Cuando el helicóptero cayó yo me quede aturdida unos segundos, no escuchaba nada y apenas podía ver, todo me daba vueltas y no me podía parar, noté que había algo sobre mis piernas, era un pedazo del helicóptero, usé mis garras para cortarlo y me liberé, al hacerlo caí hasta el suelo dejando atrás (o arriba) el helicóptero, con lo poco que veía busqué a Arely, un débil sonido me llamaba, caí al suelo y miré al frente, había una figura que no vi bien, primero alce mi mano hacia esa figura que luego fue derribada por un tiro proveniente de atrás de mí, como pude me giré y divisé a Arely cargando un arma
–VamΠ√×÷£ Ine, te&%# aquí– me dijo y me cargó, me metió en una especie de cueva, me recuperé recargada un una pared, luego me di cuenta de que en realidad eran unos árboles lo suficientemente juntos para formar un techo.
–¿Estás bien Val? – preguntó Arely
–Sí pequeña, no te preocupes– luego se acercó dudando un poco, yo terminé el trabajo besándola con todo mi ser
–¿Dónde estamos Valentine?
–No debe ser muy lejos de el lugar de la misión, no pasaron ni 5 minutos luego del despegue
–Entonces ¿aún estamos en Canadá?– me tomé un momento para ver a mi alrededor y efectivamente estábamos en un bosque tapizado de nieve, el frío no tardó mucho en hacerse presente, me di cuenta que Arely temblaba y su aliento se podía ver como una nube de humo color blanco
–¿Tienes frío?
–No que va–dijo temblando– de hecho tengo calor, me voy a desvestir
–No me molestaría
–Tonta
–Volveré en un minuto
–¿A dónde vas?
–No tardaré– dije saliendo de aquel techo de árboles, necesitaba leña para no morir congeladas, era difícil conseguir madera que no estuviera mojada, opté por cortar un árbol entero, mis garras habían cortado un tanque de guerra así que eso no me supuso mayor problema.
Luego de unos 40 minutos logramos encender el fuego en una cueva que encontré mientras cortaba el árbol
–Vamos a morir ¿no es cierto?
–Algún día pequeña– dije mientras la abrazaba, al ver el fuego tuve una visión, era yo pero... No era yo, quiero decir no lo recordaba, en ella yo estaba frente a una chimenea y estaba con un niño más pequeño en el lugar de Arely, era una casa acogedora y en cierta forma familiar
–Valentine apágalo– dijo Arely liberandome de la visión
–¿Uh?
–Hay estadounidenses ahí– señaló hacia los soldados y tuvimos que apagar el fuego y correr, no teníamos armas y eso representaba una gran desventaja, aún cuando eramos más fuertes no podíamos contra un batallón de 50 soldados.
Luego de una hora viajando tuve que cargar a Arely pues no podía seguir caminando, habíamos llegado a un pequeño poblado en el que podríamos refugiarnos, vi una cafetería y decidí entrar pues comenzaba a anochecer pero no me había percatado de un pequeño detalle, ambas teníamos el uniforme alemán y ya estábamos dentro, la campana de la puerta sonó y un anciano apareció detrás de la barra
–Lo lamento ya cerramos–en la base todos debíamos hablar inglés para poder leer informes militares enemigos y demás– por las barbas de mi abuelo
–Espere por favor– el hombre se acercó pero en lugar de ir al teléfono o sonar alguna alarma solo apagó las luces
–Tranquila, sé que no son malas, cualquier otro les hubiera pegado un tiro
–¿Y tú por que no?–La guerra es absurda ¿para qué la violencia?, pasen por aquí
–¿Qué te asegura que no te asesinaré en cuanto me des la espalda?
–Porque no es tu estilo jovencita– no dije nada más y le seguí, nos llevó a la parte de atrás y subimos unas escaleras
–Mis hijas dormían aquí, estoy seguro que su ropa les servirá más a ustedes y por como están las cosas...
–¿Por qué? ¿por que nos ayudas?
–Bueno ¿por qué no?– dijo por último y se fue, yo acosté a Arely en una de las camas de ahí y fui a revisar el armario, la ropa era abrigadora y parecía ser de nuestra talla
–¿Val?– dijo la voz de Arely
–Sí pequeña, aquí estoy– dije Cambiándome el uniforme
–¿Dónde estamos?
–A salvo, ponte esto– dije dándole una muda de ropa, eran un par de pijamas de color hueso sin muchos detalles
–Pero ¿a salvo en dónde?
–En un edificio lejos de los enemigos
–¿No me vas a decir?– la besé y ella me correspondió, nos acostamos y nos miramos hasta quedarnos dormidas.
Me desperté y pude ver a Arely cambiándose de ropa, se quitaba cada prenda con delicadeza a pesar de ser soldado
– Hola pequeña– dije y ella se sobresalto
–Oh, hola Valentine ¿cómo dormiste?
–Con una bella chica– ella se acercó y me besó, yo la tumbé en la cama y seguí besándola–te amo pequeña
–Y yo a ti Valentine, más de lo que piensas– nos vestimos, ambas llevábamos una blusa blanca, yo un abrigo rojo y ella uno morado, a pesar de que no eran muy grandes sí eran muy abrigadores, llevábamos un pantalón negro y botas para nieve
–¿Que planean hacer ahora?– dijo el anciano no pueden volver a Alemania
–Buscaremos donde trabajar, tengo una mentira bien planeada– dije
–De acuerdo, pueden vivir aquí pero yo no puedo pagarles si deciden trabajar aquí
–Con el techo sería suficiente– dijo Arely y así fue, los 3 días siguientes decidimos que nos quedaríamos ahí, no correríamos tanto peligro y nos tendríamos una a la otra, envejeceriamos y moriríamos juntas... pero no todo en esta historia es felicidad, esa noche se escucharon alarmas, eran alarmas de bombas, junto con Tyler, el anciano, corrimos lo más rápido que pudimos al refugio, yo cargué a Tyler y entramos, nadie sospechaba de nosotros a pesar de destacar por nuestra altura (1,83 y 1,70) las bombas explotaban en la superficie, por su sonido al explotar supe que eran atómicas, pasaríamos ahí abajo un buen rato, con lo que no contábamos era que el nuestro ejército dejara nuevas bestias mutadas para arrasar con los que se refugiaron, un plan brillante, nos hicieron correr para saber donde estábamos.

ESTÁS LEYENDO
Dangerous Love (yuri)
ActionValentine es una rehén del ejército de Alemania y sus nuevos nazis, experimentan con ella para crear soldados mutados y ganar la guerra de unificación de raza una vez más. Arely es una chica en ese ejército quién se enamorará de Valentine y tendrá q...