16- ¿Triángulo amoroso?

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Pasaron seis meses desde que conocimos a Hana y a Mizuki, desde entonces todo se volvió algo más... Incómodo, por lo menos para mí ya que a veces estaba Valentine y otras veces María, tal parecía que ella no podía controlarlo, una vez mientras Valentine y yo... Amm, teníamos pues... Sexo llegó María y se escandalizo al ver que yo le hacía un oral a Valentine, con su grito atrajo a Blake y a las gemelas pensando que algo pasaba, llegaron tan rápido que no nos dieron tiempo a cubrirnos y no les dejamos nada a sus imaginaciones.

Ahora yo estaba frustrada porque hacía una semana que Valentine no había regresado, solo María se la pasaba con Blake, eso también me ponía celosa, no era Valentine pero el hecho de ver su cuerpo coqueteando con Blake me ponía furiosa una ya no sabía si estaba Valentine o María ya que las dos eran muy parecidas hasta en la forma de pararse y andar, me encontraba sentada mirando por la ventana, el enojo y frustración que sentía se sustituyeron por melancolía y tristeza, abracé mis rodillas y comencé a llorar, Valentine me había explicado una noche que ella era la otra y que María era la original, que ella era una creación a partir del cuerpo de María, Mizuki decía que era posible que Valentine fuera borrada para siempre y eso me ponía triste, y al parecer todos la preferían a María, Mizuki y Hana reían con María todo el tiempo y Blake no lo decía pero se veía que le gustaba que María estuviera de puta con él ¿como lo sé? Se le veía en sus erecciones

–Arely– escuché la voz de María o Valentine, ya no sabía ni que demonios

–¿Qué? ¿vienes a decirme que ya se la comiste a Blake?– dije secando mis lágrimas

–Vine a decirte que no me gusta verte llorar y sobre todo que te extrañé

–¿Val?

–Caíste jajajajaja– en ese momento me llené de furia y fui hacia ella, la intenté golpear pero ella detuvo mis puños y los levantó dándome un beso, en ese momento supe que Valentine me había jugado una doble broma

–A veces eres irritante ¿lo sabías?– dije calmándome

–Yo también te amo– la abracé y muy fuerte, como si al soltarla se fuera a ir para siempre.

A la noche yo dormía en el regazo de Valentine, sentía su pecho subir y bajar con su respiración, yo estaba entre dormida y despierta pues sentía el mundo pero no sabía que hora era, en la mañana había algo diferente, olía a combustible y a aceite, parecía que estaba en un mundo steapunk lleno de robots y no estaba tan equivocada, al mirar por la ventana descubrí unos robots peleando contra mutantes, los golpeaban y cortaban, esos robots parecían muy buenos ya que había cadáveres de mutantes pero no había robots derrotados

–Valentine– dije levantándola de la cama

–¿Uh? ¿qué? Arely ¿qué pasa?– preguntó

–Mira– señalé por la ventana y para entonces solo había cadáveres pero claro, eso era normal, los robots ya no estaban

–Es... Una bonita mañana pequeña

–No, había... Robots ahí, mira los cadáveres hay más

–Pudieron haberse matado entre ellos, estos meses los vimos matarse unos a otros ¿no recuerdas?

–Yo vi robots

–Arely– me tomó de las mejillas– no creo que haya nadie capaz de mantener robots, es mucha energía la que necesitan– bajé la cabeza

–Yo sé lo que vi– me levantó la cara tomando mi barbilla, me miró unos segundos, en ese momento lo noté, era María, al fin había encontrado la diferencia, era la forma de su mirada, la de María era fija, penetrante y en cierto modo afilada, la de Valentine era cálida, profunda y abrigadora

–¿María?– ella no respondió y solo me besó, eso también era diferente, no sabría como describirlo pero era... Simplemente diferente

–¿Cómo lo supiste?– no sabía si eso contaba como engañar a Valentine y lo único que resolví hacer fue darle una cachetada

–María ¿qué te ocurre?

–Soy flexible y quería probar los labios de una mujer, son más suaves, espero me perdones

–¿Perdonarte? ¿por qué? ¿por aprovecharte de mí? ¿por engañarme para besarme?

–Oye, tienes que calmarte

–Sólo, sal de aquí María, no quiero hablar contigo– dije y me giré hacia la ventana.

En la tarde le dije a Blake que me acompañara a revisar el campo de batalla para seguir el rastro de los robots y una vez lo encontramos (mejor dicho Blake lo encontró) lo seguimos.

–¿Estás bien Arely?– preguntó

–Sí...

–¿Qué tienes?

–Nada, solo intento ver el rastro

-¿y por qué me mientes?- Blake parecía leerte como si de un libro se tratase

–No te miento

–¿Por qué me mientes?– suspiré

–Es que extraño a Valentine y hoy María me besó

–¿No es el mismo cuerpo?

– Lo es pero... Es como si Valentine nunca hubiera existido, como si...

–¿Faltara algo?

–Alguien mejor dicho

–Pues... No quiero ser pesimista pero puede que Valentine no regrese– me detuve en seco

–Valentine es más fuerte que unos recuerdos, Valentine va a volver- dije sin darle opción a seguir discutiendo, seguí caminando y lo dejé atrás

–No es por ahí.


Seguí a Blake hasta una pequeña ciudad, estábamos en una especie de montaña desde la que se podía ver toda

–El rastro va para allá, quien los haya fabricado está ahí– dijo Blake

–¿Crees que sea solo uno?– pregunté

–Tal vez no, Mizuki ¿me prestas tus binoculares? 

–¿Mizuki?– en ese momento escuché su voz

–¿Cómo lo supiste?– dijo ella

–Haces mucho ruido "cazadora"

–¿Y también escuchaste los binoculares?– pregunté

–No, yo se los di cuando te traje tus colgantes– en ese momento llevé mi mano al colgante en forma de Yang, Val tenía el de Ying (yo el blanco y ella el negro)

–A simple vista parece como todas, abandonada– dijo Blake mirando por los binoculares– pero es mejor volver con las otras dos para cubrirnos mejor

–Las otras tres mejor dicho, tres con María– dije a regañadientes.

Dangerous Love (yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora