sueño eterno.
*4 años después*
Lo diré lento para que no se confundan, habían pasado cuatro años desde la muerte de mi familia y yo me aliste en las fuerzas armadas de Rusia, en ese tiempo había llegado a teniente, los alemanes iniciaron una Tercera Guerra Mundial, lo más grave fue que tuvo el mismo propósito que las otras dos, ahora yo me encontraba en el campo de batalla disparando a los cuatro vientos-¡Alexander, apoya a Buck y James, protejan al primer oficial!- ordené
-¡Pero eso te dejará aquí sola!- respondió Alexander
-¡Es una orden soldado!- dije firme, no pasaron ni 20 segundos desde que Alexander se fue y una granada los alcanzó, tuve que correr pero eso no duró mucho ya que me encontré con otro pelotón de soldados alemanes que me apuntaron y me obligaron a rendirme y así lo hice.
Unas horas después me hallaba atada en una celda, unos soldados me llevaron de ahí hasta una especie de laboratorio donde me pusieron una vara metálica con pinchos justo en la parte trasera de la cabeza y sentí un inmenso dolor.
No sabía que había pasado, de pronto había muchos hombres ahí, dos de ellos me sujetaban y uno tercero dejaba una vara metálica con pinchos sobre una mesa
-¿Quienes son ustedes?- dije pero no obtuve respuesta alguna por su parte, luego me pusieron junto a otras personas que no conocía, los hombres iban sin playera y las mujeres solo teníamos un top bueno, también pantalones, un hombre grande del otro lado de un cristal le dijo a una pequeña chica algo que no pude entender, la mirada de aquella chica pasó por todos nosotros y se detuvo en mi, sus ojos se iluminaron, dandome la impresión de gustarle y luego me señaló, unos soldados procedieron a llevarme y me pusieron en una especie de cama en la que yo iba parada, me conectaron unos aparatos, aquella chica estaba ahí, mirando, un científico entró y me inyectó algo que no supe que era pero no duré consiente lo suficiente como para poder quejarme.
Cuando desperté me sentía diferente, no sabía exactamente que había pasado ayer pero mi mano se sentía pesada, diferente, cuando regresé a mirar vi que tenía cuatro enormes garras que salían de mis dedos, al menos de medio metro de largo y 8 pulgadas de grosor, me Asuste yo misma al mover esa mano, luego entró un doctor
-Vaya, ya despertó señorita ¿se siente bien?- preguntó amablemente el hombre
-Ammm supongo que sí pero... No recuerdo nada- ni siquiera mi nombre recordaba
-Eso es perfectamente normal
-¿Y esto?- dije alzando mis garras
-Usted nos dijo que quería ser más fuerte señorita Valentine, solo que no lo recuerda- entonces Valentine era mi nombre, miré hacia una ventana y vi a una excelente chica, sentía que la conocía, cada curva de su cuerpo era perfecta, sus caderas eran amplias y su busto era considerablemente grande, la cereza sobre el pastel era su figura de pera y un rostro que era bastante bonito, segundos después el doctor se fue y me dejó sola con esa chica, que por su forma de entrar a la habitación se notaba que no debía hacerlo, ella me habló en alemán y lo raro es que pude entenderle, yo no recordaba hablarlo
-¿Puedes entenderme?- dijo
-Sí...- dije bajando la mirada recorriendo todo su cuerpo, cuando me di cuenta la estaba mirando sin ningún disimulo, cuando volteé a verla ella estaba muy sonrojada
-¿Estás bien?- pregunté
-¿Eh? Sí... Estoy bien heee mi nombre es Arely- dijo tendiemdome la mano, con mi mano izquierda tomé la suya y besé su mano
-Soy Valentine- le Sonreí.

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Dangerous Love (yuri)
ActionValentine es una rehén del ejército de Alemania y sus nuevos nazis, experimentan con ella para crear soldados mutados y ganar la guerra de unificación de raza una vez más. Arely es una chica en ese ejército quién se enamorará de Valentine y tendrá q...