No recuerdo nada, ni siquiera mi nombre, recuerdo que despertaba dentro de una especie de cilindro de cristal, estaba roto y no se veía nada de tan cuarteado que estaba el mismo, lo empujé un poco y todo el cristal cayó al suelo, lo primero que vi fue un montón de científicos... Bueno, más concretamente sus esqueletos "¿que pasó aquí?" salté con cuidado para no pisar los cristales, estaba desnudo así que traté de usar la ropa de alguno de los científicos pero toda estaba raída y la que no, era muy pequeña para mí, mis músculos no me dejaban ponermela, de pronto escuché un ruido y dos corazones pero... Esos corazones estaban muy cerca, demasiado, para ser exacto dentro de mi, traté de dar un solo paso pero en lugar de eso di tres, la inercia me llevó, vi como la puerta se abrió y detrás de ella había alguien dándole una patada a la misma, los movimientos que hacían parecían que los hacían con velocidad pero yo los veía un poco más lento, los vi apuntandome, eran dos, sabía que iban a dispararme, corrí hasta ellos y los maté... Pero lo hice con colmillos y garras que me brotaron de pronto, lo más extraño es que me sentí mucho mejor luego de asesinarlos, su ropa parecía más adecuada para mí, la tomé , era una chamarra de cuero negro, unos pantalones y camiseta iguales.
Pasaron varios meses, el mundo estaba destruido, había otras personas que como yo habían sobrevivido a lo que sea que haya pasado, a decir verdad tuve mucha suerte al encontrar recursos, encontré una escopeta spas-12 con muchas municiones, un cuchillo de caza, comida enlatada y agua, el combate me resultaba fácil por mis habilidades, reaccionaba más rápido y veía (a veces) las balas venir hacia mí, esto me fue de utilidad varias veces pero nunca olvidaré una en especial... Ya que conocí a un par de chicas; Valentine y Arely, dos Alemanas que también sobrevivieron, me encontré con la pequeña, Arely, se había quedado en el búnker que ellas mismas reforzaron, habían plantado árboles y flores dándole un mejor aspecto, yo miraba ese paisaje hasta que sentí un pequeño cuerpo abrazandome, era la pequeña, cuando regresó a mí su mirada se veía asustada y gritó, no pasaron ni veinte segundos antes de que la más alta llegara, al verme ahí supuso que quería hacerles daño pero yo las había visto jugar en la ciudad varias veces, sabía que ellas no eran malas
–Hijo de...– dijo Valentine al lanzarme sus gigantescas garras, yo giré a mi derecha y la evadí, ella se acercó a la otra y la puso detrás de si
– No vengo a hacerles daño– dije
–¿Cómo sé que no mientes?– esbozando una sonrisa puse mi escopeta debajo de su barbilla tan rápido que apenas pudo reaccionar
–Porque si quisiera– me acerqué a su oído–ya estarían muertas– retiré mi escopeta y la guardé–soy Blake– mi nombre lo había sacado de un gafete de una empleada de algún antiguo supermercado, claro que como era unisex decidí usarlo. Con un poco de desconfianza Valentine comenzó a hablar
– Yo soy...
–Valentine– la interrumpí– y ella es Arely- la señalé
–¿Cómo lo sabes?
–Las vi varias veces en la ciudad, realmente, no sé ni como andaban con tanta tranquilidad o como nunca me vieron pero... Así pasó
–Bueno, Blake, ¿qué es lo que quieres?– dijo Valentine guardando sus garras
–De ustedes nada, quiero ayudarles a sobrevivir
–Hemos llegado hasta aquí solas
–Pues las suerte se les acabo– dijo otra voz detrás de mí seguida de el sonido de varias personas caminando. Me volteé y pude ver a varias personas, eran supervivientes, niños y mujeres además de soldados
–¿Y quién eres tú?– dije
–Soy el nuevo dueño de este búnker
–Si lo quieres vas a...– Valentine fue interrumpida por varios cartuchos cortándose
–¿Voy a que?– dijo el hombre
–Valentine vayámonos, ya encontraremos otro lugar.
Esa noche dormimos en la parte más alta de un edificio para reducir los riesgos de que alguien nos encontrara, yo hacía guardia pero Valentine no confiaba en mí y estaba despierta vigilandome como un halcón a un ratón de campo, por otro lado Arely parecía fiarse más rápido
–¿Por qué no confías en mí?– pregunté
–¿Tú lo harías?– respondió
–Mira, en este mundo tu amigo es aquel que no te apunte con su arma, si quisiera matarlas ya lo habría hecho
–Tú me apuntaste con la spas
–Pero no te disparé– nos quedamos callados unos segundos, ella no bajaba la guardia a pesar de estar cansada así que...
–Bien, si tú no duermes...– me acosté y cerré los ojos.
Cuando desperté Valentine estaba dormida y Arely se había despertado, una dormida sobre las piernas de la otra
–Blake– dijo la voz de la pequeña alemana
–¿Mmm?
–Val jamás lo admitirá pero ella se siente algo inferior a ti, por eso no se fía pero yo confío en que no querrás hacernos daño, creo que solo intento darte las gracias
–¿Las gracias?
–Sí, gracias por no atacarnos
–De nada... Supongo– me dedicó una pequeña sonrisa antes de volver a jugar con el cabello de Valentine, parecía haber perdido su corte ya que se veía dispareja la parte larga con la que estaba cerca de la cabeza, tenía un poco de rosa en su cabello negro, Arely parecía que seguía recortándolo sin mucha idea de como hacerlo pues se notaba que se lo cortaba con un cuchillo, me les quedé viendo unos segundos, desentonaban totalmente, parecían ser enemigas e incluso hermanas pero eran un alma en dos cuerpos, en la mirada de Arely se notaba el amor que le tenía a la otra alemana "ojalá y no tengan que morir, se les ve felices juntas... Arely... Sé que no escuchas mis pensamientos pero... Juro protegerlas para que vivan su amor aún si por ello debo pagar con mi vida" me levanté y me encamine hacia la salida
–¿A dónde vas Blake? – dijo Arely
–Afuera, no tardo, veré que no haya nadie cerca– no me detuve al contestarle
–Con cuidado– me detuve al sentir esa pequeña brasa de cariño, la miré y me sonreía tiernamente
–Gracias Arely, lo tendré– Sonreí al voltearme por la nueva esperanza que acababa de surgir.
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Dangerous Love (yuri)
ActionValentine es una rehén del ejército de Alemania y sus nuevos nazis, experimentan con ella para crear soldados mutados y ganar la guerra de unificación de raza una vez más. Arely es una chica en ese ejército quién se enamorará de Valentine y tendrá q...